¡Qué luzca el ámbar mexicano! (Chiapas)
Desde diciembre de 2000, el ámbar tiene un museo donde sus tonos traslúcidos alegran la vista, más allá de los vendedores ambulantes, donde habitualmente sólo podía admirársele.
Ámbar en México es sinónimo de Chiapas, productor de 90% de todo el ámbar del país; y en Chiapas, Simojovel y otros dos municipios del norte del estado. A 50 km de las montañas de este lugar, cuyo interior esconde la amarilla resina de árbol fosilizada, se encuentra San Cristóbal de las Casas y allí el Museo del Ámbar de Chiapas -ubicado en el ex convento de La Merced-, que consta de una sala con pisos y vitrinas de madera bien iluminadas para destacar las piezas, algunas de gran tamaño y otras talladas con diversas formas -marimba, copa, máscara-, así como artísticas piezas de joyería. Después de leer las cédulas y carteles se tiene un panorama general sobre la historia, propiedades, clasificación, características, extracción, tallado y comercialización de la resinaapozonalli,su nombre náhuatl. En la tienda de la institución se ofrecen al visitante joyería y trozos pulidos de ámbar, desde piezas pequeñas y sencillas de unos 30 pesos, hasta collares con grandes piezas y chapa de oro, de unos 2 500 pesos.
Pero, ¿cómo saber si el ámbar que se ofrece no es vidrio o resina sintética? El personal del museo está preparado para responder a la pregunta más frecuente del público y para demostrar que el que allí venden es de Simojovel y auténtico. -El ámbar es ligero y tibio, arde con una llama brillante y olor a incienso, que se puede detectar sin prenderlo, es soluble en alcohol y se torna opaco en la luz negra o neón, explican. Ningún visitante resiste la tentación de observar su ámbar bajo la lámpara que allí se encuentra.
Fuente: México desconocido No. 321 / noviembre 2003
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