Primer gran regulador automático de la casa Chronoswiss
Del Flying Grand Regulator Open Gear sólo se fabricaron 50 unidades y cada una tiene su número de serie sobre la carátula
Cuando una persona llega a los 35 años alcanza una madurez que le permite reunir los conocimientos de experiencias pasadas para impulsarse hacia un futuro enriquecedor y brillante. Son años en los que el aprendizaje se resume en talento y expertise. Para Chronoswiss 35 años les permiten concretar ideas y materializarlas en las piezas que presenta en la actualidad. ReSec, el nombre abreviado de Flying Grand Regulator Open Gear Retrograde Second de Chronoswiss, expresa lo que 35 años de historia significan para la firma relojera. En una llamativa caja de 44 mm, es su primer reloj regulador con movimiento automático en cinco versiones: una versión de oro rosa y acero y otras 2 de acero con recubrimiento DLC Negro con indicciones en verde o rojo y una última e inédita en DLC Azul con indicaciones turquesa.
El calibre automático C.301 fue desarrollado por Chronoswiss. La construcción refinada de Open Gear hace que el mecanismo tipo regulador sea uno de los elementos que forman su atractivo diseño. Su construcción de engranes abiertos convierte el mecanismo en uno de sus principales encantos.
En la parte frontal sobre la carátula se observan los puentes de la rueda del tren, en esta ocasión tipo esqueleto que van atornillados a la carátula, convirtiéndose al mismo tiempo en parte del movimiento. La manecilla de segundos con indicación retrógrada se desliza en una escala de 120 grados y cada 30 segundos salta al comienzo en un instante. En la parte exterior se encuentra la manecilla que marca los minutos, lo que lo hace uno de sus detalles característicos al leer el tiempo.
Otros detalles notables incluyen los índices que brillan en la oscuridad, hechos de una mezcla de Super-LumiNova y cerámica. Las manecillas en forma de triángulos alargados también equipadas con incrustaciones Super-LumiNova garantizan una óptima legibilidad nocturna, especialmente diseñados por la casa suiza. Su fondo de cristal de zafiro permite admirar su movimiento.
Su bisel irradia un brillo fascinante mientras que se ajusta cómodamente a la muñeca. Independientemente de los colores de sus diferentes versiones, lo que destaca en cada pieza es el amor y la habilidad de los artesanos que armaron cada una de las piezas de esta colección limitada de la Casa de Chronoswiss en Lucerna, donde surge una fusión entre diseño innovador y artesanía.