Santo Cristo de Atotonilco, Guanajuato - México Desconocido
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Arte y Artesanías

Santo Cristo de Atotonilco, Guanajuato

Guanajuato
Santo Cristo de Atotonilco, Guanajuato fifu

Un sitio que se nos antoja fuera del tiempo y del espacio que nos abre la puerta para entender el arte popular y el mundo de la contemplación y la penitencia.

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Atotonilco significa lugar de agua caliente y es que a un escaso kilómetro del Santuario tenemos un manantial de aguas térmicas, cuyas propiedades curativas eran estimadas desde la época prehispánica, motivo que contribuyó a la construcción del templo que suplantara las costumbres. Fue el padre Luis Felipe Neri de Alfaro, sacerdote del Oratorio, el constructor en 1748, para albergar una casa de Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Contó entre sus bienhechores y constructores con la gente de más recursos de San Miguel, y así tenemos entre ellos a Manuel de la Canal, el gran patrocinador de varias iglesias de Loreto en México y seguidor de los jesuitas italianos que trajeron esta devoción como los padres Zappa y Salvatierra.

Lo que más impresiona de esta iglesia o para ser exactos, de este conjunto de iglesias, como que se forma de siete capillas y seis camarines, es la pintura del artista sanmiguelense, Antonio Martínez Pocasangre, -en contraposición, debió llamarse Muchasangre, siguiendo este gusto mexicano tan barroco de la sangre en abundancia.

La pintura lo cubre todo sin dejar espacios desde el cancel hasta los últimos camarines. Su expresión es popular, de gran ingenuidad y colorido, combinando con carteras y leyendas, que nos introducen al mundo de la emblemático. Pero la temática con el ambiente viviente del entorno, en donde encontramos a peregrinos que llegan con coronas de espinas colocadas en su cabeza, pencas de nopal sobre sus espaldas o las rodillas sangrantes y la misma venta de artesanías en donde se expenden silicios y disciplinas, nos compenetra en la gran capilla del Santo Sepulcro y del Calvario. En los altares se escenifica en escultura, los más importantes pasos de la pasión de Cristo, y la pintura complementa toda la representación plástica de nuestra cara redención.

Un Cristo yacente a la mitad de la nave, como en velación, y la colocación de lámparas a la usanza oriental, complementan el ambiente doloroso y místico de nuestra coparticipación en la obra salvadora. Esta capilla tiene tres camarines. La alegría de la capilla de Belén contrastará con el luto riguroso que muestra el de la Soledad de Nuestra Señora, entre cortinas negras y un gran vacío.

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El conjunto constructivo va propiciando los ambientes visuales como lo pide San Ignacio en sus «composiciones de lugar», pero en una profusión tal que no dejó tema por tratar, como se puede observar en la pintura que cubre cúpulas, bóvedas y muros.

En los retablos podemos apreciar una calidad extraordinaria en talla y dorados, y para remarcar este barroquismo apoteósico de nuestro siglo XVIII, encontramos pintura al óleo sobre espejos, con gran profusión y calidad. Además de su importancia espiritual y artística, Atotonilco guarda el testimonio del matrimonio del capitán Ignacio Allende con María de la Luz Agustina y Fuentes, y la presencia de Hidalgo, de donde tomó el estandarte que habría de enarbolar como primer bandera mexicana. Este estandarte con la imagen Guadalupana que seguirá el ideal independentista hasta convertirse en una de las tres garantías al consumarse nuestra gesta patria: Independencia, Religión y Unión.

El claustro se utiliza actualmente como centro de retiro espiritual y peregrinación de los fieles y es una sobria construcción con aspecto de fortaleza, cuyos muros custodian numerosas obras de arte del siglo XVIII.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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