Macabil: receta de la botana más irresistible de Chiapas
Macabil es la botana de Chiapas que todos quieren probar: una salchicha de pescado con sabor único que conquista paladares y botaneros.
En Chiapas el macabil es mucho más que una botana popular: es una joya gastronómica que pocos foráneos conocen, pero que todo chiapaneco reconoce al instante.
En los botaneros de la costa, donde la cerveza fría nunca falta y la música suena alto, este manjar se ha ganado un lugar especial gracias a su sabor inconfundible y su peculiar historia. ¿Aún no lo has probado? Aquí te contamos por qué deberías hacerlo cuanto antes.
El macabil: entre cerveza fría y sabor costeño
Los botaneros en Chiapas son más que simples bares: son espacios donde la comida, la charla y la música se mezclan sin prisa. Y entre todas las opciones que llegan a la mesa para acompañar la bebida, el macabil destaca por su sabor intenso, su preparación artesanal y su carácter casero.
El nombre proviene del pez con el que se elabora, una especie que se captura en las aguas del estado y que ha dado pie a una receta que mezcla tradición, ingenio y sazón local.
A diferencia de otras botanas que se sirven en estos lugares, el macabil no se improvisa: requiere tiempo, técnica y conocimiento. Y aunque su aspecto recuerda al de una salchicha, su sabor no se parece a nada que hayas probado antes.
¿Qué lleva el auténtico macabil chiapaneco?
La receta del macabil combina ingredientes sencillos pero potentes. Para prepararlo al estilo tradicional necesitas:
- 1 kg de macabil, limpio y sin espinas
- 200 g de jitomate, picado
- 100 g de cebolla, picada
- 50 g de chile verde, picado
- 50 g de cilantro, picado
- 2 huevos
- 60 g de mayonesa
- 2 g de achiote
- Sal al gusto
- 1.5 litros de agua
Paso a paso: así se prepara el macabil de Chiapas
Una vez que tienes todos los ingredientes listos, el procedimiento es parte de lo que le da su sabor característico. Primero, hay que lavar, desinfectar y picar el jitomate, la cebolla, el chile verde y el cilantro. Después, se retiran las espinas del macabil hasta obtener únicamente su pulpa.
Luego, se mezclan todos los ingredientes: pulpa de pescado, vegetales, mayonesa, achiote, huevos y sal, hasta formar una masa uniforme. Con esta mezcla se forman rollos envueltos en papel aluminio, que deben apretarse bien para conservar su forma.
Los rollos se colocan en agua hirviendo y se cuecen durante 45 minutos. Al terminar la cocción, se retiran, se escurren y se les quita el papel aluminio. El último paso consiste en freírlos en aceite caliente, lo que les da esa textura crujiente por fuera y jugosa por dentro.
Para servirlos como dicta la tradición, acompáñalos con salsa mexicana, jugo de limón y unas rebanadas de chile jalapeño.
Mucho más que una botana
El macabil no solo refleja el sabor del mar y de la tierra chiapaneca, también representa el ingenio de una cocina que se forjó al margen de los reflectores. En cada botanero donde se sirve, este platillo reafirma su papel como símbolo de identidad culinaria, como un antojo que une a quienes lo comparten y como una joya gastronómica que merece mayor reconocimiento.
Así que la próxima vez que recorras Chiapas y escuches el murmullo de un botanero lleno, no lo pienses demasiado: entra, pide un macabil y descubre por qué esta botana se ha convertido en uno de los sabores más representativos del estado.
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