Plancha del Zócalo se transformó en una cancha de juego de pelota prehispánico
Este fin de semana los capitalinos pudieron admirar un partido de juego de pelota prehispánico con motivo de los 500 años de Resistencia Indígena. La representación incluyó un sacrificio.
La tarde del pasado sábado 28 de agosto, la plancha de la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México se transformó en una cancha del juego de pelota prehispánico, conocido en náhuatl como «Tlachtli», el cual es considerado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México. La actividad estuvo organizada por la compañía Mictlantecutli Juego de Pelota Prehispánico con motivo de la conmemoración de 500 años de Resistencia Indígena.
El marcador final quedó 7-5, donde el equipo ntegrado por Hutzilopochtli, “Dios de la guerra”; Tezcatlipoca, “Dios del cielo y de la tierra”; Tláloc, “Dios de la lluvia y la fertilidad”, Xipe Tótec “ Dios de la primavera” y Quetzalcóatl “Dios del viento”, resultó ganador contra el equipo de la muerte liderado por el “Señor del inframundo” Mictlantecuhtli, y conformado también por Tepeyóllotl, ”Dios de las Montañas”; ItztlacoliuhquiI, “El señor del invierno”; Xólotl “El monstruo de la tierra” y Huehuetéotl “El señor del fuego”.
“Para nosotros es muy importante presentarlo en la cuna, el ombligo de la gran Tenochtitlan, en lo que en algún momento fue la ciudad prehispánica más importante”, comentó Leonides Jiménez en entrevista, uno de los jugadores.
El juego de pelota prehispánico, una actividad conmemorativa
De acuerdo con los organizadores, este juego de pelota prehispánico presentado en la plancha es ideal para admirarse en conjunto con la maqueta, pues es una oportunidad excepcional para admirar la cultura y cosmovisión que tenían los pueblos originarios del centro de México. Según lo expresado por Jiménez, el juego de pelota prehispánico representa la lucha entre la vida y la muerte por preservar el equilibrio cósmico.
“Se dice que la luna es la pelota o puede ser el sol dependiendo para quién se dedica el juego y al momento de pasar por el aro crea un eclipse parcial o total”, afirmó el jugador.
Tras pedir permiso a los cuatro puntos cardinales, los representantes de los dioses acudieron a la plancha para jugar. Tras la victoria, también hubo una representación del sacrificio de sacrificio de Xipe Tótec, uno de los ganadores. La ambientación de música prehispánica a cargo del grupo “Amellali Cuicayotl” y la narración oral de Javier Bernal Roque, quien además de compartir algunos datos y precisiones de la cosmogonía mexica, presentó algunos versos del distinguido poeta y monarca de Texcoco, Nezahualcóyotl.
¿Cómo se juega?
El argumento del juego de pelota consiste en que los integrantes del equipo luminoso golpearán la pelota con sus caderas o con sus antebrazos buscando efectuar jugadas que sean imposibles de responder por el equipo contrario, y con ello lograr el triunfo de la luz y el nacimiento del Sol, mientras que el otro equipo buscará el predominio de la oscuridad.
El juego de pelota es una especie de oráculo, ya que al momento de llevarse a cabo la suerte queda echada; todo se reduce al movimiento de la esfera, que de un lado al otro es golpeada constantemente hasta que uno de los jugadores realiza un movimiento inesperado y ahí se suspende el juego.
Su sino se había marcado de antemano y la ceremonia final ocurre al instante. Delante de todos los espectadores el jugador será decapitado y con su sacrificio se buscará el conjuro del fin del Sol y de la destrucción del universo.
¿Quieres escaparte a Ciudad de México? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable