Los cuarzos
Por su importancia tanto en la cultura como en la ciencia, el cuarzo ha ganado un sitio preponderante en diversos museos nacionales e internacionales; de ahí que ocupe un lugar destacado en el Museo del Instituto de Geología de la UNAM.
En esta institución los cuarzos exhiben la belleza, color y forma propios de su naturaleza, sin que medie modificación alguna de las manos del hombre. Como parte de la colección se encuentra el cuarzo transparente en su estado más puro, llamado cristal de roca; el cuarzo rosa, con impurezas de manganeso y titanio, cuyo color varía de rosa pálido a intenso; el cuarzo citrino, en la gama del dorado y el marrón, que puede llegar hasta el dorado rojizo debido al contenido de materia arcillosa; el cuarzo rutilado, con presencia de pequeñas agujas de rutilo de color rojo a negro–, que penetra en cristales incoloros; y por último el cuarzo ahumado, cuya tonalidad indica la presencia de materia carbonosa.
Provienen de las minas La Aparecida, Guanajuato; Juxtlahuaca, Oaxaca; Taxco de Alarcón, Guerrero; Cacalutan y Ahuacatlan, Nayarit; así como de otros sitios en el extranjero, como Arkansas, en Estados Unidos, Suiza y Brasil.Otra variedad de importancia mundial es el cuarzo de alta temperatura llamado diamante Herkimer debido a la perfección, brillo y transparencia de algunos ejemplares. Sin embargo, no se debe confundir con los verdaderos diamantes.
LA PIEZOELECTRICIDAD DEL CUARZO
Una lámina de cuarzo adecuadamente cortada se expone a presión o tracción entre dos placas metálicas y se originan cargas eléctricas de sentido contrario sobre las dos caras opuestas –en lo que se conoce como piezoelectricidad–. Por ello, la estructura cristalina del cuarzo ha hecho de este mineral una sustancia de enorme uso en el campo electrónico.
Muchas son las aplicaciones de este fenómeno, como los mecheros y los encendedores piezoeléctricos y sobre todo para el control de las frecuencias de oscilación de los circuitos eléctricos, que han permitido la extraordinaria precisión que encontramos en los relojes de cuarzo. Otras aplicaciones son en la elaboración de tubos, varillas, placas, crisoles, cápsulas, aisladores, productos semiacabados de cristal de cuarzo natural; en la fabricación de microchips y piezas para reactores, aplicaciones ópticas, así como fundas de cristal de cuarzo dotado y sin dotar para lámparas especiales.