Receta: Tarta de xoconostle
¿Con ganas de un postre muy original? Sigue esta sencilla receta y anímate a preparar esta deliciosa tarta que tiene como protagonista a un ingrediente ¡cien por ciento mexicano!
¿Has probado los xoconostles? Estos frutos pequeños, hermanos de las tunas, se dan en los desiertos mexicanos, principalmente en la región de Guanajuato.
A diferencia de las tunas, que tienen un color lindo y son dulces y jugosas, los xoconostles son poco atractivos a la vista, algo secos y bastante ácidos (cualquiera diría que son el hermano feo de la familia de las cactáceas). Sin embargo, además de ser considerados un tesoro por la medicina tradicional, son un ingrediente ampliamente usado en la gastronomía típica por su sabor único. Se usan en salsas, mermeladas y conservas, y para satisfacer el antojo, también se venden en tiritas deshidratadas con chile en polvo y sal.
Pero no sólo eso: con los xoconostles también pueden prepararse deliciosos postres para dar gusto a los paladares que buscan combinaciones nuevas de sabores. Así que, la próxima vez que vayas al mercado, no los pases de largo. Llévate un kilo. O dos, o tres…
Ingredientes
Para la base
-1 porción de masa quebrada (o brisée)
Para el relleno
-1 kilo de xoconostles
-1 taza de azúcar mascabado
-120 gramos de mantequilla
Preparación
Retira la piel a los xoconostles (puedes hacerlo con un cuchillo, haciendo un corte a lo largo). Córtalos por la mitad y retira las semillas con una cuchara.
En un sartén, derrite el azúcar con la mantequilla y mueve hasta caramelizar. Coloca encima las mitades de xoconostle con los huecos hacia abajo. Cocina a fuego bajo por un par de minutos. Cuando estén suaves, ponlos boca abajo sobre un molde desmontable de 24 centímetros y baña con la miel.
Extiende la masa con un rodillo y colócala encima de los xoconostles, presionando firmemente. Corta la masa que quede fuera de los bordes. Haz pequeños cortes con un cuchillo y hornea por 45 minutos a 180 grados centígrados, o hasta que la pasta esté cocida. Saca del horno, deja enfriar y voltea sobre un plato.
Basado en un receta de La Ruta de la Seda
