Viaja a la ‘belle époque’ en la Quinta Gameros
De residencia oficial de Venustiano Carranza a prisión y cuartel de Villa, hoy es una de las joyas arquitectónicas de Chihuahua.
A lo largo y ancho del país hay construcciones que nos pueden relatar el pasado de México. Los estilos de construcciones y los materiales con los que se elaboraban nos pueden hablar del año en el que se construyó. Además, con un poco más de experiencia, es posible reconocer al arquitecto al que se le debe una obra. Sus interiores también relatan más sobre su contexto, sin mencionar todos los objetos que expresan quién lo habito y con qué finalidad. Así podemos conocer más de monumentos históricos como lo es la Quinta Gameros en la ciudad de Chihuahua, ¡un icono de la historia del estado!
La belle époque en México
El periodo histórico conocido como belle époque tiene gran significado para la historia de Europa, pero su impacto es mundial, ya que comprende entre el fin de la guerra franco-prusiana en 1871 —que coincide con la Segunda Revolución Industrial y la Paz armada— y el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Durante este periodo, además de los movimientos sociales, hay momentos de la modernidad que viajaron por el mundo a través de la música, el arte, la ciencia, la moda y, por supuesto, la arquitectura.
Un claro ejemplo de ello es la Quinta Gameros que Don Manuel Gameros mandó construir en 1907 como su residencia. El encargado fue el arquitecto colombiano Julio Corredor Latorre al que el entonces gobernador de Chihuahua Enrique Creel le encargó también, entre otras obras, el monumento a Benito Juárez en Ciudad Juárez. Con el desarrollo industrial en mente y con la idea de que la fineza y las buenas maneras estaban bien representadas por Francia, no es de extrañar que fuera un modelo a seguir para, entre otras cosas, representar la arquitectura moderna.
Quinta Gameros, un icono de la historia en Chihuahua
Al visitar la ciudad de Chihuahua, es una visita obligada la casa cuya superficie ocupa un terreno de 1,000 m2. Debes tomar un tiempo para disfrutar todos los detalles, empezando por los que adornan su entrada. Lo más notable son sus áreas verdes, ya que tres de sus cuatro lados están cubiertos por hermosos jardines que invitan a pasear alrededor. El siguiente detalle a observar son las cuatro figuras femeninas al lado de sendos pilares que sostienen un portal y los balcones de la planta alta.
Verás toda la ornamentación externa con gran cantidad de detalles florales, animales y de figuras humanas labradas en cantera. En su fachada principal tiene un portal al que se asciende por una escalera de mármol. Esta también enmarca una fuente de niños pescadores.
Una vez adentro, podrás ver lo magistral de su construcción, que comienza con la planta baja. La primera atracción en el interior será hacia la luz que regalan los vitrales, que iluminan la escalera de doble rampa que ondula en el fondo central del vestíbulo principal. En la planta alta, también iluminado naturalmente por un tragaluz, se pueden apreciar el comedor, la sala, las recamarás principales y un gran salón.
Un interior art nouveau
A la belle époque le siguió el modernismo, el art nouveau considerada una renovación artística y también presente en las artes decorativas de esta majestuosa construcción. En la Quinta Gameros se pueden apreciar óleos de pintores italianos y remates florales esculpidos en madera, figuras femeninas en bajorrelieve hechas por artistas europeos que en aquella época vivían en la Ciudad de México.
Desde 1971, a partir de un contrato con el INAH, la Quinta Gameros expone los muebles que decoraron los interiores de la casa de la familia Requena en la Ciudad de México. Muebles, cristalería, enrejados, remates interiores, esculturas, vajillas y joyas con estilo art nouveau que se consideraron adecuadas para habitar y exponerse en la Quinta Gameros de Chihuahua. Este hermoso espacio puedes hoy visitarlo como el Centro Cultural Universitario Quinta Gameros.
En tu próxima escapada a este destino, admira esta joya arquitectónica y pon atención a la colección de mobiliario que resguarda. Maderas talladas, caladas e incrustadas se ven en todos los muebles. Aves, ángeles, figuras humanas y animales esculpidos con exquisito lujo de detalle. Una decoración que recuerda a la naturaleza, fuente de inspiración que exalta y estiliza lo que alguna vez fue una residencia cuyo rumbo cambió por el estallido de la Revolución Mexicana.
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