Todos Santos continúa en Yahualica, Hidalgo
Durante la Cobertura de Día de Muertos descubrimos que este festejo se prolonga un mes más en Yahualica. Aquí te contamos los detalles.
Si bien el Xantolo, en la Huasteca de Hidalgo, tiene su clímax entre el 2 y 3 de noviembre, en algunas partes de la región la celebración continúa hasta fin de mes.
Yahualica es uno de los poblados donde las personas seguirán acudiendo por las noches a presentar sus ofrendas a los parientes enterrados en el camposanto.
El osario de Yahualica
Yahualica tiene la particularidad de contar con un osario o “uisario” como le llaman en la comunidad.
El sitio es un pequeño cuarto frente a la iglesia, lugar donde se venera la imagen del Ánima sola, la cual se lleva a esta capilla entre el 1 y el 10 de noviembre para ponerle su altar, llevarle ofrenda y realizar un novenario en favor de todas las almas que ya no tienen quien les recuerde.
Al interior del lugar se hallan dos cráneos antiguos, “tienen al menos unos 300 años” asegura Pedro Zabala, quien en estos días cuida el altar y hace las veces de curandero, pues en ocasiones llegan personas a dar ofrenda a los cráneos “santos” y a solicitarle una “endonación”, un pequeño rito de curación donde hace algunos rezos donde pide por la salud del enfermo.
Día de Muertos (principio y fin)
Cuenta don Pedro, que la celebración de Todos Santos comienza desde junio “cuando inicia la siembra del frijol y la flor de cempasúchil, dos de los elementos indispensables para las llegada de los espíritus en noviembre”.
Además, a los difuntos se les hacen dos ofrendas previas, “son como una invitación”, comenta. La primera se hace el 28 de septiembre y la segunda el 18 de octubre.
Como en otros pueblos huastecos los altares se colocan desde el 30 de octubre. El 31 se recibe a las ánimas de los infantes y el 1 de noviembre a los adultos. Pero acudir al panteón no se da en una fecha específica, hay quienes van el 2, pero es una visita que se extiende hasta el 4 o 5 de noviembre.
Mientras tanto, la capilla del ánima sola se mantendrá abierta hasta el día 10, fecha en que algunos regresan de nueva cuenta al camposanto para presentar tamales, pan, chocolate y comer en las tumbas, con sus parientes.
Durante estos días las campanas repican con un tono distinto, llamando y reuniendo a los espíritus, para que las personas del pueblo también acudan por las tardes a limpiar las sepulturas y “regar flor”.
Pero es en las noches cuando el ritual se vive con más intensidad. A las luz de las velas se comparten los alimentos. Si hay bebidas es costumbre dejar caer un poco al piso antes de tomar “es un respeto a la tierra” me comenta Presibindo Lara.
Para Tarsicio Lara, también originario de este poblado “Todos Santos es más que un Día de Muertos, es una larga convivencia con los difuntos, es una celebración que se va preparando con anticipación y que dura hasta el 30 de noviembre”.
Es precisamente el 30 de noviembre cuando los pobladores regresan al camposanto a llevar ofrenda y pedir algún son a los tríos que se presentan mientras abren los tamales grandes, el fin es compartir nuevamente los alimentos, en una última velada donde se despiden de sus muertos.
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