Travesía en kayac de mar. Punta Concepción-Mulegé-Loreto. - México Desconocido
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Travesía en kayac de mar. Punta Concepción-Mulegé-Loreto.

Baja California Sur
Travesía en kayac de mar. Punta Concepción-Mulegé-Loreto. fifu

Cuatro amigos, un par de kayaks, equipo de campamento y provisiones para seis días, más 123 km de travesía marina, fueron necesarios para redescubrir uno de los lugares más remotos y salvajes del Mar de Cortés: Punta Concepción.

Finalmente, después de un agotador recorrido de 100 km a pie y 227 km en bicicleta de montaña a través de la Sierra de La Giganta, siguiendo el antiguo camino real de las misiones sudcalifornianas, llegamos al paradisiaco oasis de Mulegé, donde iniciaríamos la última etapa de nuestra fascinante expedición. Estuvimos en Mulegé un par de días haciendo los últimos preparativos, y ya con todo el equipo reunido en la playa El Sombrerito nos dimos a la tarea de cargar los kayaks y de revisar los timones y el equipo. En este tipo de expediciones de total autosuficiencia todo tiene que ir perfectamente planeado y acomodado dentro de los depósitos estancos de la embarcación; comida, agua y equipo de campamento ocuparon todos los depósitos, y el equipo personal de cada kayakista lo guardamos en bolsas de hule secas y las amarramos en la parte media del kayak. Así, acampamos a la orilla de la playa listos para salir a la mañana siguiente. Sin embargo, tuvimos que retrasar un día más nuestra salida por una amenaza de tormenta, y para no arriesgarnos decidimos esperar un día más. Finalmente, a las seis de la mañana del día siguiente iniciamos nuestra expedición.Siguiendo una de las rutas de la legendaria embarcación Triunfo de la Cruz, partimos de la misma playa en la que el 1 de noviembre de 1720 levantara anclas e izara sus velas la primera embarcación construida en Baja California Sur; en aquel viaje el Triunfo de la Cruz navegó de Mulegé a Loreto en dos días, mientras que este mismo recorrido le tomó a nuestra expedición seis días remando.

DÍA 1: MULEGÉ-LA MINA, 18 KM

En uno de los kayaks iban Pim y Eugenia y en el otro Juan y yo. En este primer día cruzamos la boca de la Bahía Concepción, sin duda una de las más bellas de la península; después llegamos a un campamento pesquero conocido como El Hornito, donde tomamos un breve descanso. Nuestro objetivo era dar la vuelta a Punta Concepción, pero justo en este sitio fuimos sorprendidos por fuertes vientos del sudeste, y las olas que se estrellaban contra nuestros kayaks nos hacían desaparecer de la vista uno del otro; nuestra principal preocupación era mantenernos alejados de la línea costera, donde las furiosas olas se estrellaban en los roqueríos; por otro lado, teníamos que cuidar el timón navegando en zigzag para evitar que las olas nos volcaran. Por fin pudimos dar la vuelta por la punta y empezamos a buscar alguna playa dónde desembarcar, hasta que llegamos a una playa rocosa y acampamos en los restos de una mina abandonada.Ya con ropa seca nos dispusimos a preparar la cena; a fin de no desperdiciar el agua cocinamos unas pastas con mitad de agua salada y mitad de dulce. Nuestro menú de los seis días fue muy sencillo pero variado: sopas de paquete, pastas, atún, machaca de res, frijoles, algunas frutas y verduras, cereal para desayunar, café, barras de granola y chocolates para ir comiendo durante la navegación.

DÍA 2: LA MINA-SANTA ROSA, 18 KM

Este día fue más tranquilo, y mientras más remábamos más perfeccionábamos nuestra técnica. El secreto para remar durante horas sin cansarse es hacerlo con todo el cuerpo, no sólo con los brazos; hay que llevar un buen ritmo, coordinando el movimiento de cintura, espalda y brazos. Diariamente teníamos que estar en el agua al amanecer, pues durante la tarde empezaba a soplar fuerte el viento y a levantar olas de gran tamaño, haciendo los desembarques especialmente difíciles. En la tarde llegamos a una bahía bastante protegida que está después de Punta Coloradito y ahí levantamos nuestro campamento, en el lecho de un arroyo seco.

DÍA 3: PUNTA COLORADITO-SAN-NICOLÁS, 29 KM

El amanecer, como todos los del Mar de Cortés, fue espectacular; la pequeña bahía se pintó de cálidas tonalidades mientras el astro rey se asomaba por la punta, iluminando las caprichosas formaciones rocosas.A fuerza de remo fuimos descubriendo las puntas que sobresalen de la línea costera, como Punta San Lino, San Linito, Médano Blanco y Santa Teresa, donde da inicio la gran bahía de San Nicolás; en este último sitio seguimos la navegación mar afuera para no perder mucho tiempo costeando, y así nos enfilamos hacia Punta San Antonio. Este cruce de la bahía nos llevó casi toda la jornada, y poco antes de llegar al final el viento empezó a soplar con fuerza y de nuevo las olas a levantarse, lo cual aprovechamos para avanzar más rápido surfeando con ellas; la más intensa emoción llegó cuando decidimos desembarcar en Boca San Nicolás, justo antes de Punta San Antonio, donde las olas reventaban con toda su fuerza en la costa. Sin titubear unos instantes e intentando mantener las olas detrás de nuestros kayaks, fuimos surfeando una detrás de otra. Fue algo increíble. Ya para llegar a la costa, Juan y Eugenia, que ocupaban el frente de cada kayak, saltaron rápidamente al agua para librar la rompiente.Una de las tareas que nos tomaban más tiempo eran las salidas en la mañana y los desembarques en la tarde, ya que debíamos poner y quitar con elásticos nuestras bolsas secas y sacar parte de la carga para poder remolcar los kayaks hasta la orilla, pues de otra forma, además de que podíamos lastimarnos la espalda al jalar las pesadas embarcaciones, corríamos el riesgo de rasgarlos al chocar contra las piedras de la playa.El resto del día lo dedicamos a recargar el agua, la cual ya se nos estaba acabando.

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DÍA 4: SAN NICOLÁS-PUNTA MERCENARIOS, 27 KM

Finalmente llegó el día en que tendríamos que navegar alrededor del impresionante volcán localizado en Punta Púlpito, uno de los lugares más riesgosos de este recorrido en kayak.Las olas y las corrientes en Punta Púlpito son tan fuertes y traicioneras que más de una expedición ha naufragado en ese sitio, e incluso han muerto algunos expedicionarios. Estas corrientes se deben a que en ese punto choca el Mar de Cortés con toda su fuerza, y la Punta Púlpito es las más expuesta del golfo.Siguiendo con nuestra dura jornada, ahora debíamos atravesar otra gran bahía, la de San Juanico; alrededor de las tres de la tarde el viento y las olas aumentaron su fuerza, así que aun sin ver una playa adecuada para desembarcar nos orillamos esperando encontrarla, y por suerte dimos con uno de los escenarios más bellos del Mar de Cortés: la Punta Mercenarios, donde levantamos nuestro campamento.Después de un merecido descanso y una buena comida consultamos el mapa con el fin de ver cuánto nos faltaba para llegar a Isla Coronados. Explorando la playa donde acampábamos descubrimos sus mágicas formaciones rocosas esculpidas por la fuerza del viento, y al atardecer ascendimos al cerro más alto para disfrutar de un espectacular paisaje compuesto por la ensenada de San Basilio, toda la Bahía de San Juanico y en el horizonte la enorme mole de roca del volcán de Punta Púlpito, mientras a nuestros pies se advertía la dentada Punta Mercenarios.

DÍA 5: PUNTA MERCENARIOS-ISLA-CORONADOS, 29 KM

Antes de que amaneciera ya estábamos remando entre los acantilados de Punta Mercenarios.Es sorprendente cómo el cuerpo se va acostumbrando al esfuerzo diario y a la simplicidad de la vida en la naturaleza; en estos viajes se da uno cuenta de que realmente no se necesita nada más para disfrutar de la vida en completa libertad, sin límites ni fronteras.Entre Punta Mercenarios y Punta Mangles fuimos remando paralelos a la línea costera, admirando los enormes acantilados marinos. Nos considerábamos muy afortunados en haber acampado en Mercenarios, ya que en varios kilómetros no vimos ninguna otra playa apta para desembarcar.Esta fue otra jornada bastante larga y difícil, pues el viento soplaba en contra nuestra, por lo que decidimos navegar más cerca de la costa, de modo que las montañas nos aislaran del viento. Una vez frente a Isla Coronados cruzamos el canal que la separa 3.5 km de la península. Finalmente arribamos a la isla, donde acampamos en una paradisiaca playa de arena blanca y fina como el talco.

ISLA CORONADOS. Durante la tarde decidimos explorar parte de la isla y ascender a la cumbre de su volcán. La Isla Coronados está formada por un gran cono volcánico que alcanza los 283 msnm. Conforme fuimos ascendiendo atravesamos grandes roqueríos volcánicos por donde descubrimos la flora del lugar: choyas, torotes y cardones.Finalmente, ascendiendo entre rocas sueltas y rampas de arena coronamos la cumbre del volcán, desde donde se tiene una inmejorable vista del Parque Marino Nacional Bahía de Loreto, el cual fue declarado el 19 de julio de 1996. Este parque cubre un área de 2 065 km2, desde el lado norte de la Isla Coronados hasta el sur de la Isla Catalana, incluyendo las islas del Carmen, Danzante y Monserrat.

DÍA 6: ISLA CORONADOS-LORETO, 13 KM

Al igual que en la época de las misiones, cuando los trabajadores e indígenas extraían la cal de Coronados y la transportaban en canoas rumbo a Loreto para usarla como cemento en la construcción de sus edificios, nosotros empezamos a remar en dirección de nuestra meta final, Loreto, concluyendo así esta dura e interesante expedición donde descubrimos otra pequeña parte de nuestro México desconocido.

autor Fotógrafo especializado en deportes de aventura. ¡Ha trabajado para MD desde hace más de 10 años!
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