Ruta nevada por los bosques de Baja California
Abrígate bien y atrévete a seguir este trayecto carretero, de Ensenada al Parque Nacional Constitución de 1857, para descubrir los increíbles paisajes que dibuja la Sierra de Juárez.
La Península de Baja California está marcada longitudinalmente por una sucesión de sierras que atestiguan el origen geológico de esta tierra.
En el norte, y cercana a la ciudad de Ensenada con rumbo oeste, se eleva de manera gradual la Sierra de Juárez.
Coronada por el bosque de coníferas en la parte de mayor altura, es un ecosistema de paisajes cambiantes, hogar por cientos de años (o quizás miles) de comunidades indígenas, además de ser clave para el desarrollo de las rancherías y valles que la circundan.
Decidimos hacer la ruta nevada por los bosques de Baja California ¡y nos trajo muchas satisfacciones!
Preparativos
Visitar el parque con nieve fue como estar en otro sitio, un paisaje con otra paleta de colores, un cielo diferente con aires distintos.
Las vistas nevadas en Baja California dependen del ciclo de lluvias invernales donde la nieve dura por días o semanas, por esta razón, los preparativos incluyeron algunos aspectos clave:
- Estar pendientes del pronóstico del clima
- Tener un todoterreno preparado
- Llevar víveres
- Reservar una cabaña
- Calzar unas buenas botas
- Vestir ropa adecuada para grados bajo cero
En camino
Al vivir en la ciudad de Ensenada, el trayecto inició en dirección oeste por la carretera federal núm. 3, la que conduce al Valle de Ojos Negros.
Con apenas 15 km recorridos, realizamos la primera parada en el poblado conocido como Piedras Gordas.
En este lugar hay un expendio de quesos del Real del Castillo con la más amplia variedad de esta delicia regional.
De camino a la sierra, los paisajes fueron cambiando, de la costa a la montaña fuimos dejando atrás el matorral costero, lomeríos áridos, brotes de vegetación desértica, chaparrales, llanos de pastizales y al llegar a nuestro destino, el bosque de coníferas, en una transición sorprendente.
Parada en Ojos Negros
Recorridos unos 40 km, el Valle de Ojos Negros apareció luego de curvas y cuestas plagadas por enormes rocas de granito.
El soplo del invierno se manifestó en las mejillas y por las nubes se anticipaba la proximidad del agua, el hielo y la nieve.
Antes de iniciar el ascenso al parque, fue oportuno visitar la cava de quesos de mi amigo Marcelo, famoso por sus añejos y por su cocina que a manos del chef Alan Zúñiga satisfacen cualquier paladar con un marcado sabor de la región.
Una torta de pato acompañada con vino de la casa fue alimento suficiente para alegrar el resto del viaje.
A bordo del todoterreno, el trayecto fue sencillo, el camino al Parque Nacional Constitución de 1857 se aparta de la carretera y se interna cuesta arriba unos 30 km en un ascenso suave; el camino se abre paso a través de laderas cubiertas por denso chaparral de manzanita, y a cierta altura los primeros pinos aparecen.
Pocos kilómetros antes de llegar, el sendero se detiene en el Aserradero Viejo. El paraje es pintoresco con casas de madera y cabañas de troncos que parecen casi en abandono, pero el humo en las chimeneas delata la presencia de los lugareños.
El último trayecto del camino serpentea entre los pinos y promontorios de granito con formas caprichosas. En un punto la vista se ensancha, el suelo presenta brotes de humedad, las cabañas del parque dan la bienvenida entre pinos y enormes rocas de granito, y como plano de fondo se asoma la belleza de la Laguna Hanson.
Por fin, la nieve
Al llegar por la tarde, las nubes eran de un gris pesado, el aire muy frío anunciaba lluvia o aguanieve, por lo que aproveché para tomar algunas fotografías.
La atmósfera era única, reinaba el silencio sin igual desprovisto de color, como un paisaje clásico a blanco y negro.
Había estado ahí muchas veces, pero ese lugar me parecía desconocido. Por ser invierno, la tarde cayó rápidamente, al regresar a la cabaña prendí el fuego en el calentón de leña, prepararé una bebida caliente, mientras escuchaba la lluvia cayendo sin prisa, todo el paisaje se perdió poco a poco en la oscuridad.
Esa noche lluviosa los coyotes no aullaron, todos se resguardaron en espera de la mañana siguiente.
Al clarear, seguía la lluvia. El agua se convirtió en hielo, el granizo y aguanieve arreció, y de pronto, comenzaron a caer plumas de nieve suavemente.
Había desaparecido la vertiginosa granizada y todo se volvió lento y poco a poco todo se cubría de blanco. Los cristales de nieve potenciaron un paisaje de por sí bello.
Un sendero interpretativo muy singular
En el parque pudimos hacer varios recorridos, circundar la laguna, cuya singularidad se acentúa por las grandes rocas graníticas de formas redondeadas que salpican el cuerpo de agua.
Nos internamos en el bosque por un sendero interpretativo llamado Aventura en el Bosque, que nos mostró vegetación endémica, herbolaria tradicional de las comunidades indígenas que han habitado esta región por siglos, rastros de la fauna representativa y vistas elevadas que muestran lo magnífico del lugar.
Como cuento de Navidad
El fin semana entre la nieve, en lo alto de la sierra y rodeado por un ecosistema vital para la región, nos llevaron a disfrutar de cada momento, cobijados por el calor del fogón en la cabaña, sorbos de café caliente con vistas espectaculares.
Una serie de recorridos por senderos blancos y vegetación transformada por el agua, Sierra de Juárez nos llenó los pulmones con el aire más puro. El invierno me hizo sentir vivo y feliz.
Recomendaciones
Contacta a un prestador de servicios, hay diversas opciones con alojamiento en cómodas cabañas, transportación, opciones de actividades como senderismo, paseos y excursiones a caballo, escalada y rapel, avistamiento de fauna silvestre, entre otras.
Alrededores
En los últimos años ha crecidola oferta de destinos dedicados al turismo rural en Sierra Juárez y alrededores. Por enumerar algunos:
- Rancho la Bellota y sus expediciones a caballo
- Rancho Casa Verde donde se puede practicar el senderismo y acampadas
- Rancho Pino Colorado con una vocación gastronómica muy original
- Rancho El Alamar, localizado en el filo oeste de la cordillera, con vistas espectaculares y cabalgatas varias veces al año
Mención especial a la comunidad indígena Kumiai de la Huerta, quienes han habitado la región desde tiempos remotos, en esta comunidad se puede apreciar la original artesanía, escuchar cantos tradicionales y hablar con los líderes generacionales de la población.
Contactos
Rancho La Bellota
Tel. 01 646 172 7773
bajarancho.com
Rancho Alamar
[email protected]
Indómita
[email protected]
Parque Nacional Constitución de 1857
Tel. 01 686 554 5404
[email protected]
¿Quieres escaparte a Baja California? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable