¿Por qué fueron exhumados los restos de Iturbide en el siglo XIX?
Los restos de Iturbide reposaron en una modesta iglesia de Tamaulipas hasta que en 1838 se trasladaron a la Catedral Metropolitana
A pesar de haber sido condenado al destierro en 1823, Agustín de Iturbide regresó de su exilio un año después para ser arrestado y fusilado. La iglesia de San Antonio de la Villa de Padilla albergaría los restos de Iturbide por 14 años.
Los restos de Iturbide ¿de un libertador o de un traidor a la patria?
Recordemos que Agustín de Iturbide consumó nuestra Independencia al entrar triunfalmente a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821; y un año después fue declarado Emperador de México.
No obstante, el levantamiento en armas de Antonio López de Santa Anna y la promulgación del plan de Casa Mata lo obligaron a abdicar en 1823 y exiliarse en Italia.
Regreso a México
Ignorando que había una sentencia de ejecución en su contra por estar fuera de la ley, Iturbide ingresa a nuestro país por Tamaulipas en julio de 1824 y el 19 de julio es fusilado. En consecuencia, fue enterrado como traidor en una tumba austera.
Exhumación de los restos de Iturbide
14 años después, el entonces presidente de México, Anastasio Bustamante, antiguo militar realista que se adhirió al Plan de Iguala y amigo de Iturbide, emitió un decreto en 1838 ordenando que sus restos fueran trasladados a la capital.
Cuenta la historia que el día de la exhumación en Padilla, la gente besó los restos del que fue monarca como si estuviera venerando a un santo. Posteriormente, éstos fueron trasladados a Ciudad Victoria, donde se le rindieron grandes honores.
Más tarde, el 25 de septiembre sus restos arribaron a la Ciudad de México y provisionalmente se colocaron en la capilla del Convento de San Francisco, en el Centro Histórico.
Asimismo, el 24 de octubre de 1838 se llevaron a cabo funerales de estado, donde el presidente Bustamante encabezó una procesión entre el convento y la Catedral Metropolitana.
Finalmente, una urna de cristal con los remanentes fue colocada en la Capilla de San Felipe de Jesús en la Catedral. Uno de los epitafios indica:
Agustín de Iturbide: Autor de la Independencia Mexicana. Compatriota Llóralo. Pasajero Admíralo. Este Monumento Guarda las Cenizas de un Héroe. Su Alma Descansa en el Seno de Dios”.
Fue voluntad de Don Anastasio Bustamante, que a su muerte, su corazón fuera enviado a la Catedral Metropolitana y depositado junto a los restos de su gran amigo, Agustín de Iturbide.
Con información de Francisco Ramos Aguirre y su artículo Los huesos de Iturbide en Victoria, publicado en 2020 en pasolibre.grecu.mx