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La mexicana que creó un plástico biodegradable a base de cáscara de naranja

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Desde pequeña, Giselle vendió lápices y dulces, mientras que su excelencia académica la ha llevado a ser reconocida; ahora quiere hacer historia con los bioplásticos con cáscara de naranja.

“No eres una niña normal”, le dice su familia a Giselle Mendoza Rocha. La joven de 24 años ha estudiado en las mejores escuelas a su alcance por la excelencia académica en sus estudios y las becas que la han premiado. Aunque el sueño más importante en su vida apenas está por comenzar: crear la primera empresa mexicana en producir bioplástico a nivel industrial con cáscaras de naranja, un proyecto del que ya tiene noticia Silicon Valley.

“Visualizaba esta empresa ecológica desde que era niña y he estado trabajando para poder concretarla”, asegura en entrevista Giselle Mendoza Rocha, fundadora y directora de GECO.

En México, la naranja de se produce en 28 estados y el país es el quinto productor a nivel mundial del fruto, del cual un 40 y 60 por ciento se tira a la basura tras haber extraído su jugo. Una tecnología que ha despertado el interés de los inversionistas en todo el mundo para producir bioplástico de naranja.

“Las decisiones son tomadas desde una perspectiva tecnológica y comercial”, dice Mendoza Rocha, quien afina los últimos detalles de su producto en un laboratorio, tras 3 años de trabajo ininterrumpido.

El equipo involucrado en el proyecto ya se encarga de encontrar la ubicación de la planta industrial e iniciar la producción para abastecer la demanda de las empresas que ya se encuentran interesadas en adquirir el bioplástico de naranja.

A inicios de este año, GECO se hizo acreedora al Global Student Entrepreneur Awards en México, el cual trajo consigo un premio de 500,000 pesos por emprendimiento y 100,000 pesos por innovación.

Los grandes empresarios y los inversionistas que tienen noticias de GECO han creído que Giselle Mendoza es una empresaria consolidada, y se sorprenden al mirar a una joven universitaria que estudia el noveno semestre de la carrera de Economía en el Tec de Monterrey.

Desde pequeña, Giselle vendió lápices y dulces, mientras que su excelencia académica la ha llevado a ser reconocida a nivel estatal y nacional e inclusive conocer a presidente de México o al director de la Bolsa Mexicana de Valores, así como personalidades brillantes de todo el mundo.

Ha sido graduada del programa Innovation for Equality por Universidad de Berkeley, tras ser seleccionada entre emprendedores sociales de toda Latinoamérica y Estados Unidos para recibir una de las 15 becas otorgadas.

La zacatecana radica en Nuevo León ha viajado a Silicon Valley recientemente, en donde obtuvo el apoyo de mentores para que el negocio cuente con un impacto ecológico y social en el país. El sueño es abrir la puerta para que las empresas mexicanas lleguen a la meca del emprendimiento mundial.

La transformación

A sus 10 años, Giselle conoció a una familia que vivía en un cuarto a medio construir en Zacatecas. Todos los habitantes de la casa dormían en una sola cama, que se encontraba justo a un costado de una pequeña cocina, y batallaban para conseguir empleo intermitente, ya que el jefe de familia era invidente.

Esa niña descubrió en uno de los barrios más pobres que la educación y el apoyo a la economía eran las principales armas para acabar con la vulnerabilidad.

“Los recuerdos de chiquita regresan a mí y poco a poco me han ido despertando. Ahora me interesa impulsar a los niños con las experiencias que marcan la visión y el futuro”, dice Giselle Mendoza.

Giselle ha convertido la excelencia académica en una forma de hacer autosostenibles sus estudios. Ha estudiado en las mejores escuelas con becas, las cuales han cubierto al 100% el pago de su trayectoria escolar.

Mendoza Rocha obtuvo a los 10 años el primer lugar estatal en la prueba educativa Enlace, que lleva a cabo la Secretaría de Educación Pública (SEP), misma institución que la seleccionó para asistir a la primera edición del Festival de Mentes Brillantes de la Ciudad de las Ideas, en Puebla.  

Giselle nació en Fresnillo, Zacatecas. Ahí pasó 10 años de su vida hasta que las crisis económicas de la familia hicieron que emigrara hacia Durango, estado que la vio desarrollarse por 8 años.

Sin embargo, no perdió la convicción de que quería emprender y descubrió que también podía ayudar a los sectores poblacionales menos favorecidos.

“Yo creo que no puedes transformar algo si no puedes entenderlo primero”, dice Giselle Mendoza, quien cree que no era justo que todos los conocimientos adquiridos en las aulas se quedaran obsoletos en el silencio de la indiferencia.

A los 11 años, Giselle superó el resultado obtenido en la prueba Enlace en el año previo y logró el primer lugar a nivel nacional. Así fue como viajó a la Ciudad de México para conocer al entonces presidente del país, Felipe Calderón Hinojosa.

“Esas experiencias me han ido marcando”, reconoce la estudiante de Economía, que también ha obtenido el Premio Estatal de la Juventud.

Hoy, vive y estudia la carrera de Economía en el Tec de Monterrey, universidad que la ha becado al 100% dentro de su programa Líderes del Mañana.

autor Alto Nivel
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