La calle de Regina, un espacio cultural y bohemio
Esta antigua calle de la Ciudad de México se ha convertido en un agradable espacio cultural en el que bien se puede tomar un café, un mezcal o ver algún espectáculo.
La Calle de Regina en el Centro Histórico de la Ciudad de México tiene muchas historias que contar, y también tiene un ambiente bullicioso y agradable en las terrazas de los cafés y restaurantes que “codo a codo” comparten las preferencias de los eventuales parroquianos.
Esta antigua calle del primer cuadro de la ciudad, que va desde la calle 20 de Noviembre hasta Bolívar, la habitan varios bellos edificios novohispanos que son los únicos testigos de una convulsa época pretérita que ya no volverá, y es que en Regina se vivieron hechos por demás fundamentales y emblemáticos de nuestra ciudad, y de nuestra historia. No se olvida por ejemplo la entrada del Ejército Trigarante, o la irrupción de zapatistas y villista en tiempos de la Revolución Mexicana, y ni qué decir de la Decena Trágica que tuvo aquí muchos de sus más funestos capítulos, y por aquí pasaban asimismo las mercancías que llegaban a nuestro país a través de las Naos de China, y más tarde por aquí transitaba el tranvía, y muchos otros hechos importantes que tuvieron que ver con la Iglesia de Regina Coeli del siglo XVI o con el Hospital Concepción Béistegui que fue habilitado en lo que fuera el antiguo convento de las mojas concepcionistas y que fue inaugurado por el Presidente Porfirio Díaz en 1873; dos de los edificios sin duda más importantes e interesantes de Regina y de todo el Centro Histórico de la ciudad.
La Calle de Regina
Gracias al rescate de una parte importante del Centro Histórico de la Ciudad de México, que se trató de una verdadera cirugía urbana mayor que inició hace ya casi un par de décadas, la Calle Regina súbitamente se hizo visible, fue resucitada de su infortunio y volvió a ver la luz; reaparecieron entonces su antigua plaza que en época colonial se conocía como la Plaza Chiquita de Regina, las fachadas de su iglesia y de su hospital de toda la vida, sus centenarias casonas que demoraban hasta entonces olvidadas, algunas de sus vetustas y afamadas fondas de siempre, y en general la calle tuvo una transformación que le regreso la dignidad de sus mejores años.
La Calle de Regina, hoy presume sus vecindades que han recuperado su lustre de antaño y que resultan en muchos casos una buena opción de vivienda para estudiantes jóvenes y para artistas que han escogido Regina para afincarse; y también tienen un nuevo rostro las recauderías y tiendas de siempre, y hoy se descubren una que otra mezcalería, y algunos bares y restaurantes tradicionales y alternativos, y sobre todo, llama la atención la gran cantidad de paseantes que han hecho de Regina uno de sus rincones predilectos. No es raro que los fines de semana, en Regina, se presenten actividades de teatro callejero, performance, presentaciones de artistas plásticos que aquí exhiben sus obras en la calle, grupos musicales, e incluso intervenciones pictóricas de algunos muros de la zona que se convierten en atractivos murales urbanos.
El carácter cultural y bohemio de Regina, tiene que ver del mismo modo, con lugares como: el Espacio Cultural Casa Vecina y el Studio 51 Showroom donde se reúnen artistas y diletantes para compartir las noches en una exposición de pintura o de arte instalación, algún pequeño concierto, un happening, un performance, etc. Otros espacios culturales de interés son el Museo de las Libertades Democráticas y los Derechos Humanos en el número 66, o el Restaurante – Escuela Zéfiro de la Universidad del Claustro de Sor Juana que habita un magnífico edificio contemporáneo que está justo frente al tradicional Café Regina siempre concurrido y bullicioso. En este mismo lugar, justo a un costado del café, se encuentra el espacio alternativo La Clínica, que es un lugar donde estuviera hace algunos años atrás precisamente una clínica, y que hoy es un espacio para actividades culturales eventuales, con exposiciones, ventas de artesanía, productos gastronómicos, y talleres artísticos.
El Hospital Concepción Béistegui
El antiguo Hospital Concepción Béistegui es una joya arquitectónica de visita obligada, su Museo del Sitio permite disfrutar del portentoso edificio, y del mismo modo, el visitante puede aquí acercarse a la vida hospitalaria del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX, y conocer un poco sobre la vida conventual en la Nueva España, no hay que olvidar que el edificio originalmente fue el convento de las monjas concepcionistas de Regina Coeli.
Imperdibles son: la bella capilla; los patios donde se descubren los sitios donde estas monjas de reclusión podían recibir visitas de sus familiares, solo a través de pequeñas hendiduras y orificios en la pared donde se podía escuchar la voz pero no ver el rostro; también están los viejos espacios donde las hermanas desarrollaban sus oficios como por ejemplo la música, la pintura, la manufactura de su ropaje, etc.
En el segundo piso del edificio, se encuentra propiamente el espacio donde se puede conocer un poco sobre la vida del hospital desde que estuviera a cargo de su primer director, el famoso doctor Joaquín Vértiz Berruecos. No menos interesante es lo que se refiere a la vida de Concepción Béistegui (1820 – 1873) quien fuera una importante filántropa, miembro de una distinguida y rica familia guanajuatense, y quien donará todos los recursos para la habilitación de este hospital que lleva su nombre. Asimismo, el lugar ofrece interesantes exposiciones de instrumental médico, un elegante salón donde los médicos de la época se reunían para tomar importantes decisiones sobre por ejemplo cuestiones de salud pública, una hermosa biblioteca donde se pueden conocer extraordinarios documentos de la época sobre medicina en general, con enfermedades y diagnósticos, y sobre todo, con fenomenales dibujos y pinturas del cuerpo humano y de padecimientos en general, en una época donde los médicos tenían que dibujar y en muchos casos realizar verdaderas obras de arte sobre el cuerpo humano, para dar puntualmente sus diagnósticos; y es que hay que imaginarse la medicina antes de los rayos X, las radiografías, los ultrasonidos, y todo aquello que hoy nos parece usual y común. Sin duda se trata de un excelente ejemplo de la sana convivencia entre la ciencia y el arte
La Parroquia Regina Coeli
A un costado del hospital, en el número 3 de Regina, se yergue imponente la Parroquia de Regina Coeli, un templo de las monjas concepcionista del siglo XVI que ha sido rescatado en los últimos años y hoy luce sus mejores galas. Su interior de estilo churrigueresco cubierto por una espléndida bóveda es una delicada joya novohispana, sus retablos y altares dorados, sus columnas salomónicas y pinturas de época, son de excelsa factura, como el estupendo altar dedicado a Nuestra Señora de la Fuente. En la fachada de la parroquia, que es de tezontle rojo y piedra tallada, son magníficos los portones, el bello campanario y la estupenda cúpula octagonal decorada con azulejos y pináculos.
En fin, recorrer el andador cultural de Regina es todo un placer, y una muy buena ocasión para empezar a descubrir el maravilloso Centro Histórico de la ciudad, el más grande de Latinoamérica y sin duda uno de los más hermosos del planeta.
Tips para el viajero
En la Calle de Regina, no puedes perderte algunos de los magníficos restaurantes y bares que aquí son ya toda una tradición, por ejemplo: el restaurante de Don Chon con sus especialidades de gastronomía prehispánica es espectacular, unos filetes de cocodrilo, jabalí, venado o avestruz seguramente te resultarán inolvidables; en la Hostería La Bota, un cultubar con un excelente menú tabernero que mezcla lo mexicano y lo español, las tapas, los quesos y los embutidos son únicos; y ni qué decir del restaurante La Abadía que está a un costado del hospital, aquí, el pulpo a la brasas y la carne en su jugo no tienen paragón.
Como llegar
La mejor manera de acercarte a la Calle de Regina es con el metro de la línea uno bajándote en la estación de Isabel La Católica, de allí caminas un par de cuadras por la calle de Bolívar y te encuentras justo con la esquina donde está la Parroquia de Regina Coeli y la pequeña plazoleta de Regina.