Real del Monte, donde las historias se cuentan en cada rincón - México Desconocido
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Real del Monte, donde las historias se cuentan en cada rincón

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Dejate seducir por la magia de Real del Monte, un pueblo de calles laberínticas y románticas narraciones que te invitarán a soñar.

Cuenta la historia que un payaso llamado Richard Bell llegó a Mineral del Monte, hoy Real del Monte, luego de no conseguir el éxito en su país, Inglaterra. En este lugar instaló un circo, muy concurrido por la población, donde demostró cuan divertido era, incluso hizo reír a Benito Juárez. Los restos de Bell descansan hoy en la única tumba del Panteón Inglés que da la espalda a Inglaterra. Don Checho, quien decide si puedes entrar al panteón, dado que él es el amo de las llaves, comenta que la última voluntad del payaso fue que su tumba estuviera orientada en una dirección distinta, ya que sus compatriotas lo despreciaron por provenir de una cuna humilde.

Pero en este camposanto hay otros personajes célebres. Cuenta la historia, frase con la que el panteonero inicia un nuevo relato, que aquí yace una mujer que murió por amor a los 21 años. Helen May Jory se enamoró de un mexicano, pero su padre se opuso rotundamente a ese romance. Así, al más puro estilo de Romeo y Julieta, la inglesa mata al joven de un balazo para luego colocar la pistola en su sien completando la tragedia. Su tumba destaca por la belleza esculpida en mármol italiano.

Y las historias podrían tejerse, una detrás de otra, en la voz del administrador, pero el Panteón Inglés no merece una única visita, especialmente cuando algunos epitafios logran conmover verdaderamente. Además, Real del Monte aún aguarda allá abajo…

Mágico… por donde se vea

Tras obtener una de las mejores fotografías del pueblo al salir del cementerio, y descubrir el encanto de sus techos rojos a dos aguas y calles estrechas e inclinadas, me di cuenta que Real del Monte se impone en el paisaje nacional. Y es que este denominado Pueblo Mágico es, además el sitio habitado más alto de México, pues se ubica a más de 2,750 metros msnm. De ahí que los otomíes lo llamaran, antes de la conquista, Maghotzi: (ma, que significa altura y ghotzi, que quiere decir paso). Aunque el pasado más cercano, y contado, lleva a principios del siglo XIX cuando un grupo de mineros provenientes de Cornwall (Inglaterra) arribó a este pueblo a explotar las minas; con ellos llegaron los pastes y el fútbol, hoy representantes dignos de Hidalgo.

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Así, las historias de Mineral del Monte o Real del Monte, como se denomina desde 1824, giran alrededor de la minería. Aún se extrae plata y oro, entre otros minerales como plomo, cobre y zinc, de la mina La Rica, donde además los visitantes pueden descender hasta 410 metros en la tierra en dos minutos. Antes de abordar el elevador, hay que disfrazarse de minero, o mejor dicho portar el equipo básico de seguridad: overol o camisola, casco, cinturón, lámpara y una pila de dos kilos. Cuenta la leyenda que hay un minero fantasma que gusta de charlar con sus colegas vivos y acostumbra despedirse con la frase “Dios te bendiga”, pero si se va sin decirla, la persona está expuesta a un accidente dentro de la mina.  Ahí se aprende que de cada tonelada de roca extraída, sólo se obtienen 200 gramos de plata  y menos de un gramo de oro, por lo que los recorridos turísticos son actualmente más rentables que la extracción de metales. Las otras minas: La Purísima, Dolores y La Dificultad, sólo guardan el recuerdo de su esplendor. Por lo que las pulseras, aretes y cadenas que se venden en los comercios del lugar se hagan con plata de Taxco.

Pastes y fútbol

Las historias de Real del Monte también se relacionan con los pastes. Ahí está El Billar (Allende 7), la pastería más antigua del pueblo fundada en 1940 en la que se puede saborear este platillo que los mineros ingleses preparaban con papa y poro finamente picados. Los ingredientes luego se envolvían en una pasta de trigo horneada. En el Real a la receta original se le agregó el toque mexicano. Las versiones contemporáneas contienen chile, mole y frijol, o dulce de piña o manzana.

Y en las conversaciones en Real del  Monte nunca falta el fútbol. Aquí se disputó el primer partido de este deporte que llegó definitivamente para quedarse, y eso llena de orgullo a los realmonteses.

Así es Real del Monte, un pueblo que invita a perderse entre el laberinto de sus calles plenas de color y sus callejones aptos para el romance. No importa cuántas veces lo hayas visitado antes, nuevas historias deseosas de ser escuchadas siempre salen al paso.

Por eso este lugar ubicado en el Corredor Turístico de la Montaña espera que se visite cada fin de semana, o entre semana, si es posible.

Cómo llegar

Desde la ciudad de México se toma la autopista México-Pachuca, en esta ciudad se toma la carretera 105 que lleva a Real del Monte.

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autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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