Los dragones de la Nueva España

Los cocodrilos han tenido uno de sus más espectaculares desarrollos evolutivos en el continente americano, y en especial, en la antigua Nueva España, heredera de las tradiciones, mitos y leyendas del Viejo Mundo. Actualmente, sus 23 especies vivientes se agrupan en tres familias: los cocodrílidos (cocodrilos), los aligatórinos (caimanes o aligátores) y los gaviálidos (gaviales). Todos siguen una estructura morfológica definida que les ha permitido sobre- vivir a lo largo de millones de años: un hocico provisto de agudos dientes adaptados para una dieta carnívora -peces, aves y mamíferos, aunque el alimento principal de las crías son insectos y otros invertebrados-, un cuerpo protegido por una piel acorazada, pero flexible, y una poderosa cola para impulsar su navegación.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a América e hicieron llamar Nueva España a los actuales territorios de México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y la zona occidental de Estados Unidos, reconocieron en estas tierras la efigie de sus míticos dragones en la figura de los cocodrilos que pululaban por doquier, y a los que ellos optaron por llamar fieros lagartos.

Respecto a los cocodrílidos y a los aligatórinos, ambos tienen un par de dientes grandes cerca de la porción delantera de la mandíbula inferior. En los primeros, estos dos dientes encajan en sendas muescas de la mandíbula superior y son visibles cuando el hocico está cerrado, mientras en los segundos penetran en unas cavidades óseas en la mandíbula superior, por lo que al cerrar el hocico éstos quedan ocultos. Por su parte, el hocico de los gaviálidos es extremadamente largo y delgado.

Los cocodrílidos habitan por todas las zonas tropicales del planeta. Con excepción del caimán chino-Alligator sinensis-,las siete especies restantes de aligatórinos se encuentran sólo en América y sobre todo en Sudamérica. Los gaviálidos cuentan con un representante, el gavial de la India-Cavialis gangeticus-,que se extiende por Asia meridional, desde los ríos Indo al Irawadi, pero ausente en todo el sur de la India.

A estos reptiles se les llama de sangre fría, porque no pueden mantener la temperatura de su cuerpo libre de amplias variaciones, como lo hacen los mamíferos y las aves. De tal modo, necesitan tumbarse al sol para calentarse o ponerse bajo el agua o a la sombra de un árbol para enfriarse. Sus sentidos de la vista, el olfato, el tacto y el oído se encuentran altamente desarrollados.

LAS ESPECIES DE LA NUEVA ESPAÑA

Al igual que lo hicieron los conquistadores, aún es posible contemplar cuatro especies de cocodrilos dentro de lo que fue la Nueva España, en tanto en el actual territorio mexicano sólo existen tres: el cocodrilo de río-Crocodylus acutus-,el de pantano-Crocodylus moreletii-,el caimán-Caiman crocodilus-.Por fortuna, desde las vedas de hace más de treinta años y gracias a los esfuerzos de investigadores, conservacionistas y empresarios, su situación poblacional ha mejorado notablemente, aunque estuvieron apunto de extinguirse.

EL COCODRILO DE RÍO

Es el más grande, pues oscila entre los cinco y siete metros de longitud. Su hocico es notablemente agudo y largo, y posee una sutil protuberancia frente a los ojos. Su coloración general es gris pálido, con un tinte verdoso o amarillo.

Habita en las lagunas costeras y los ríos, aunque también puede ocupar cuerpos de agua en campos de golf y áreas urbanas. En ocasiones se le ve surcando las aguas del mar o tomando el sol sobre la playa. Es el único cocodrilo americano con amplia distribución, pues se le encuentra desde el sur de la Florida, la costa del Pacífico a la península de Yucatán en México, Centroamérica, las islas del Caribe y la porción norte de Sudamérica.

Las hembras de esta especie colocan hasta 60 huevos en agujeros excavados en la arena o barro mezclado con hojarasca. Los adultos, en especial las hembras, desarrollan conductas de cuidados maternales, como protección y vigilancia del nido, así como el transporte de las crías en el hocico hasta el agua.

La temporada de anidación varía de acuerdo con la localidad, entre enero y febrero, o hasta marzo y mayo. Por otro lado, se estima que sus poblaciones salvajes oscilan entre diez y veinte mil ejemplares; sin embargo, según el cúmulo de información generada hasta hoy, al parecer estas cifras están subestimadas. Independiente de esto, la pérdida de hábitats naturales ante el desarrollo urbano de la costa resulta uno de sus principales problemas para subsistir.

EL COCODRILO DE PANTANO

Es un poco más pequeño que el de río, pues alcanza en promedio los tres metros de longitud y es de color pardo con manchas amarillentas. El hocico es algo más corto y ancho que el de río, además de poseer ojos grandes y saltones pardo dorado. La piel es bastante delgada, por lo cual ha sido muy codiciada para el comercio.

Tiene una distribución restringida y se le encuentra desde el centro de los estados mexicanos de Tamaulipas, pasando por San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco, Campeche, la península de Yucatán y en la zona norte de Chiapas, así como en Belice y la región del Petén en Guatemala. Esta especie prefiere vivir en las aguas de ríos, lagos y pantanos con vasta vegetación o dentro de los bosques.

Por otra parte, el cocodrilo de pantano, al igual que el caimán, no excava su nido, sino que acumula hojarasca hasta formar un montículo. La hembra pone entre 20 a 49 huevos durante la época reproductiva que inicia con la construcción del nido al comienzo de la temporada de lluvias -desde abril hasta julio- y finaliza con el nacimiento de las crías de septiembre a octubre. Asimismo, igual que los caimanes, tanto la hembra tomo el macho proporcionan cuidados al nido y a las crías. Mas, lo sobresaliente en esta especie es su formidable recuperación, pues según investigaciones recientes en México hay una población potencial de alrededor de 120mil ejemplares sexualmente maduros. De igual forma, su reproducción en cautiverio es un éxito en las dos granjas especializadas del país.

EL CAIMÁN

En Oaxaca y Chiapas, toda Centroamérica y gran parte de Sudamérica se localiza al caimán, la más pequeña de las cuatro especies de cocodrilos que habitan en la antigua Nueva España, pues los. machos alcanzan una longitud de dos metros y las hembras de 1.20 m. Su color es amarillo u oscuro con numerosas manchas negras y presenta un hocico más corto y ancho que el de los otros cocodrilos, así como una especie de cuernos sobre los ojos, por la cual también se le llama calman de anteojos.

Esta especie acostumbra guarecerse en cuevas y en oquedades bajo las raíces de los árboles. Habita en lagos, ríos, arroyos y pantanos, así como en ambientes salobres. La época de anidación se presenta entre los meses de abril a agosto o hasta septiembre, en tanto la hembra puede depositar entre 20 a 30 huevos en el nido.

En México, la crianza de caimanes ha sido exitosa. Sin embargo, dado lo restringido de su hábitat, aún están amenazados por la caza furtiva y la pérdida de sus ambientes naturales.

UN CASO APARTE, EL CAIMÁN DEL MISSISSIPPI

Ha sido protegido con mucha efectividad por las leyes estadounidenses, por lo que en la actualidad sus poblaciones silvestres registran el millón de ejemplares. Se encuentra ampliamente estudiado, tanto en cautiverio como en el medio silvestre. Por tanto, se le considera una especie con bajo riesgo de extinción.

Su hábitat está constituido por pantanos, humedales, ríos, lagos y pequeños cuerpos de agua del sureste norteamericano. A pesar de habitar en áreas con agua dulce, puede vivir en ambientes salobres como los manglares. Además, es común que trate de colonizar áreas urbanas como campos de golf y zonas residenciales.

Este caimán posee un hocico llamativamente plano, con forma de parábola, cuya longitud es una vez y media el ancho de su base. Los ojos son amarillentos y su pupila ante la luz se muestra como una abertura elíptica vertical. Los ejemplares adultos alcanzan una longitud de cuatro a cinco metros. Durante la etapa reproductiva, la hembra deposita de20 a 50 huevos en un nido monticular construido con Iodo y hojarasca.

CONOCIMIENTO Y RESPETO

Finalmente, diversos investigadores han llegado a la conclusión de que la declinación de las poblaciones de reptiles, entre ellas las de los cocodrilos, es producto de seis factores importantes: pérdida y degradación del hábitat, introducción de especies exóticas que desplazan a las naturales, contaminación, enfermedades, uso desordenado de los recursos y cambio climático. A estos seis se agrega uno más: la ignorancia, la cual provoca que tomemos malas decisiones con relación al uso y aprovechamiento de los recursos, o que juzguemos a las especies porsu apariencia “buena” o “mala”.

Fuente: México desconocido No. 325 / marzo 2004

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