Suspiro de novia, un postre para celebrar
El suspiro de novia es un postre elegante ideal para saborear durante "el gran día" o en cualquier ocasión con los amigos.
En esta ocasión les dejo algo muy dulce, un postre que se ha vuelto mi gran favorito. El nombre de este increíble pastel es por los suspiros que la novia (y los invitados a una boda) deben de dar cuando lo comen porque, a mi gusto, es exquisito.
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Este sofisticado postre es un marquesote hecho con claras de huevo, azúcar, yemas, leche y harina. Una vez horneado, se embebe con un almíbar, hecho con agua, azúcar, canela, clavo, uva pasa, ron oscuro y licor de anís; en este punto ya el pastel es muy sabroso; pero el relleno puede volver loco a cualquiera, pues es una mezcla de piñones rosas, nuez pecana, almendras, uvas pasa y canela en polvo. La culminación de su sabor está en la cobertura que es llamada natilla de almendra, hecha con yemas de huevo, fécula, leche, vainilla y almendra; con esto se cubre el pastel y el resultado es «para dar suspiros».
El Suspiro de novia es muy laborioso y sus ingredientes son muy caros; así que prepárate a pagar unos 150 pesos por rebanada, que no es tan costoso, si se toma en cuenta que se requieren ¡hasta dos días de trabajo para hacerlo!
Dónde comer suspiro de novia
La chef Mónica Solís lo hace por encargo; lo servimos en los en los restaurantes Azul y Oro (Centro Cultural Universitario), Azul Condesa (Nuevo León. 68, Hipódromo) y Azul Histórico (Isabel La Católica No. 30, Colonia Centro, Ciudad de México).