Nobuyuki Kamata: El primer entrenador de ping pong en México
Con la llegada del japonés Nobuyuki Kamata, la historia de México en el ping pong cambió para siempre: las delegaciones dejaron de perder todos sus partidos.
La primera vez que México compitió en un Mundial de tenis de mesa o ping pong fue en 1971, en Nagoya, Japón, justo cuando se estaba gestando la llamada “Diplomacia del ping pong”, suceso que permitiría restablecer relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China.
Los resultados del equipo mexicano en esta primera experiencia mundialista –como era de esperarse– fueron muy malos, pues perdieron todos sus encuentros. Sobre esta situación, se presentaría una anécdota cómica: el jugador mexicano Jesús Gil jugó el torneo con una raqueta de madera sin hules. Así que se oía por todo el gimnasio el “tlac” que hacía la pelota al golpear su raqueta. Varios jugadores de diferentes países se acercaron con curiosidad para ver jugar a Jesús Gil. Él pensó que el hecho que lo estuvieran viendo era porque jugaba muy bien, sin embargo, lo observaban porque el uso de raquetas de madera sin hules ya había quedado en el pasado. Jesús Gil no notó que en realidad algunos jugadores se reían de él. Se les había aparecido un “dinosaurio”.
En este mundial no sólo sucedió esta anécdota que tanto le gustaba contar al jugador Manuel Silva, sino que también se daría uno de los encuentros que cambiaría el tenis de mesa nacional de forma radical.
En el último día de competencia, los jugadores mexicanos Roberto Otero y Manuel Silva estaban peloteando en una de las mesas, cuando se les ocurrió invitar a bolear –por medio de una traductora– al único jugador que se encontraba en ese momento en el gimnasio: el japonés Nobuyuki Kamata.
Posteriormente a este encuentro, el presidente de la Federación mexicana, el doctor Helios Farrel le propondría ser entrenador de la selección nacional. Si bien Kamata ya había acordado irse como entrenador a Ghana, la propuesta de México era difícil de superar: El Comité Olímpico Mexicano le pagaría mil dólares al mes por su trabajo de entrenador. De esta manera, siendo trabajador de una fábrica en Japón, con un sueldo muy bajo, Nobuyuki Kamata tomó esta gran oportunidad.
La Revolución de Kamata en el ping pong mexicano
Cuando Kamata llegó a México en septiembre de 1971, el tenis de mesa nacional era “artesanal” y sin técnica. Los jugadores jugaban de manera intuitiva y distaba mucho la forma de juego de cómo se jugaba a nivel profesional. Tampoco se tenía el material adecuado pues muchos de los jugadores mexicanos jugaban con raquetas de madera sin hule, cuando eso ya había quedado en el pasado. Al ver esta situación, Kamata introdujo las raquetas adecuadas a México y tomó la decisión de hacer una nueva generación de jugadores.
Para este propósito hizo una convocatoria, para seleccionar a niños de entre 13 y 15 años que conformarían el nuevo equipo nacional. De esta manera, a los jóvenes que asistieron, les puso una serie de pruebas físicas muy pesadas: carreras de resistencia y velocidad, lagartijas, abdominales, etc. El objetivo era seleccionar a los más hábiles. De 45 aspirantes se quedaron sólo 25 adolescentes. A esta convocatoría asistió el reconocido escritor Juan Villoro, quien de esta experiencia escribiría lo siguiente en el periódico Reforma:
«A principios de los años setenta ocurrió una revolución en espacios bastante reducidos: las mesas de ping pong. Nobuyuki Kamata, entrenador japonés, llegó al Centro Deportivo Olímpico Mexicano a renovar el top-spin. Formé parte de la primera convocatoria para la selección nacional, pero no pude quedarme, a diferencia de mi hermana Carmen, que llegó a ser campeona y representó a México en China.»
Un antes y un después
Kamata expresaría tiempo después que no sabía “cómo habían aguantado” los adolescentes las pruebas físicas tan rigurosas que les puso. También, el gran jugador mexicano Armando Quintero diría que si sabía el verdadero significado de la palabra disciplina fue gracias al entrenamiento del jugador japonés.
Antes de que llegara Kamata a México, el equipo nacional perdía todos sus partidos contra los jugadores cubanos en la Copa Hidalgo-Martí, torneo que se celebraba entre estas dos naciones cada año. Pero a partir de su trabajo como entrenador, el equipo mexicano se igualó en nivel al equipo cubano que tenía mucha experiencia internacional. El jugador cubano Ricardo de Armas se expresaría de la siguiente manera de Nobuyuki Kamata: “El sensei cambió la concepción del tenis de mesa en México y, creo, sin temor a equivocarme que hay un antes y un después de Kamata en México”.
Nobuyuki Kamata formó a jugadores como Sergio García de León, Armando Quintero, Carmen Villoro, Diana Guillén y a los jugadores que ganaron por equipos el primer Torneo Latinoamericano de Tenis de Mesa en 1978: Francisco Méndez, Roberto Otero, Sergio Sanchez y Jorge Savala. Fue la primera medalla de oro ganada por México a nivel regional.