Rodilla de Cristo, el pan tradicional de Michoacán para Día de Muertos
El pan de rodilla de Cristo es una de las variedades de panes que se hornean en el estado de Michoacán durante los festejos de Día de Muertos.
El pan de rodilla de Cristo es una de las delicias gastronómicas del estado de Michoacán. Además, es una de las variedades de panes que se hornean durante los festejos de Día de Muertos.
Durante estas fechas Michoacán demuestra lo amplio de su oferta panadera, pues en las ofrendas sueles encontrar: el pan de ofrenda, pan de hule, las rosquetas y las corundas. Anímate a probar alguno de ellos.
¿Cómo es el pan de rodilla de Cristo?
La rodilla de Cristo es uno de los panes de ofrenda tradicionales de dicho estado. Se trata de un pan con forma redonda, el cual está reventado y se adorna con azúcar rosa.
La forma y color de este pan no son fortuitos, pues con ello se representa las heridas de Cristo. Sin embargo, en lugares como Maravatío se elaboran versiones distintas:
- Pan antropomorfo, que suele tener figuras humanas.
- Mitomorfo, el cual alude a los personajes mitológicas.
- El fitomorfo que tiene forma de flores y hojas.
- Zoomorfo que son con forma de animales.
Rodilla de Cristo y otros panes en las ofrendas de Día de Muertos
Las ofrendas son un elemento fundamental durante las celebraciones de Día de Muertos. En ellas se suelen colocar una diversidad de panes, dependiendo de la región, el pan de ánimas es una variedad gastronómica de Oaxaca.
La tradición de colocar altares durante estas fechas tiene su origen en las culturas prehispánicas. Por ejemplo en la ofrenda que dedicaban a la diosa Cihuapipiltin, a quien le ofrecían “panes” con figuras como mariposas o rayos, entre otros.
Según Bernardino de Sahagún existía una variedad de panes hechos a base de amaranto, así como de maíz seco y tostado. A esta variedad se le llamó “yotlaxcalli”.
Sin embargo, tras la conquista de los españoles se acostumbró a colocar el típico pan de muerto que conocemos hoy en día en las ofrendas.
En la antigua España, los panes de ánimas, de difunto o de muerto, eran un alimento que se preparaba y bendecía para ofrecer a los difuntos. Estas ofrendas se realizan durante el Día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos (1 y 2 de noviembre, respectivamente).
Es importante señalar que, históricamente, el pan en la religión cristiana y en los países en las que se practica, el pan se encuentra relacionado tanto con lo divino como con la muerte.