Pelea de Xochimilcas, un rito de purificación en la sierra de Guerrero
Se tiene la creencia que los enfrentamientos durante la Pelea de Xochimilcas ayuda a los participantes a purifcar sus almas previo a la Cuaresma.
¿Estarías dispuesto a una pelea a puño limpio para purificar tu alma? Este ritual conocido como la «Pelea de Xochimilcas» se realiza año con año en la sierra de Guerrero.
Los habitantes del pueblo de Zitlala, en Guerrero, realizan este rito un día antes del Miércoles de Ceniza. Se tiene la creencia de que esta pelea ayuda a los participantes a purifcar sus almas previo a la Cuaresma.
Encontronazos rituales
Durante la celebración tradicional de la Pelea de Xochimilcas, los habitantes del poblado guerrerense portan máscaras, pañuelos y trajes típicos para enfrentarse a sus contrincantes.
Las batallas se acompasan al ritmo de los tambores y al tiempo que los espectadores brindan con tragos de mezcal.
En esta tradición participan todos, desde los más pequeños hasta los más gandes, sin embargo se respeta el límite de edad entre los contrincantes.
Orígenes de la Pelea de Xochimilcas
Con esta representación ritual los varones de Zitlala, quienes visten los trajes típicos de la mujer nahua, rememoran la lucha que sus ancestros disputaron contra los xochimilcas.
En la época previa a la colonización española, los xochimilcas tuvieron una mala fama entre los habitantes nahuas. Se les consideraba un grupo de ladrones, saqueadores, maleantes y violadores.
Tras someterse a la violencia de los xochimilcas, los nahuas establecieron como estrategia de combate el vestirse de mujeres y así atacar a sus desprevenidos agresores.
Se estima que esta tradición data desde el año 1480 hasta nuestros días. Este ritual se realiza también con el objetivo de atraer las lluvias y así contar con cosechas abundantes.
Otro de los factores elementales de este rito es a sangre vertida sobre el asfalto pues, entre más se derrame, los campesinos obtienen mayores beneficios en sus tierras.
Posteriormente los peleadores que se batieron en la «arena» salen para brindar con mezcal y bailar, mientras observan el resto de los enfrentamientos.
La realización de este ritual marca el comienzo de la Cuaresma, pues una vez que limpiaron sus almas durante los enfrentamientos, los peleadores están listos para recibir la cruz en el Miércoles de Ceniza.