Softbol y huipiles: Las Diablillas de Hondzonot y Las Amazonas de Yaxunah
Las Diablillas de Hondzonot y Las Amazonas de Yaxunah son dos de los más fieros equipos de softbol femenil del sureste mexicano, conoce sus historias aquí.
Jugar al softbol en la comodidad de su huipiles que portan orgullosas y conectar con la tierra al estar descalzas son las singularidades que hacen a Las Diablillas de Hondzonot y Las Amazonas de Yaxunah, un par de los más aguerridos y poderosos equipos femeniles yucatecos y del mundo.
Pensar que existen diferencias que no permitan a las mujeres llevar a cabo cualquier acción o trabajo que hacen los hombres puede parecer una manera algo retrógrada de pensar, pero sigue siendo una realidad en algunas comunidades de México.
Sin embargo, esa manera de pensar va quedando atrás gracias a los valerosos esfuerzos de grandes mujeres mexicanas que se han encargado de probar con acciones que pueden llegar incluso más lejos de lo que pensaban; sin mencionar el empoderamiento femenino que en últimos tiempos ha logrado poner fin a problemas relacionados con la discriminación de género.
Tal es el caso de Las Diablillas de Hondzonot y Las Amazonas de Yaxunah, dos de los equipos de softbol femenil más fuertes en la península de Yucatán, conformado por madres, amas de casa, abuelitas, artesanas, costureras, estudiantes e incansables trabajadoras que además, son grandes jugadoras.
Ambos equipos de mujeres maya han enfrentado la adversidad de no contar con los recursos socio-económicos necesarios para practicar softbol y la discriminación por el simple hecho de ser mujeres interesadas en el deporte; además de diferentes opiniones en cuanto a sus uniformes y particular estilo de juego, que no rompe ninguna regla básica del rey de los deportes.
A pesar de estos y otros obstáculos, Las Diablillas de Hondzonot y Las Amazonas de Yaxunah han permanecido en boca de todos y al día de hoy, cada una de sus integrantes son claros ejemplos de superación, entrega y disciplina; además de hacer siempre gala y deleitar al público con sus bellos uniformes, uno de los más hermosos trajes típicos de México: El huipil.
Conoce sus historias a continuación.
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Las Diablillas de Hondzonot, la sensación del softbol yucateco
El equipo de softbol conocido como Las Diablillas de Hondzonot son originarias del sureste del país en Quintana Roo, exactamente de la comunidad de Hondzonot, perteneciente a Tulum.
Aquí, una mujer es de casa, no es de salir a jugar un deporte. Cuando una mujer se casa, sirve para hacer los deberes del hogar, atender al marido y a los hijos. Hace años, nosotras decidimos que eso no nos impide hacer el deporte que queremos.
Fabiola May Chulim, Capitana y Mánager de las Diablillas para el nytimes.com en 2021.
¿Cómo comenzaron en el softbol Las Diablillas de Hondzonot?
Fue por iniciativa de las autoridades locales, que ofrecieron enseñar un deporte a las mujeres de la comunidad.
Después de entender y enamorarse del deporte, perdieron el apoyo pero continuaron jugando con un bate artesanal tallado a mano y pelotas de tenis.
La modalidad que jugaban todavía no era softbol, pero poco a poco fueron mejorando hasta que un día, celebraron un partido con un equipo femenil de una comunidad cercana que practicaba de la misma manera, ganando el juego, algo de dinero, uniformes y un entrenador que les enseñó las reglas para jugar mejor.
De huipil, alhajas y descalzas es como juegan las Diablillas de Hondzonot
Las mujeres se reconocen como orgullosas representantes del pueblo maya de Yucatán, por lo que prefieren portar el traje regional yucateco en todo su esplendor.
El huipil es un tipo de vestido fresco y cómodo, pues tiene la capacidad de estirarse y resistir lo suficiente para soportar el arduo trabajo de ser ama de casa en una comunidad que conserva casi todas sus tradiciones milenarias. Estas cualidades hacen del huipil el uniforme perfecto para jugar al softbol, pero al estilo de Yucatán.
Los adornos como brazaletes, largos aretes y gruesos collares de plata y oro son parte importante en la imagen de la mestiza, sin embargo; las jugadoras llevan solo algunos de estos adornos para jugar más ágilmente sin perder el encanto.
Además, reconocen estar acostumbradas al contacto natural de los pies desnudos con la tierra, por lo que el uso de zapatillas les resulta incómodo a la hora de correr.
El primer encuentro oficial de Las Diablillas de Hondzonot fue el 2 de octubre del 2018 y desde entonces no han dejado de entrenar; aunque tomaron precauciones durante el brote de la pandemia por COVID-19, de la que siguen resintiendo los efectos.
Por ser mujeres no creían que pudiéramos jugar, pero hemos demostrado que podemos hacer lo mismo que los hombres y hasta llegar más lejos. Ahorita, nuestros esposos nos apoyan aunque todavía hay gente que nos critica, pero no nos importa.
Actualmente, las Diablillas de Hondzonot siguen entrenando con mejor equipo y creciendo, pero sobre todo; haciendo sonar las voces de las mujeres en su comunidad e inspirando a otras a hacer lo mismo.
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Las Amazonas de Yaxunah, un equipo de guerreras del softbol
A 20 minutos de Chichén Itzá se encuentra el poblado de Yaxunah, con una población aproximadamente de 700 personas, perteneciente a la comunidad de Yaxcabá en Yucatán. Es una de las poblaciones que mejor ha conservado su cultura en el estado.
Después buscamos el nombre, vamos a ponerle el nombre de Amazonas, porque nosotras somos mujeres guerreras, y nosotras nos identifican rápidamente por la zona arqueológica, Yaxunah, y así todos, está bien así, con el huipil vamos a jugar.
Fermina Dzib Dzul, fundadora, receptora y capitana de Las Amazonas de Yaxunah en furiagris.com.mx
Conoce la historia del cenote que está justo en medio de un supermercado, aquí.
¿Cómo comenzaron Las Amazonas de Yaxunah?
Fue debido a una urgente necesidad de hacer ejercicio después de una visita al médico lo que llevó a Fermina Dzib Dzul a invitar a sus amigas y a otras señoras de Yaxunah a jugar béisbol.
Al principio y por falta de espacio, las activas mujeres entrenaban en la plaza principal del pueblo, donde recibían toda clase de comentarios.
Desde las mujeres que las acusaban de no atender su casa, hasta sus propios maridos que las acusaban de exhibirse, además de otro tipo de comentarios negativos hacia su disciplina y sus sueños.
Sin embargo, con el tiempo los maridos comenzaron a aceptar la pasión de sus esposas por el deporte y la necesidad por entrenar las llevó a practicar softbol en el campo.
Comenzaron a jugar con un bate artesanal que talló doña Enedina Canul y no contaban con manoplas, por lo que recibían la pelota con la mano desnuda.
Además, así como otros equipos femeniles del estado; no vieron la necesidad en tener uniformes y decidieron jugar con sus tradicionales huipiles y sin zapatos, pues solo les estorban al correr.
Unidas y ganadoras, así son Las Amazonas de Yaxunah al jugar softbol
Desde pequeñas estudiantes hasta mujeres de la tercera edad y pasando por jóvenes madres, trabajadoras, artesanas, costureras, etc; todas Las Amazonas son guerreras que ven en su equipo un soporte ante los golpes en la vida y el deporte.
Actualmente Las Amazonas tienen mucha actividad, jugando partidos por Yucatán y dando a conocer el gran valor que tienen al romper todo tipo de estereotipos.
Siempre seremos guerreras con nuestro equipo, no importa que haya quienes se burlen de nosotras, de cómo jugamos o nuestro uniforme. Siempre daremos batalla en el juego y no necesitamos refuerzos, solitas podemos.
Fermina Dzib Dzul, capitana.
Sin duda alguna, el deporte es uno de los lenguajes universales que nos permiten dar cuenta de que no existe diferencias de ningún tipo a la hora de divertirse cultivando el cuerpo y la mente; además de demostrar que el talento existe en todos lados y que todos merecemos la oportunidad de explotarlo.
En México no existe una liga femenil de softbol, pero sí muchos equipos de mujeres en el sureste que aman este bello deporte, como Las Cardenalas, Las Xibalbas, Las Bravas de Yaxcabá o Las Felinas de Opichén.
Tanto las Diablillas, Amazonas y los demás equipos buscan mejorar y enfrentarse de nuevo, a la vez que buscarán jugar contra otros equipos femeniles igual o más fuertes.
¿Será este el principio para una Liga Femenil Mexicana de Softbol?
