Descubren muro novohispano en La Lagunilla de la Ciudad de México
El descubrimiento de un muro novohispano se dio en la calle Ignacio Comonfort en La Lagunilla de la CDMX ¡Descubre su significado y el de los objetos hallados a su alrededor!
El INAH reportó el descubrimiento de un muro novohispano del siglo XVIII en La Lagunilla, específicamente en la calle Ignacio Comonfort; una de las calles con mayor afluencia de personas y vehículos en el Centro Histórico de la CDMX.
La Ciudad de México, antes la gran Tenochtitlán, sigue revelando su glorioso pasado como si la urbe prehispánica todavía tuviera mucho que decir.
Entre sus modernos edificios y caminos en constante evolución, las paredes de lo que alguna vez fueron pirámides o templos y los objetos que sus habitantes utilizaban todos los días, resurgen de entre la tierra que vio caer al imperio azteca.
Muy cerca del Templo Mayor, aquél lugar en el que comenzó el final para los mexicas, exactamente en la calle Ignacio Comonfort (antes el barrio prehispánico de Cuepopan); se encontraron vestigios arquitectónicos de lo que alguna vez fue el muro de alguna construcción virreinal, construido justo después de la conquista.
Descubre los detalles del descubrimiento y el significado de los objetos hallados, así como la importante labor que el equipo de salvamento del INAH cumple, al darle seguimiento a los trabajos de orden público que se llevan a cabo en la CDMX y que indirectamente, mueven los cimientos de la ciudad, dejando entrever su pasado prehispánico.
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INAH descubre un muro novohispano en el Centro Histórico de la CDMX
Un muro de carácter novohispano que podría datar del siglo XVIII fue descubierto por el INAH en la calle Ignacio Comonfort del Centro Histórico de la Ciudad de México. El hallazgo se dio gracias al seguimiento que los arqueólogos le dan a los trabajos de infraestructura pública a cargo de la Secretaría de Obras y Servicios; de la mano con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
Juan Carlos Equihua Manrique, coordinador del equipo arqueológico de salvamento, comentó que fueron proyectos de sustitución de drenaje lo que llevó al equipo a bajar 2.50 metros de la superficie, hecho que dio pie a encontrar el muro.
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Las características del muro
El muro novohispano se detectó a 60 centímetros por debajo de la superficie y mide alrededor de 1 metro de altura por 20 de largo.
¿Cómo se salvó de la destrucción? Se teoriza que fue gracias a los durmientes del tranvía que se construyeron alrededor de 1970, lo que impidió que obras posteriores afecten al subsuelo.
Mediante una excavación extensiva, hemos liberado aproximadamente 20 metros de longitud de un muro exterior que corre de norte a sur; el cual, por sus características constructivas, podría datar del siglo XVIII.
Tiene calzas de 50 centímetros que lo refuerzan y está hecho a base de piedras de tezontle y basalto pegadas con barro, mientras que los vanos y los tres accesos que se distribuyen a lo largo de él son de cantera.
Tenemos remanentes del acabado del muro en el lado sur: Un estuco de cal y arena. También registramos restos del piso, porque esta pared debió contar con una buena cimentación debido a la inestabilidad del terreno.
Recordemos que nos encontramos en una sección de la parcialidad Cuepopan, asentada en un suelo fangoso de México-Tenochtitlan, por eso sería nombrada como La Lagunilla.
Juan Carlos Equihua Manrique, coordinador del INAH
El equipo de arqueología puntualizó que aún se debe analizar el propósito del recinto al que perteneció el muro novohispano; pues la zona en la que se encuentra siempre fue habitada y pudo haber sido una vivienda, un hospital, un colegio, etc.
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Los objetos que se encontraron junto al muro
La arqueóloga Claudia Nicolás, explicó que los objetos que pudieron recuperarse de la excavación pertenecen al periodo de transición de Tenochtitlán a la Nueva España. Entre las reliquias recuperadas hay huesos humanos y de animales convertidos en omichicahuaztli, un instrumento musical prehispánico. También se encontraron objetos de cerámica, manos de metate, cuchillos de obsidiana y clavos para construir.
Son de barro, de molde, son figurillas antropomorfas, lo que prevalece más son mujeres, como puede ver; las cuales tienen sus tocados y peinados, están en posición con las manos cintura.
Arqueóloga Claudia Nicolás
La experta reveló que por debajo del muro se pudieron identificar una serie de cajetes de soporte trípode que se sospecha son vestigios mexicas o de la época colonial temprana. Se cree que pudieron ser parte de una ofrenda, pero hasta el momento solo es una teoría.
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¿Qué sigue? Continúan las investigaciones
El INAH dijo que el muro novohispano se encuentra en buenas condiciones, por lo que será preservado para continuar la investigación y muy probablemente se convierta en una ventana arqueológica más hacia la mítica Tenochtitlán.
El equipo de salvamento arqueológico notificó que tiene indicios de un posible descubrimiento justo debajo de la Iglesia de Santa Catarina, pero por lo pronto, hace falta excavar y explorar los tesoros que pueden estar ocultos en el subsuelo.
Los trabajos para la renovación de pavimentos, rehabilitación de alumbrado público y sustitución de drenaje continuarán a lo largo y ancho de un área con 6 mil 550 metros cuadrados entre las calles República de Honduras y Eje 1 Norte. El equipo de rescate arqueológico dará seguimiento a los proyectos para salvaguardar la identidad nacional, que merece ser rescatada, estudiada y preservada.