Tecate, el pueblo fronterizo más bello de México
Tecate es uno de los pueblos fronterizos más bellos del país. Acá nuestras recomendaciones en esta guía rápida.
Si hubiera un ranking de las poblaciones con el mayor número de buenos restaurantes por habitantes, el Pueblo Mágico de Tecate se ubicaría en el primer lugar nacional.
Sea en sus camiones de comida o en sus restaurantes formales, el visitante disfruta comidas formidables mientras descubre uno de los poblados fronterizos más bonitos del país.
Es un rumbo sorprendente. Quien llega desde Mexicali descubre primero la sierra rocosa de La Rumorosa. Los grandes peñascos no desaparecen al llegar a las tierras altas. Entre ellos se ocultan las pinturas rupestres de El Vallecito.
Y más adelante, esos grandes peñascos rodean a Tecate y pueblan las faldas del Cuchumá, el cerro reverenciado por los kumiai que se encuentra sobre la línea fronteriza al oeste del pueblo.
Peñascos y encinos esconden en los alrededores balnearios de antología como el Rancho La Puerta, así como los muchos viñedos de la zona con cuyas uvas se hacen hoy excelentes vinos (y hace cien años, en tiempos de la Prohibición, se elaboraban destilados para exportar de contrabando a Estados Unidos).
Dentro de su traza urbana hay varios edificios históricos como la estación del tren construida en 1915 para la rara línea ferroviaria entre Tijuana y Yuma, Arizona. También está la fábrica de cerveza que lleva el nombre del pueblo, nacida en 1944, y que fue pionera en el uso de la lata como envase de esta bebida. El Museo Comunitario muestra fotografías, piezas arqueológicas y una casa tradicional de los kumiai.
En el centro está la bonita Parque Miguel Hidalgo cubierta de laureles, álamos y palmeras y con su quiosquito de piedra al centro. Sobre su costado norte están las panaderías que le han dado fama a Tecate y por las que mucha gente que viaja entre Mexicali y Tijuana se detiene para hacer compras.
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