¿Por qué se llama Honey este pueblo?
¡Este fantástico y dulce lugar está en México! Te contamos de dónde salió su nombre y por qué tienes que visitarlo.
Honey, Puebla, es hogar de algunas de las cascadas más hermosas de todo México. Es por eso que este destino atrae a miles de viajeros cada año. Pero, ¿dónde está exactamente y por qué tiene ese nombre tan curioso?
Te contamos todo acerca de Honey, Puebla, para que puedas planear tu próxima escapada a este pequeño paraíso.
¿En dónde está Honey?
Honey está ubicado en el noroeste del estado de Puebla, justo en la frontera con Hidalgo. Esta zona es parte de la Sierra Norte y, además, está atravesada por tres conjuntos montañosos.
En las montañas de Honey también nacen varias corrientes, la mayoría pasan a formar parte del poderoso Río Tuxpan al descender. Además, son estas corrientes las que crean espectaculares caídas de agua, visitadas por muchos viajeros en busca de aventuras.
¿Por qué se llama Honey?
Honey es tal vez el único municipio en México cuyo nombre es una palabra de origen anglosajón. El pueblo y municipio fueron nombrados así en honor a Richard Honey, un empresario británico que construyó una fábrica de colorantes en la zona a mediados del siglo XIX.
Originalmente, Honey llegó a la ciudad de Pachuca con tan solo 23 años. Al poco tiempo, compró una mina de hierro, la cual le sirvió para hacer una pequeña fortuna. Asimismo, con ese capital, el inglés expandió su operación y construyó más fábricas.
Una de ellas fue la que estableció en el pueblo que hoy lleva su nombre. Se trataba de una fábrica de pigmentos hechos con resinas que se encontraban en la región. Esta fábrica generó muchos empleos y se convirtió también en el principal motor de la economía y el desarrollo del pueblo.
Richard Honey llegaría a ser presidente de varios bancos y director del Ferrocarril Nacional Mexicano en el apogeo de este medio de transporte en el país. Construyó el primer puente de hierro en todo México y se convirtió en una figura importante de la élite durante el Porfiriato.
La historia no terminó del todo bien para Honey. En los años que precedieron a la Revolución, el empresario perdió casi toda su fortuna y murió en 1913, en medio del caos y la guerra.
Seis años más tarde, en 1919, el municipio que lleva su nombre se “independizó” de Huauchinango. Originalmente se llamaba Chila Honey, pero en 1993 fue rebautizado como Honey. La pronunciación más común entre los locales es “jonei”.
Qué hacer en Honey, Puebla
La atracción principal de Honey son sus imponentes cascadas y parajes naturales. El Centro Ecoturístico Cascadas Paraíso alberga diez saltos de agua, cada uno con su propio escenario y personalidad.
La cascada Arcoíris, por ejemplo, recibe su nombre porque durante cierta hora del día aparece siempre un hermoso arcoíris. El Beso, por su parte, resguarda la entrada a una cueva y sirve como cortina para los enamorados. El Vuelo del Ángel está en la parte alta del recorrido y es conocida por su impactante muro de piedra, “rebanado” en diagonal por la naturaleza con una precisión que parece quirúrgica.
En total, el recorrido por las diez cascadas tiene una duración de tres a cuatro horas, dependiendo del ritmo. El sendero está construido con puentes colgantes, barandales y miradores que permiten apreciar la belleza de la selva en todo su esplendor. Algunos de los puentes se ubican justo frente a las cascadas, lo cual es ideal para tomar buenas fotografías de estas maravillas naturales.
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Los miradores son la oportunidad perfecta para capturar los paisajes de esta región. ¡Te van a robar el aliento!
Es importante mencionar que no está permitido nadar en las cascadas, ya que caen con mucha potencia y el terreno es irregular, principalmente son pendientes rocosas. Además, en esta zona el clima es templado y el agua está demasiado fría.
Los fines de semana se instalan puestos de antojitos en diferentes puntos del trayecto, así que si en algún momento sientes que desfalleces, siempre puedes hacer una pausa para comer y tomar fuerzas.
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Si te gustan las emociones fuertes, puedes lanzarte de una tirolesa a través de las montañas de Honey. El recorrido es de 300 metros y hacerlo cuesta $100 MXN.
Y si te animas, puedes hospedarte en el mismo centro ecoturístico. Los precios de las cabañas oscilan entre los $700 y los $1000 MXN la noche, pero también es posible acampar en una zona designada por $150 MXN. Si no llevas tienda de campaña, tienes la opción de rentar una ahí.
¿Te imaginas dormir rodeado de tanta belleza?
¿Cómo llegar a Honey, Puebla?
En auto desde Puebla o la Ciudad de México, toma la autopista México-Puebla hasta el Arco Norte. Ahí, agarra la desviación a la carretera federal 132. Continúa hasta la desviación a Pahuatlán. Tómala y comenzarás a ver letreros con direcciones para llegar a Honey.
En autobús, toma un autobús a Tulancingo desde CDMX o Puebla. En Tulancingo, tendrás que tomar otro a Pahuatlán y pedir la bajada en Honey. Una vez en Honey, toma una combi a Rincón de Chila y una vez ahí podrás acceder a Cascadas Paraíso.
Abraham Bojórquez Escritor enamorado del México profundo y ancestral. Explorador, aventurero y cuentacuentos nato.