La mala suerte del primer hotel de México
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La mala suerte del primer hotel de México

Ciudad de México
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Se llamaba La Bella Unión pero su buena suerte duró sólo siete años, ya que se hospedaron en él oficiales estadounidenses que hicieron algo que le dio mala fama al lugar.

Uno de los sucesos más importantes de 1840 fue la construcción e inauguración del primer hotel en México, en la Ciudad de México. Se llamaba La Bella Unión, pero un evento histórico hizo que su gloria durara poco y que prácticamente ningún mexicano sepa de él.

Al La Bella Unión lo levantó el ingeniero italiano José Besozzi quien hizo algo que era prácticamente inconcebible para los constructores de la época: erigir un edificio con acero y ladrillos, cuando en ese momento el material predominante era el tezontle.

Una vez concluido el edificio se aproximaba mucho a las construcciones europeas que muy pocos mexicanos habían visto por fotografías. Tres niveles, ventanas cuadradas y cornisas en forma de arco además de los bustos de los primeros presidentes del país en la fachada.

En el interior existían habitaciones lujosas y cómodas que no podían equipararse a los austeros hospedajes que ofrecían los maltrechos mesones del centro de la ciudad.

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Cuando empezó operaciones el restaurante de La Bella Unión se servían deliciosos platillos pero sobre todo postres que nadie había probado en México como la crema chantilly y los helados de tres sabores.

Con todo ello el hotel se convirtió en tan sólo siete años en el favorito de los extranjeros que visitaban la Ciudad de México y a la vez en aspiración para los mexicanos que frecuentaban el centro, pero la mala suerte llegó en septiembre de 1847 cuando llegaron a hospedarse oficiales del ejército estadounidense a este lugar.

La Bella Unión se convirtió en cantina, salón de juegos y prostíbulo, por lo que empezó a cobrar mala fama entre los habitantes por los actos inmorales que se realizaban tras sus puertas. A esto se sumó algo peor: el 14 de septiembre de ese mismo año salieron de aquí los mismos soldados que izaron aquel día la bandera estadounidense en la cúspide del Palacio Nacional. Por cierto, éste sería el inicio de la pérdida de gran parte del territorio nacional.

Tras la partida de los miembros del ejército estadounidense, el hotel volvió a abrir sus puertas, pero la mala fama que tuvo ya había hecho mucho daño a su imagen, jamás volvieron los días de esplendor. En la actualidad gran parte de los pisos forman parte de una tienda de ropa que de no ser por los llamativos anuncios de ofertas, nadie voltearía a ver.

Casi ningún mexicano conoce la historia del primer hotel de México, es como si hubiera habido un pacto para que la memoria colectiva lo olvidara.

Referencias:

La Ciudad de México se convierte en personaje

El día que ondeó la bandera de Estados Unidos en Palacio Nacional

La orgía de las margaritas

el primer hotel de méxico
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