La veneración popular a San Pancho Villa, un caso extraño
Por más extraño que parezca, la veneración a San Pancho Villa es común en algunas regiones de México, donde al revolucionario se le ve como un "Robin Hood mexicano".
En México, un país de mayoría católica, tiene una gran cantidad de expresiones de religión popular, tradiciones que se encuentran fuera de la línea aceptada por la Iglesia Católica. A diferencia de religiones como el hinduismo o el budismo que tienen un amplio margen de tolerancia a su interior, el catolicismo demanda a sus fieles seguir un canon para la veneración de santos. Sin embargo, esto no siempre ocurre y es común que emerjan expresiones religiosas en torno a figuras que no se ajustan a los ideales católicos, pero que sí tienen un fuerte carisma. Este es el caso de San Pancho Villa, personaje histórico que se ha convertido en santo popular en el norte de México.
No existe una forma específica de veneración, pues no está reglamentado. La línea entre la admiración y la veneración es muy delgada, pues hay quienes visitan su tumba o simplemente prenden una veladora en su honor para recordarlo como «algo más que un héroe», y quienes colocan un altar totalmente dedicado al santo o compartiendo espacio con santos canónicos y populares.
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Entre las formas más llamativas se encuentran las de Tamaulipas, donde San Pancho Villa llega a los altares de las casas y se le colocan cigarros, bebidas espirituosas y flores. No obstante, la devoción se extiende a diversas regiones del norte de México y el sur de Estados Unidos, siendo difícil delimitarla y censarla.
Las estatuillas, principalmente adquiridas en las tiendas de herbolaria y productos esotéricos de los mercados, presentan a un San Pancho Villa con sombrero, bigote y cinturón de balas. También existen veladores, perfumes, estampas, escapularios y letanías para oración. Una mezcla extraña entre historia y religión.
¿Por qué veneran a San Pancho Villa?
Francisco Villa nació el 5 de junio de 1878 en La Coyotada, un municipio de Durango. Sus padres eran Micaela Arámbula y Agustín Arango. Don Agustín era aparcero, oficio que le heredó a sus hijos cuando éstos quedaron huérfanos. Posteriormente, José Doroteo quedó al frente de la familia.
Por ello, tuvo que enfrentarse a los abusos de López Negrete, dueño de la hacienda en donde trabajaba. Según Garciadiego, López Negrete hostigaba a la hermana de José, así que el joven baleó al hacendado y tuvo que huir de Durango. Es así como llega a Chihuahua y adopta el sobrenombre de “Francisco Villa”.
Muchos historiadores coinciden en que desde su salida de Durango hasta su incorporación al movimiento de la Revolución en 1910 para apoyar a Francisco I. Madero, anduvo como forajido en las montañas de Chihuahua; viviendo del fruto de sus asaltos y del robo de ganado. Según el mismo Francisco Villa procuraba robar a los ricos, y en algunas ocasiones repartía lo obtenido entre los pobres.
Tras el asesinato de Madero en 1913, Francisco Villa se unió a Venustiano Carranza con el objetivo de derrocar al usurpador de la presidencia: Victoriano Huerta. Después, por su audacia y valor, los jefes revolucionarios de Chihuahua, Coahuila y Durango lo nombraron general en jefe de la famosa División del Norte, que avanzó incontenible hacia el centro del país hasta llegar a la capital para derrocar a Huerta.
De revolucionario a santo
A la muerte de Carranza, amnistiado por el presidente Adolfo de la Huerta, Francisco Villa se retiró pacíficamente a la hacienda de Canutillo, en Durango,la cual el gobierno le había donado para compensar sus servicios a la Revolución.
No obstante, el 20 de julio de 1923 el popular caudillo, calificado simultáneamente como héroe y como villano, fue víctima de una celada. Viajando en automóvil en compañía de sus lugartenientes hacia Parral, Chihuahua, Francisco Villa fue asesinado en una emboscada que le tendieron algunos de los múltiples enemigos que este personaje cosechó a lo largo de su azarosa vida.
Debido a la figura que generó en el imaginario popular, Francisco Villa se convirtió en una imagen semejante a la de Robin Hood o protector de los desposeídos, con lo cual nació su veneración. Es por ello que principalmente la gente le reza para pedirle favores económicos, viendo en él un santo más allá del bien y del mal.
Actualmente es festejado principalmente en tres fechas: El día de su natalicio, el 05 de julio; el día de su muerte, 20 de julio; y en el aniversario de la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre.
- Foto de portada: tamaulipas.posta.com.mx
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