Un rancho en el mar dedicado a la artesanía en BCS
Conoce este rancho cerca del mar en Baja California Sur, donde se curte la piel, se funde la herrería y se teje cestería. De cómo sucede este proceso va esta historia.
Platicando con el fotógrafo Miguel Ángel de la Cueva y el historiador Salvador Aceves, amigos de mucho tiempo atrás, descubrí uno de los proyectos artesanales más interesantes del país: Productores Sustentables Sierra la Giganta A.C., quienes diseñan y administran viajes y productos turísticos en la zona, generando diversos beneficios para los rancheros que habitan en la región.
El punto geográfico es la Sierra de la Giganta, en Baja California Sur, y el proyecto se llama: Hecho en el Rancho. Nos internamos en la zona localizada entre La Paz y Ciudad Constitución (en el corazón del valle agrícola de Santo Domingo).
Y es precisamente en la primera donde iniciamos nuestro recorrido con un gran ejemplo de pericia de los artesanos pioneros de la zona: en las ruinas de la antigua fábrica de suelas de zapatos Viosca, cercana al Teatro de la Ciudad.
Las Pocitas: un legado de fino acabado
Por fin salimos con dirección a Ciudad Constitución. Siguiendo la carretera Núm. 1, nos detuvimos en el Km 112, en la comunidad de Las Pocitas, en donde se localiza la tienda artesanal de Productores Sustentables Sierra La Giganta, dedicada a representar habitantes de la región.
Ahí se comercializan los productos de 170 proveedores a través de un modelo integral de desarrollo económico y uso sustentable de los recursos naturales y de preservación de su patrimonio cultural, en donde se busca evitar intermediarios, valorar procesos de producción artesanal y tradicional.
En la tienda se pueden adquirir diversas artesanías, entre las que figuran los espléndidos cuchillos grabados, trabajos de talabartería como los siguientes:
- sillas de montar
- polainas
- cueras (chamarras de piel tradicionales usadas por los rancheros)
- fundas de cuchillos
- esculturas de animales talladas en cantera
- cestería
- bordados
- frutas en conserva
- miel
Las Ánimas: entre dagas y bordados
Después de comprar algunas cosas de gran valor artesanal, seguimos adelante con nuestro viaje por la carretera Núm 1 hasta el Km 128, en donde nos desviamos con dirección al rancho Las Ánimas.
El rancho Las Ánimas fue nuestra primera parada para visitar a doña Yolanda, quien se dedica al bordado de blusas, mandiles y servilletas; posteriormente visitamos a los artesanos Juan de Dios y a su papá, don Hilario —quien por cierto es muy platicador—.
Nos mostraron sus trabajos de herrería y talabartería: unas verdaderas obras de arte. Elaboran los tradicionales cuchillos, dagas y machetes, piezas emblemáticas de Baja California Sur, fabricados casi con cualquier metal.
Su ingenio los ha llevado a aprovechar y reciclar el metal de los muelles y resortes de autos, camiones y camionetas, el cual funden en las brasas, calentándolo hasta el rojo vivo para posteriormente, con el uso de marros y herramientas, forjar las afiladas hojas de los cuchillos que son labrados con una serie de diseños posiblemente de origen misional; las cachas son fabricadas con pvc y las más finas de cuernos de vaca, chivo o de maderas finas, como el mezquite (Prosopis laevigata) y el palo fierro (Olneya tesota).
Además de la herrería, los artesanos de Las Ánimas trabajan la talabartería, tradición artesanal que se remonta a los primeros soldados y misioneros españoles y hoy sigue vigente, ya que el ranchero sudcaliforniano necesita de buenas sillas de montar y utiliza las polainas de cuero para protegerse de las espinas.
Durante nuestra visita tomamos un taller de tintes en piel y aprendimos todo acerca del proceso de trabajo de los talabarteros.
Para completar la experiencia, realizamos una cabalgata al cerro de la Lomita para sentirnos como unos auténticos rancheros.
Para recuperar las fuerzas, nos ofrecieron una deliciosa birria enterrada acompañada del vino tradicional de don Gabino.
La Higuera: talla en madera zoomorfa
Seguimos adelante manejando por los caminos de terracería, atravesando la sierra y el desierto con dirección a la comunidad de La Higuera.
El camino es un bastante cansado, ya que es muy pedregoso y hasta los vehículos 4X4 “ven su suerte”. Como son 8 kilómetros, se aconseja ir caminado.
Ahí vive José Luis, quien se dedica a la talla de figuras de animales como vacas, caballos, borregos cimarrones y águilas en cantera.
Aprendió el oficio gracias al hijo del artesano Zozimo Romero, coterráneo del Rancho de los Burros, al norte de San Evaristo, en la Ensenada de Cortés. El maestro es un experto en la talla de cantera, destacan sus figuras de animales marinos.
Nuestra siguiente parada fue en la comunidades de San Moisés y San Fermín, en donde vive doña Josefina, una auténtica maestra de la cestería, quien teje bellas canastas de palma.
Finalmente, llegamos al final del recorrido, en donde comenzamos, a la tienda artesanal Las Pocitas, la cual nos encantó y donde nos llenamos de recuerdos para regalar y otros apreciados objetos que nos acompañarán en nuevas experiencias.
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