Nuestra Señora del Pilar de la Paz Airapí
Está dotada por el dicho señor marqués de Villapuente, como las antecedentes.
Está dotada por el dicho señor marqués de Villapuente, como las antecedentes. Se fundó el año de 1719 en el paraje nombrado La Paz, en la bahía de dicho nombre del Golfo, en la altura de 23º 4 minutos. Después de algunos años se mudó al paraje nombrado Todos Santos, cuasi en la misma altura, pero a la banda del poniente, como media legua distante de la playa del Mar Grande o Pacífico. Dista de la de Santiago como treinta leguas a causa del rodeo que se hace, porque no da lugar ir derecho la sierra alta. Administraron esta misión los dichos padres de la Compañía de Jesús desde su fundación hasta su salida, que fue al mismo tiempo que la antecedente, y por abril de 1768 entró a cargo del colegio, recibiéndola como ministro el padre Fr. Juan Ramos de Lora.
Viendo el ilustrísimo señor visitador, en la visita que a ella hizo, el paraje tan bueno y muy abundante de tierras y aguas, que tenía tan pocos indios y contaminados del gálico, determinó se mudasen a Santiago, como ya dije, y que ésta se poblase de toda la nación guicura, de que se componían las dos misiones de La Pasión y San Luis Gonzaga, por no ser estos sitios a propósito para mantenerlos en poblado por la falta de tierras y carestía de aguas. Así se ejecutó por septiembre de 1768, avecindándose a ésta más de setecientas almas, quedando del todo extinguidas las dos dichas.
Los nuevos pobladores han sido tan mal agradecidos al bien que se les hizo de mejorarles de fortuna, que no han querido hacer pie en ella, y sólo a fuerza de amenazas y castigos han hecho alguna mansión, pero más para destruir lo que tiene la misión que para adelantarlo; de tal manera, que a no haber usado el arbitrio del señor visitador de poner sirvientes de afuera asalariados y mayordomos para el cultivo de las fierras, se hubiera acabado del todo la misión, siendo no pocos los gastos que ocasionan sus deserciones, manteniendo gente que no hace otra cosa que ir en busca de los desertores. La contagiosa epidemia que ya dije destruyó la misión, muriendo muchos en ella v no pocos en los cerros; por esta causa se halla hoy en día con ciento setenta almas de padrón, y éstas, como treinta, huidos de ella viviendo en los montes.
El estado de la misión y el adelantamiento que ha tenido en el tiempo que ha corrido al cuidado del padre Ramos, lo habrá ya visto vuestra reverencia en los inventarios de dicha misión que le envié por mano de dicho padre Ramos, que son corno cuatrocientas cabezas de ganado vacuno, entre manso y de rodeo, a más del mucho alzado que no se puede contar; cien cabezas yeguas y potrancas; cuarenta caballos; setenta mulas; cien cabezas de ganado menor de lana; ciento cincuenta de pelo, a más de los alcances que pasan de 4,000 pesos, habiendo aumentado mucha herramienta y útiles de la casa, corno también ornamentos y utensilios de sacristía. También habrá leído, en la renuncia que hice al señor gobernador, la poca esperanza que hay en lo espiritual.
Espero que enterado vuestra reverencia de los motivos que expongo en dicha consulta, tomará con empeño el acalorar que se admita la renuncia; sobre cuyo punto y demás pertenecientes a esta misión, informará a vuestra reverencia el dicho padre Ramos, que a ese fin salió de esta misión de Loreto el 15 de enero inmediato (1772). Hállanse administrando dicha misión el padre Fr. Marcelino Senra y Fr. Miguel Sánchez.