Mineral de Pozos
Viaja al estado de Guanajuato y déjate conquistar por esta población cuyas construcciones “que evocan aquellos tiempos de bonanza minera”, hoy le otorgan un aire de pueblo fantasma.
Vive una experiencia única:
Vuelo en Globo San Miguel de Allende
Enclavado en el semidesierto guanajuatense, Mineral de Pozos -conocido como un “pueblo fantasma”- fue abandonado dos veces por sus habitantes desde su fundación. Sin embargo, este Pueblo Mágico hoy renace gracias a la llegada de gente proveniente de lugares lejanos y de los descendientes de los antiguos mineros que rescatan las viejas casonas, plazas y callejones.
En los alrededores, conserva los vestigios centenarios de las minas y haciendas de beneficio que recuerdan la riqueza de sus vetas argentíferas y auríferas. Desde los profundos túneles que lo atraviesan, los visitantes podrán escuchar los rumores de las leyendas e historias de esta solitaria tierra.
Lo típico
Alrededor del Jardín Juárez encontrarás algunas galerías de arte y tiendas con obras de artistas locales y artesanías típicas de la región, como Artesanías García. De lo más tradicional son las muñecas vestidas con su traje regional, encuéntralas en Manos Creativas. Si prefieres la joyería de plata, ve a Arte y Diseño de Pozos.
En la calle de Leandro Valle hallarás la tienda El Corazón Endiosado, donde se fabrican instrumentos prehispánicos y donde Marco Antonio Sánchez ensaya con su grupo, que es el más añejo y conocido de la región. También de instrumentos musicales están Camino de Piedra y La Casa del Venado Azul, donde además encontrarás arte prehispánico.
Cuando estés por la Mina de los Cinco Señores pasa a la casa-taller de Arturo Cabrera, un escultor que trabaja la lámina martillada.
¿Quieres escaparte a Guanajuato? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable
Jardín Juárez
Se trata de una plaza que tiene en el centro un hermoso quiosco y que está rodeada por preciosas casonas restauradas, algunas habilitadas como hoteles boutique, galerías y tiendas de artesanías y de diseño de joyas. A un costado está la Parroquia de San Pedro, del siglo XVIII, con su espectacular cúpula y su austero interior, decorado con frescos de época y con un discreto atrio.
La Capilla de San Antonio de Padua que, aunque inconclusa, es interesante por su magnificencia. Muy cerca se encuentra también la pequeña Capilla de la Misericordia, la más antigua; su vieja fachada está enmarcada por enormes órganos y sus nichos y recovecos barrocos guardan misteriosos secretos.
Galerías de arte
El nuevo esplendor que Mineral de Pozos recobró a finales del siglo pasado se debió al asentamiento de artistas nacionales y extranjeros en diferentes tiendas y galerías que hoy muestran sus obras de pintura, escultura y fotografía, así como antigüedades y artesanías. No puedes regresar a casa sin una de estas bellas piezas.
Visita La Fama, una antigua tienda donde se exhiben artesanías finas de la región, así como muebles tallados y textiles. A unos pasos está la Galería 6, que hospeda a su vez la casa de huéspedes El Secreto. Se trata de una casona de techos altos con jardines para leer y varias esculturas, perfecta para un descanso.
Un paseo por las minas
Es recomendable tomar un automóvil para conocer las minas que otrora brindaban esplendor a este Pueblo Mágico. Una de las minas más importantes y simbólicas de Pozos es la de Santa Brígida, a sólo 15 minutos. Llegando destacan los tres chacuacos de la fundidora, también conocido como Hornos Jesuitas, que contrastan con el infinito paisaje semidesértico; y las cactáceas y matorrales que abrazan las viejas estructuras que algún día tuvieron una prolífica actividad. Además de las viejas fachadas, llaman la atención los profundos pozos y tiros mineros que parecen no tener fin. Enormes estructuras de piedra encierran túneles, arcos y pasillos todavía con aromas de azogue y hierro, de plata y oro.
En la zona más poblada de minas y haciendas de beneficio se localiza la Antigua Escuela Modelo, que en el siglo XIX fue de las más importantes del estado. A un lado está el acueducto que dotaba a la población del vital líquido y, siguiendo el camino de terracería, está la Mina de los Cinco Señores, con espectaculares vistas de cerros y valles. Tiene amplios patios, ventanales, tiros y pozos.
Unos pasos adelante está la Mina San Rafael, donde podrás adentrarte por sus túneles con ayuda de un guía para ver las marcas que los mineros dejaron años atrás para indicar dónde había oro y plata, al tiempo que escuchas todo tipo de leyendas.
Cerro Pelón
Sube a caballo a este cerro rodeado de minas y haciendas, desde donde tendrás una vista espectacular.
Rancho de la Lavanda
Está a 10 minutos del pueblo. Aquí podrás conocer todo el proceso de extracción mientras visitas sus áreas de producción y secado, y al final podrás comprar artículos elaborados con esta planta en su tienda, donde venden esencias y cosméticos de lavanda.
- Originalmente este Pueblo Mágico fue un asentamiento chichimeca, pero con la llegada de los españoles se volvió una villa agrícola. Tras el descubrimiento de la Mina de Santa Brígida -con oro, plata, cobre, plomo, zinc y mercurio-, se convirtió en uno de los centros mineros más importantes de la región.
- Mineral de Pozos fue originalmente un asentamiento chichimeca hasta la llegada de los españoles que lo fundaron en el siglo XVIII dedicándose principalmente a la agricultura. Sin embargo, a partir del descubrimiento de la mina de Santa Brígida (que alojaba oro, plata, cobre, plomo, zinc y mercurio) este pequeño poblado se convirtió en un importante centro dedicado a la explotación minera hasta el abandono causado por los movimientos de Independencia y, más adelante, por la Guerra Cristera.
- No fue sino hasta la década de los 90 cuando resurgió como potencial turístico en parte por el misterio que genera el título de “pueblo fantasma” y también por la construcción de pequeños hoteles boutique y galerías de arte.