Revolución Mexicana, una lucha por justicia y libertad
La Revolución Mexicana es uno de los hechos históricos más significativos de nuestro país. Podría decirse que este suceso abarcó desde la oposición al gobierno de Porfirio Díaz y su derrocamiento, hasta la instauración de un gobierno posrevolucionario. Conoce más de este episodio de nuestra historia.
La Revolución Mexicana fue un levantamiento armado contra la dictadura del presidente Porfirio Díaz. Después de su derrota, el destino del país quedó en manos de los líderes revolucionarios que se disputaban el gobierno de la nación.
La Revolución Mexicana fue en un levantamiento armado liderado por carismáticos caudillos, políticos y militares que prometían derechos, justicia y libertad al pueblo de México.
Sin embargo, durante este periodo se formaron, combatieron y disolvieron muchos bandos que buscaban el control del país e imponer su visión de México por encima del resto. Pero, ¿Cuál fue la principal causa que detonó la Revolución Mexicana?
Causas de la Revolución Mexicana: El Porfiriato
Porfirio Díaz gobernó al país durante casi 30 años entre 1876 y 1911, en siete periodos presidenciales distintos. Durante su dictadura con tintes militares y cuya filosofía era el positivismo, se impulsó el desarrollo económico e infraestructural en México, que se proyectó como uno de los países mejor desarrollados a nivel internacional.
Por otro lado, el 90% de la población se encontraba en la miseria. Los campesinos que habían sido injustamente despojados de sus tierras se refugiaron en las haciendas para sobrevivir, donde eran explotados por sus patrones y obligados a endeudarse con ellos de por vida.
La falta de libertad política, desigualdad entre las clases sociales y nepotismo durante el gobierno de Díaz avivaban la creciente llama en el pueblo mexicano por buscar justicia. Solo faltaban líderes dispuestos a encabezar el movimiento que daría pie a la Revolución Mexicana.
En 1908, Díaz dio una entrevista al periodista canadiense James J. Creelman en la que declaró que México estaba listo para la democracia y no buscaría la reelección. Muchos historiadores señalan este punto como decisivo para el desarrollo político de los años posteriores.
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Elecciones de 1910, Porfirio Díaz se resiste a dejar la presidencia
Con la idea de que el cambio estaba cerca, para las elecciones de 1910 se consolidaron partidos de oposición como el Partido Democrático de Benito Juárez Mata, hijo del Benemérito de las Américas, el Partido Nacional Antirreeleccionista de Francisco I. Madero y el Partido Liberal Mexicano de los hermanos Flores Magón.
Camino a las elecciones, Francisco I. Madero hizo varias giras en el país ganando simpatizantes y convirtiéndose en el favorito de muchos. La reacción de Porfirio Díaz fue encarcelar a Madero y lanzar su candidatura por la presidencia.
Las elecciones se celebraron durante el tiempo que Francisco I. Madero estuvo preso, con Porfirio Díaz como ganador, lo que aumento sus enemigos y el hartazgo del pueblo.
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Inicia la Revolución Mexicana: Madero llama al pueblo a levantarse en armas
Plan de San Luis y las elecciones de 1911
Francisco I. Madero huyó a Texas, donde redactó el Plan de San Luis: un llamado a levantarse en armas contra del gobierno de Díaz para el día 20 de noviembre de 1910.
La propuesta tuvo éxito y varios grupos comenzaron la revolución desde el norte de México hasta tomar Ciudad Juárez, Chihuahua. Como resultado, Díaz renunció a la presidencia y se exilió a Francia.
Madero ganó las elecciones de 1911, era la oportunidad de hacer realidad los anhelos de la patria, sin embargo, la Revolución Mexicana estaba lejos de terminar.
México se divide en bandos revolucionarios
Porfirio Díaz ya no estaba más en el poder, era la oportunidad para que el gobierno de Madero devolviera al pueblo lo que le pertenecía y que la justicia llegara a quienes la merecían.
Sin embargo, no existían alianzas formales entre los grupos revolucionarios que empezaron la lucha y después de la derrota de Díaz, las diferencias entre bandos se volvieron evidentes.
Madero no reconocía la lucha de algunos, como las fuerzas lideradas por Emiliano Zapata, quien reclamaba las tierras robadas por los hacendados y exigía derechos laborales para los campesinos.
Ante la negligencia del gobierno, Emiliano Zapata proclamó el Plan de Ayala el 25 de noviembre de 1911, donde señaló a Francisco I. Madero como traidor a las causas campesinas y llamó a levantarse en armas para recuperar las tierras el pueblo mexicano con ayuda de Pascual Orozco, quien apoyó a Zapata desde el norte.
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Decena Trágica
El 9 de febrero de 1913 el general Manuel Mondragón se levantó en armas con un grupo de militares opositores en la Ciudad de México. Durante la sublevación, logró liberar a los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz, simpatizantes porfiristas, quienes estaban presos por rebelarse contra Madero.
El general Lauro Villar, encargado de la defensa del Palacio Nacional, logró repeler el asalto y asesinar a Reyes, pero fue herido. Madero nombró en su lugar al general Victoriano Huerta, quien era simpatizante porfirista y tramaba un golpe de estado junto con los opositores.
Poco después, con el apoyo de la embajada de los Estados Unidos de América, Huerta firmó un documento junto a Félix Díaz conocido como el Pacto de la Embajada, en el cual las fuerzas opositoras acordaban unirse contra el presidente Madero para desconocerlo y destituirlo, poniendo a Victoriano Huerta en el poder.
A este evento se le conoce en la historia como la Decena Trágica. El episodio terminó con el arresto y asesinato de Francisco I. Madero junto a José María Pino Suárez, el entonces vicepresidente. La Revolución Mexicana continúa.
La rebelión contra Victoriano Huerta, Pancho Villa se une a la batalla
Victoriano Huerta llegó al poder como dictador apoyado por hacendados, gobernadores e incluso la iglesia, imponiendo la fuerza militar sobre la libertad que se había prometido al país.
Se levantaron grupos armados en Coahuila bajo el mando de José María Maytorena y Venustiano Carranza en Sonora.
En Chihuahua también se levantaron en armas, aunque con un bandolero como líder: el mítico Francisco Villa o como popularmente se le conoce: Pancho Villa.
La rebelión en el norte dio a luz a una nueva alianza, el Ejército Constitucionalista. Su líder era el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza.
Villa se posicionó como líder de este movimiento en Chihuahua con la División del Norte como fuerzas armadas. En el sur, el ejército zapatista cobraba fuerza. Conforme la oposición a Huerta avanzaba hacia la Ciudad de México, crecieron las diferencias entre los villistas y carrancistas.
Sus ideologías y bases sociales eran muy distintas, pero llegaron a un acuerdo. Villa se quedaría en el norte y Carranza llevaría al Ejército Constitucionalista a tomar la presidencia. A mediados de 1914, Huerta fue derrocado. Carranza se instaló como Presidente de México.
Convencionistas contra constitucionalistas: carrancistas, villistas y zapatistas en conflicto
Para establecer un consenso entre las diferentes facciones que habían luchado contra Huerta, Venustiano Carranza y los constitucionalistas llamaron a una convención en Aguascalientes. Sin embargo, no se concretó una alianza general que permitiera la gobernabilidad del país. Las diferencias entre zapatistas, villistas y allegados a Carranza se hicieron notar.
Según el historiador Javier Garciadiego, las bases populares de obreros, ferrocarrileros, mineros y ganaderos de Villa encontraron mejor afinidad con los zapatistas, cuya base era mayormente campesina, aunque esta afinidad no era absoluta.
Villistas y Zapatistas se rebelarían contra el gobierno de Carranza formando la facción convencionista, pues seguía sin ser una fuerza política con voluntad y capacidad de cumplir sus demandas. La Revolución Mexicana continúa.
El gobierno de Carranza se trasladó temporalmente a Veracruz y los convencionistas tomaron la Ciudad de México. Fue en diciembre de 1914 cuando se tomó la famosa fotografía donde Pancho Villa aparece sentado en la silla presidencial junto a Emiliano Zapata, quien, según dicen, se negó a sentarse en la silla por temor a convertirse en “una persona mala”.
De cualquier forma, no pudieron sostener la ocupación por mucho tiempo. Menos de un año después, la ciudad sería retomada por las fuerzas de Carranza.
Conoce cómo se conmemora la fecha de la Revolución Mexicana y más detalles del suceso histórico aquí.
Una guerra que parecía no tener fin
Poco después, los EE.UU. y varias potencias europeas, ya entrada la Gran Guerra, reconocieron el gobierno de Carranza como legítimo. Las fuerzas de Villa, replegadas en el norte, atacaron en venganza el poblado de Columbus, Nuevo México, en 1916.
Se dice que en realidad atacó para robar armas y equipo militar, pero la hazaña y la falta de gobernabilidad en este periodo llevó al vecino de norte a incursionar en territorio mexicano para buscar a Villa. A este suceso se le conoce como la Expedición Punitiva, que duró alrededor de un año sin lograr capturar al líder revolucionario.
Con el villismo y el zapatismo controlados, Carranza llamó a un congreso constituyente que derivó en la Constitución de 1917, promulgada el 5 de febrero de ese año. En el congreso participaron delegados cercanos a la facción conservadora de Carranza. Eran mayoría los que creían en la reforma agraria, aunque los zapatistas habían sido vetados del proceso.
Gracias a este contrapeso zapatista se incluyó el artículo 27, que prometía el reparto agrario y garantizaba la propiedad de la tierra a la nación, aunque no eliminaba la noción de propiedad privada de esta.
Después de la Constitución de 1917
En diciembre de 1917 Carranza tomaría posesión como presidente bajo la nueva constitución, pero los movimientos armados revolucionarios seguían presentes. Pronto habría elecciones y el general Álvaro Obregón se postuló como opositor al candidato de Carranza, el ingeniero Ignacio Bonillas. El presidente inició una campaña de desprestigio contra Obregón, a quien consideraba demasiado radical, por lo que intentó arrestarlo.
Bonillas resultó ganador en las elecciones presidenciales de 1920. Obregón, quien gozaba de gran popularidad, se levantó en armas con la promulgación del Plan de Agua Prieta. Contó con el apoyo de los movimientos más radicales que seguían armados, como los zapatistas.
La rebelión triunfó y Carranza fue asesinado. Se instaló a Adolfo de la Huerta como presidente provisional y se dieron nuevas elecciones. Obregón resultó vencedor.
El fin de la Revolución Mexicana
Es difícil decir cuándo terminó la Revolución Mexicana. Se podría argumentar que fue en 1920, cuando terminaron la mayor parte de los conflictos bélicos.
Se inició un gobierno posrevolucionario más o menos estable bajo una nueva constitución. Emiliano Zapata había sido asesinado un año antes. Sus seguidores desistieron o se aliaron con Obregón. Francisco Villa, cansado y envejeciendo, optó por firmar un armisticio con Adolfo de la Huerta. Huerta le otorgó tierras y una pensión vitalicia. Lo que quedaba de su ejército se fue a vivir con él. De cualquier forma, el mítico Pancho Villa fue asesinado en 1923 en Parral, Chihuahua.
¿Cuándo se conmemora el día de la Revolución Mexicana?
Conmemoramos la Revolución el 20 de noviembre, pues ese fue el día propuesto por Madero como el inicio de un levantamiento armado generalizado contra la dictadura de Porfirio Díaz. Sin embargo, el proceso que ahora conocemos como la Revolución Mexicana es más complicado que un simple conflicto entre dos bandos.
Esta revolución, como las de otras partes del mundo, fue un proceso largo en el que participaron numerosas fuerzas políticas.
Quizás se le pueda poner fecha al inicio y al fin de los conflictos armados revolucionarios, con sus debidas excepciones, pero no al proceso de cambio en sí. Las ideas de la revolución se diluyeron o petrificaron con el paso del tiempo, pero siguen latentes hoy en día.