El «tendido de los cristos» en San Martín de Hidalgo, Jalisco
Huitzquilic era el nombre prehispánico de este pueblo, que hacia 1540 recibió el de San Martín de la Cal, y que a partir de 1883, por decreto del gobernador de Jalisco, Maximino Valdominos, sería denominado San Martín de Hidalgo.
San Martín está ubicado en el centro del estado, en el valle de Ameca, a 95 km de la ciudad de Guadalajara. Es un pueblo lleno de tradiciones, que no son más que el reflejo del sentir popular respecto de los acontecimientos históricos, ya sean de carácter civil o religioso, por lo que pueden conmemorarse desde el más patriótico hasta el más mítico de los hechos.
Esta comunidad, como todo el mundo católico, inicia la cuaresma asistiendo el miércoles de ceniza al templo principal (San Martín de Tours) para participar en la imposición de la misma, o a los distintos barrios que fueron designados previamente para ello.
Durante los siguientes 40 días se recuerda solemnemente, entre otras cosas, la estancia de Jesús en el desierto y su lucha contra las tentaciones y el mal. Con el correr de los días llega la Semana Mayor y es cuando se manifiesta con todo su esplendor el Tendido de los Cristos, tradición única en todo el estado de Jalisco.
El Viernes Santo convierte al viejo barrio de La Flecha en una verdadera romería; en el transcurso de la tarde y noche la población en general y los visitantes acuden allí para admirar los altares que se instalan en las casas a fin de conmemorar el día de mayor duelo entre los católicos: la muerte de Jesús.
Difícilmente se puede precisar cuándo se inicia esta tradición, y sólo mediante la historia oral se han venido reconstruyendo sus orígenes. Lo cierto es que muchas de las sagradas imágenes han sido heredadas de generación en generación, y existen algunas que tienen 200 y hasta 300 años de antigüedad.
Esta tradición se lleva a cabo de la siguiente manera: en las casas donde se tiende el Cristo, la habitación principal se convierte por un día en una pequeña capilla: el piso se cubre con hojas de laurel de cerro, alfalfa y trébol; y ramas de sabino, jaral y sauz, servirán para cubrir los muros y al mismo tiempo de fondo para el altar.
La ceremonia del tendido inicia a las 8:00 am, cuando se baña al Cristo o se limpia con crema o aceite y se le cambia el sendal. Esto lo hace elvarón, quien se encarga de hacer el tendido y de vigilar que nada le falte en su altar. Estevarónrepresenta a José de Arimatea, que como se sabe era una persona muy allegada a Jesús y fue precisamente quien solicitó el permiso para que el cuerpo recién crucificado fuera sepultado antes de las 6:00 pm (la tradición judía impedía sepultar después de esa hora y durante todo el sábado).
En el altar se coloca incienso, copal, velas, veladoras, naranjas agrias y flores de papel o naturales, así como los germinados o nacidos que se preparan desde el viernes de Lázaro (15 días antes), con lo cual se solicita el buen temporal, y se mantiene la presencia de la Virgen de los Dolores. Nunca debe faltar en el altar la imagen de la Virgen, a la que se le dedica un altar especial el viernes anterior. Durante la visita a los altares los dueños de los Cristos y losvaronesofrecen calabaza cocida, chilacayote, aguas frescas y tamales de cuala.
Llegada la tarde se riegan los germinados y se prepara el ambiente para recibir a los visitantes, que se dan cita en cada una de las casas donde hay altar. Y es así como el peregrinar por los siete templos se convierte en la visita a los altares de los Cristos.
Obligada es la visita al monumento de flores, germinados, papel picado y veladoras que se coloca en el templo dedicado a la Purísima Concepción, construcción arquitectónica del siglo XVI y patrimonio histórico de San Martín de Hidalgo. Este altar es dedicado al Santísimo, siendo el único día del año que deja el lugar principal del templo de San Martín de Tours para ser trasladado al recinto de la Virgen de la Concepción.
Después de la visita al monumento se hace el recorrido por los altares de los Cristos en el barrio de La Flecha.
Cada Cristo tiene su historia sobre cómo se ha venido heredando, e inclusive algunos cuentan los milagros que ha realizado.
Las sagradas imágenes están hechas de diversos materiales, desde aquellas a las que se les atribuye procedencia divina, como el caso del Señor del Mezquite, hasta las que son de pasta de maíz; sus tamaños van de los 22 cm a los 1.80 metros.
Algunos de estos Cristos han sido bautizados por sus propios dueños, y otros se conocen por el nombre del propietario; así encontramos el Cristo del Calvario, de la Agonía, del Mezquite, de los Coyotes o el de doña Tere, doña Matilde, el de Emilia García, entre otros.
Durante la noche, después de recibir las visitas, las familias propietarias de los Cristos velan la sagrada imagen, como si se perdiera un ser querido, y consumen café, té, agua fresca y tamales de cuala. Al llegar la mañana del sábado se realiza la ceremonia de levantar al Cristo de su altar, lo cual se inicia a las 8:00 am, y en ello participan de nueva cuenta elvaróny la familia propietaria del Cristo. Elvarónreza ante la sagrada imagen, pide bendiciones y favores para toda la familia y entrega la imagen a la señora de la casa; luego se procede a recoger todos los elementos que conforman el altar, con la participación de toda la familia.
El profesor Eduardo Ramírez López escribió el siguiente poema dedicado a esta tradición:
Tiempo de casas humildes,erigidas en capillas de puertas abiertas,de almas contritas,casas del espíritu Redentor.
Tiempo de olor a copalincienso, sabino y jaral,de purificar el alma de recogimiento interior.
Tiempo de semillas germinadasdonde muere el granopara dar en abundanciacomo el pecado muere en la expiación para renacer en Cristo.
Tiempo de derroche de cera,de velas encendidas,que elevan nuestro espíritual reencuentro de senderos iluminados.
Tiempo de color,de papel armonizado en flor,de alegría interior,de gozo en el sufrimiento,de gozo en la Resurrección.
Tiempo de dos maderostransformados en cruz…donde uno me lleva al Padrey hacia mis hermanos el otro.
Tiempo de casas…de olor… de semilla…de cera… de color…de papel… de Cruz…Tiempo de Cristos.
En San Martín de Hidalgo la Semana Santa se inicia el viernes previo con los Altares de Dolores: imagen popular, plástica, a través de la cual se recuerda el inmenso dolor que la Virgen María sufrió al mirar que se acercaba la pasión y muerte de su hijo Jesús.
El sábado por la noche se celebra el Sábado de Tianguis, donde la calle que se localiza al costado oriente del templo de la Purísima Concepción se convierte en un mercado de origen indígena, ya que se venden productos fabricados con piloncillo únicamente, como son: ponte duro, coyules en miel, coclixtes, tamales de cuala, pinole, colado, elotes, buñuelos, gorditas de horno, manzanas en miel. Todos estos productos nos llevan a las raíces purépechas y nahuas.
Ya en la Semana Santa se inicia la Judea en vivo, donde un grupo de jóvenes actores representan los cuadros bíblicos más importantes de la pasión y muerte de Jesús, y es así como el Jueves Santo se lleva a cabo la representación de la Última Cena y la aprehensión de Jesús en el huerto; posteriormente se escenifica su presencia ante Herodes y su camino ante Pilatos.
El Viernes Santo continúa con el cuadro donde Jesús es llevado a Pilatos y de ahí el inicio de su calvario, para culminar con la crucifixión en el cerro de la Cruz.
Si va a San Martín de Hidalgo
Para llegar a San Martín de Hidalgo se tienen dos opciones: la primera, hay que tomar la carretera federal Guatemala-Barra de Navidad, llegando al crucero de Santa María se toma la desviación correspondiente y a tan sólo 95 km de la capital del estado se encuentra San Martín; y la segunda, se toma la carretera Guadalajara-Ameca-Mascota, hasta la población de la Esperanza, y luego la carretera Ameca-San Martín.
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