La poderosa Tsukán, guardián de los cenotes de Yucatán
Conoce la historia de Chaac y la poderosa Tsukán, la serpiente gigante que cuida de los cenotes y las grutas en el Mayab.
Olvídate de la rutina y escápate:
George de la Selva, balneario y cenote cerca de Mérida
La Tsukán es un antiguo y poderoso ser que protege el agua y los cenotes en Yucatán por mandato del dios maya de la lluvia. En tiempos recientes, la construcción del Tren Maya ha revelado tesoros y cenotes en todo el territorio ¿Estarán cerca de encontrarse frente a frente con la majestuosa guardiana del Xibalbá?
La línea del Tren Maya no deja de sorprender, pues son cada vez más los interesantes descubrimientos arqueológicos que se dan en su trayecto.
Tal fue el caso de una vasija única en su tipo y una caverna con un templo en su interior, además de los cientos de cenotes que se atraviesan por el camino del Tren Maya.
El INAH señaló que actualmente se tiene registro de 248 cenotes y 198 cuerpos arqueológicos a lo largo de 570 kilómetros y se piensa que la mayoría podrían estar relacionados directamente con la cultura maya; sin mencionar que se trata del único sistema de cenotes en el mundo.
Muchos se preguntan ¿Qué otros tesoros y zonas arqueológicas aún por descubrir se encuentran en la selva del Mayab?
Lee también: 3 leyendas de día de muertos para contar a la luz de las velas.
Pero la verdadera pregunta es ¿Qué es eso que acecha celosamente desde la jungla yucateca, desde el fondo de las cuevas y cenotes e incluso… desde el cielo?
Tsukán, el guardián del cenote
Esta leyenda maya pertenece al inicio de los tiempos, cuando la historia del universo todavía no terminaba; para repetirse en un nuevo sol.
La sequía y el dios de la lluvia
Un día, una terrible sequía golpeó Yucatán. La gente del Mayab imploró a Chaac, el dios de la lluvia, que devolviera a los cenotes y otros depósitos de agua dulce el tan preciado tesoro.
Chaac, comúnmente representado como 4 divinidades que lo conforman, se hizo uno y salió volando por los cielos, montado en una hermosa bestia divina.
El dios del agua no podía creerlo. Revisó cada uno de los cenotes y buscó a su amiga el agua en cada uno de los rincones que habitaba; pero no estaba.
Conoce 3 criaturas mitológicas mexicanas y sus leyendas: Solo para valientes.
El dios contra la criatura, una batalla feroz
Preocupado y confundido, Chaac se sentó sobre un tronco a descansar bajo la sombra de una enorme ceiba seca, justo en la entrada de un gran cenote de cueva.
Entonces, el tronco en el que se encontraba comenzó a levantarse y al voltear, se dio cuenta que un extremo no era madera, era una enorme cola. Chaac se hizo a un lado con una velocidad increíble, pero su bestia ya había sido devorada por una criatura igual de rápida que él.
El amo del rayo tomó firmemente su hacha y le dijo:
– ¡Ahora tú serás mi montura, por haber devorado a mi bestia!
– ¿Y quién eres tú para montarme?
Al mirarlo bien, se dio cuenta que lo que se comió a su animal era una imponente y bella serpiente que el dios nunca había visto.
¡Yo soy Tsukán!
La majestuosa criatura alcanzó a golpear a Chaac con su fugaz cola y se metió rápidamente por uno de los huecos en el cenote. La deidad del agua apenas y pudo meter el mango de su arma para defenderse; fue a estrellarse con una enorme pared y se derrumbó parte de la cueva.
Rápidamente se recompuso y la siguió. El combate duró apenas unos instantes, pero fue feroz; la serpiente tiraba a morder a Chaac y golpeaba las paredes de las grutas con la nariz cuando atacaba.
Chaac conocía las conexiones entre cenotes y la serpiente parecía conocerlas también. No quería matarla, por lo que tuvo que medir sus golpes; soportando el ser azotado en las paredes, ocasionando derrumbes que todavía se pueden ver.
Sus manos no podían hacer nada contra la poderosa serpiente, solo podría ganarle si usaba el hacha, pero sería mortal. Entonces, el enorme reptil pudo ver una salida y huyó; aunque Chaac fue más rápido y pudo tomarla de los crines.
Lee 3 leyenda de Día de Muertos para niños que se duermen tarde.
El dios de la lluvia y la poderosa Tsukán
Soy Chaac, el señor del agua y ahora también tu señor. Me vas a llevar al mar para traer el agua que seguro tú te acabaste.
De los costados del animal brotaron unas alas y la dirigió hacia el mar. Al llegar a la costa, el dios llenó cientos de vasijas con agua. Al terminar, la majestuosa serpiente le dijo:
– No voy a regresar a las grutas. Me voy a quedar, aquí tengo espacio y puedo ir a donde quiera.
– Primero debes terminar tu misión.
– ¿Qué misión?
– Tú habrás de vigilar los cenotes y las grutas; jamás habrá de faltarles agua, vas a protegerla. Solo cuando seas muy vieja, podrás regresar al mar.
Chaac sabía que la serpiente sería joven por siempre. Al regresar, Tsukán intentó combatir al dios en el aire, pero no fue tan rápido y terminó convertida en agua por el hacha de Chaac. Los cenotes y aguadas se llenaron de líquido y la serpiente renació entre sus aguas y se quedó a vivir ahí; jurando ser la eterna protectora de las entradas al Xibalbá, el inframundo maya.
¡Conoce los últimos descubrimientos de la ruta del Tren Maya, aquí!
¿Quieres escaparte a Yucatán? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable