Un domingo de tradición en el Parque Hundido
Nutella preparó un domingo muy especial para todas aquellas familias que se encontraban disfrutando de un paseo dominical en el Parque Hundido
Para los mexicanos los domingos son sagrados. Sí, son días en los que nos dedicamos a descansar y es precisamente ese día el que también destinamos para convivir en familia. Y en un lugar tan grande como la Ciudad de México los capitalinos procuramos áreas verdes, espacios en los que nuestros hijos puedan correr libremente e incluso pasear con la mascota. Tal es el caso del Parque Hundido. Este oasis en medio de la ciudad es literal un pulmón verde en el que te puedes internar para escaparte del ajetreo diario. Así que eso hicimos, nos levantamos temprano, nos pusimos pants y nos salimos para recorrer este hermoso parque.
Entramos por la fuente que está a los pies de la escultura de Vicente Guerrero y al llegar nos dimos cuenta de que la mayoría de la gente estaba disfrutando un delicioso pan de muerto. Los niños rápidamente preguntaron en dónde los estaban obsequiando y en un segundo ya estaban formados listos para recibir su dotación. Como no habíamos desayunado pues que mejor que hacerlo con un tradicional pan tan propio de estas fechas.
Un grito de júbilo resonó en el ambiente cuando los peques se dieron cuenta de que el pan de muerto estaba untado con deliciosa Nutella. ¡No puede ser! Dijeron, ¡Por fin! ¡La combinación perfecta! Pero las sorpresas se seguían dando en escalada junto con el pan. Nos preguntaron si queríamos ganarnos un tarro de Nutella Edición Especial de Temporada, que además podíamos convertir en lampará y de nuevo otro estruendoso grito ¡Sííí!
El único requisito era apelar a nuestra creatividad para escribir una “calaverita” que incluyera tres palabras clave: Nutella, desayunos y tradición. ¿Fácil no? Así que mientras disfrutábamos nuestro sabroso pan de muerto con Nutella, entre risas, nos dimos a la tarea de inventar nuestras divertidas calaveritas, mismas que después pegamos en un muro para al final recibir nuestra preciada recompensa: el tarro luminoso de Nutella.
Poco a poco el parque se fue llenando de familias atraídas no solo por el sabor del pan de muerto con Nutella sino por un colorido tarro gigante de Nutella que estaba siendo ilustrado a mano por una artista plástica. Papás, hijos, abuelitos, parejas y hasta las mascotas pasamos un tradicional domingo desayunando y conviviendo de manera diferente. Al final el convivio se extendió hasta la noche pues, ya sea de mañana o tarde, un pan de muerto siempre será bien recibido y más aún si es acompañado con Nutella. Sin duda, ese será un día que recordaremos siempre pues estuvo lleno de alegría y diversión en el que, además, descubrimos que las tradiciones no cambian, pero sí pueden complementarse para darles más sabor.
#DesayunosNutella #ElSaborDeLaTradición