La Laguna de Michigan, la antigua «isla de pájaros»
En el estado de Guerrero encontramos este bello paraje de mar y arena, siempre cambiante y que nos invita a recorrerlo una y otra vez con el fin de encontrar, en cada visita, un lugar distinto con un aire familiar.
De la intrincada sierra de Guerrero, entre acantilados y majestuosas montañas baja el río Tecpan, que llega hasta la costa grande de Guerrero para desembocar en el Océano Pacífico, no sin antes ser parte esencial de la creación de un extraordinario reducto natural: una bella laguna-estuario, donde cohabitan en total armonía una infinita variedad de flora y fauna.
Desde hace más de 20 años a esta laguna se le conoce como Michigan. Según autoridades y lugareños fueron extranjeros quienes bautizaron este lugar por su supuesta similitud con aquel estado de nuestro vecino del norte.
Antiguamente, en el pequeño poblado de La Vinata, que se encuentra al pie del embalse, estaba el nombre a toda esta laguna, pero hace alrededor de 30 años un enorme huracán acabó con esta isla; fue entonces cuando se le puso el nombre de Michigan, aunque para muchos siga siendo la Isla de Pájaros.
Este ecosistema es una entrada de mar a la tierra; cuerpo de agua protegido que tiene un acceso limitado al mar abierto. Es también una depresión por debajo de la media de marea alta que mantiene conexiones con el mar temporalmente.
En este tipo de lagunas-estuarios siempre encontramos la barra, extensión de playa que se encuentra entre la laguna y el mar, la cual determina -según su amplitud de apertura- el grado de acceso al océano.
Los diversos cambios climatológicos generan el constante movimiento de esta laguna. Por ejemplo, en verano cuando las lluvias son muy abundantes, los ríos bajan de las montañas cargados de agua y si la barra se encuentra cerrada, entonces la laguna alcanza sus niveles más altos. Este hecho también provoca que los niveles de salinidad de la laguna sean variables. Cuando la barra está cerrada, la laguna es más dulce porque el río la sigue alimentando y por consiguiente el agua de mar y no penetra. En cambio, cuando la barra está abierta la salinidad aumenta.
Durante los meses de invierno el margen de la laguna se mantiene en sus niveles más o menos de manera regular. Este movimiento constante produce una sensación extraña, ya que cada vez que uno regresa a estos parajes su geografía es diferente: la barra ha cambiado de lugar, se ha formado un pequeño río entre la playa, la barra y la laguna, la laguna está seca, etcétera.
La diversidad de pescado es enorme, encontramos especies de agua salada como la sierra, la mojarra blanca y rayada, el huachinango, el camarón, la charra, el roncador, la mantarraya y la langosta. De agua dulce hay mojarra, tilapia, charro, lisa, huevinas de río, camarón, langostino, dorada y curel chico. El robaloel pargo resisten el agua salada y el agua dulce.
Asimismo, una gran variedad de aves habitan en esta zona. Entre ellas se encuentran las gaviotas, las garzas, los pelícanos, el buzo, la gallina de monte, los tecolotes, la codorniz, el zanate, un ave nocturna que nombran pichacua y patos, que cohabitan entre manglares, islotes, palmerales y en general alrededor de esta extraordinaria vegetación tropical, en donde todavía podemos encontrar algunos reductos vírgenes gracias a que el acceso es difícil y la estancia no lo es menos debido a la enorme proliferación de insectos y animales ponzoñosos.
La fauna del lugar la complementan armadillos, tejones, mapaches, zorrillos, iguanas, tlacoaches, venados y lagartos. La cacería es una actividad bastante extendida en la zona, de tal manera los armadillos, las iguanas y los venados son algunos de los manjares regionales.
Esta región de la costa grande de Guerrero fue un lugar habitado por grupos nómadas tlahuicas, que posteriormente se conformaron en los pantecas y cuya población actual es de alrededor de 70 000 habitantes. Ahora, es evidente la presencia de individuos que han migrado a este lugar: mestizos de otras zonas, indígenas de la sierra y afromestizos de la Costa Chica.
Si vas a la Laguna de Michigan
Toma la carretera nacional núm. 200 que va de Acapulco hacia Zihuatanejo.
A 160 km de Acapulco está el poblado de Tecpan de Galeana. Aquí se pueden tomar dos rutas: una hacia Tenexpa que está a 15 km, la otra es a Tetitlán que se encuentra a la misma distancia. De aquí, en ambos casos, puedes tomar una lancha en el embarcadero que te lleve a Michigan.
En lo que se refiere a infraestructura hotelera en la playa y la laguna es nula, solamente en Tecpan se puede encontrar un modesto hotel.
En la playa se puede acampar en algunas de las enramadas que están frente a la laguna.
Hay que tomar precauciones, ya que los mosquitos pueden expulsarte del lugar la primera noche; se recomienda utilizar productos naturales como la citronela que es efectiva para contrarrestar estas milicias de insectos que proliferan sobre todo si la barra está cerrada.
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