Minimalismo, la tendencia de tener pocas cosas para ser felices
En México el minimalismo comienza a ser una realidad. Cada vez más personas deciden vivir con menos cosas.
Solemos pensar que cantidad es igual a calidad de vida, que si poseemos más cosas, tendremos mayor calidad de vida. Sin embargo, ya los filósofos, santos y sabios del mundo antiguo habían reflexionado sobre la relación entre minimalismo y felicidad. Por ejemplo, el pensador chino Lao-Tsé nos dice: “Quien no es feliz con poco, no lo será con mucho.”
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En contraste, durante los últimos años se ha promovido la sociedad de consumo. Los productos son equiparados con experiencias de vida en los eslóganes de mercadotecnia, generando una compulsión por el poseer, dejando atrás ideas como el “buen vivir”.
El secreto se encuentra en el valor que atribuimos a las cosas, en el cómo nuestra imaginación es capaz de dotar significados a un objeto. Lamentablemente, el problema no se detiene en un acto psicológico compulsivo, la situación actual nos muestra que la sociedad de consumo se ha transformado en un verdadero riesgo para el planeta.
Ante ello, algunos grupos empiezan a hacer frente al problema, comprometiendo a la totalidad su modo de vida. Ejemplo de ello es la del editor japonés del diario The Guardian, Fumio Sasaki. En un texto publicado en 2017, Sasaki relata cómo se deshizo de sus cosas para tener una vida minimalista y cómo ha favorecido su vida.
“Vivir con sólo lo esencial no sólo me ha brindado beneficios superficiales, como el placer de una habitación limpia o simplificar la limpieza, sino que también me ha llevado a un giro más fundamental. Me ha dado la oportunidad de pensar lo que realmente significa ser feliz.”
El minimalismo, un aliado de la salud mental
Gracias a ello, Sasaki piensa que se ha liberado de la idea del valor de las personas vinculado al dinero, en el que existe una relación entre capacidad de consumo y valor social. El minimalismo, debido a su simplicidad y a que sólo provee de lo esencial, libera a la mente de las convenciones y prejuicios materialistas, que día a día atormenta por lo que debe tener.
Por otra parte, debido al carácter ritual del ser humano, deshacerse de las cosas también puede implicar una ligereza psicológica y visual del espacio en que habitamos.
De acuerdo con Sasaki, cuando él se liberó de sus objetos y del hábito de consumo constante, también se liberó de la costumbre esclavizante de compararse con otros.
Aunque es consciente de que hay personas que no están apegadas a los objetos que poseen, aún cuando sean muchos, y que también hay quienes son capaces de sobrevivir victoriosamente sobre el caos, Sasaki piensa que el minimalismo es la mejor opción para las personas comunes.
“Todos quieren ser felices. Pero intentar comprar la felicidad sólo te hace feliz por un rato. Estamos perdidos cuando se trata de la verdadera felicidad.”
Fumio Sasaki
Entre las grandes ventajas que se encuentran al implementar este estilo de vida inspirado en el pensamiento zen, se encuentran una mejor salubridad y facilidad de limpieza, espacios más estéticos y ventilados y mayor orden.
Una tendencia en ascenso en México
En México, el movimiento minimalista denota una mayor presencia. Un par de zapatos, un par de pantalones de mezclilla y cuatro playeras de colores discretos.
En la cocina dos vasos, dos tazas, dos juegos de cubiertos y lo necesario para cocinar. Las casas o departamentos parecieran estar vacías, con a penas los muebles necesarios para trabajar, leer un libro o comer.
Cada vez son más las personas, principalmente jóvenes, que buscan vivir sólo con lo necesario y, de este modo, encontrar la felicidad en otros aspectos de la vida humana.
Es probable que en los próximos años comencemos a ser testigos del paulatino abandono de la sociedad de consumo. Como consecuencia, las nuevas generaciones podrían enfocar sus recursos financieros en objetivos más grandes, reales y humanos, que la acumulación de objetos.
