Tina de lámina galvanizada, el lugar donde se bañaron millones de mexicanos
La tina de lámina galvanizada sirvió lo mismo para bañar a los pequeños que para hervir los elotes, por eso tal vez es uno de los utensilios más importantes del siglo XX en México.
Uno de los varios misterios que hay en México, es quién y cuándo creó la tina de lámina galvanizada, un objeto que marcó la vida de millones de mexicanos por su enorme utilidad en las labores domésticas.
En ella las madres de familia ponían a hervir los elotes, cocer la carne para una fiesta, o luego limpiarla con el fin de usarla de jacuzzi para los pequeños del hogar, en fin que era un producto multiusos, práctico y económico.
Tinas de lámina galvanizada a partir de 1900
Hasta donde se sabe la tina de lámina galvanizada empezó a ser común en los hogares mexicanos en los inicios de 1900, se intuye eso porque existen fotografías de ese entonces con alegres niños mexicanos siendo bañados en ellas.
Sin embargo su presencia podría datar de mucho tiempo atrás, pues Luigi Galvani, el italiano que descubrió cómo crear una capa antioxidante para los metales a través de la electricidad, realizó su famoso hallazgo alrededor de 1780.
Un objeto que marcó la vida de los mexicanos
Es de suponerse que posterior a ello se empezaron a fabricar en Italia, Europa, Estados Unidos y desde luego en México, no solo tinas, también cubetas. tuberías, regaderas para plantas, entre un largo sin fin de utensilios que por obviedad tenían contacto con el agua.
Sin embargo, para los mexicanos han sido las tinas los objetos que más han marcado la vida cotidiana por generaciones; pues como ya se dijo sirvieron para bañarse o cocinar, pero también se usaron para cosas como almacenar las cervezas u otras bebidas para las fiestas.
Tinas de lámina galvanizada, utensilios multiusos
Las madres de familia también las usaban para guardar la ropa una vez lavada o incluso lavar o enjuagar las prendas ahí mismo. Pero cuando empezaban a convertirse en un imprescindible de todos los hogares en México ocurrió algo que cambiaría su destino.
A principios de 1980 llegó a territorio nacional un invento europeo de 1941, hablamos del plástico, con el cual se crearon de inmediato toda clase de objetos, especialmente cubetas y tinas de baño para los bebés.
La llegada de las tinas de plástico
Por supuesto que las madres prefirieron las tinas de plástico sobre las de metal galvanizado, porque las nuevas eran baratas, irrompibles, livianas e impermeables, desde entonces los días de las tinas metálicas, que tantos recuerdos dejaron en los mexicanos, comenzaron a tener los días contados.
En la actualidad algunas pocas fábricas producen y venden las tinas de lámina galvanizada, aunque seguro que son pocas las madres o padres que optan por bañar a sus pequeños en una.