Un paseo entre minas, bosques y valles (Hidalgo)
Te presentamos un panorama general de los atractivos naturales y culturales que ofrece Hidalgo, un estado lleno de magia, sabor, tradición e historia.
Fueron los antiguos toltecas, guiados por el mítico sacerdote Quetzalcóatl, quienes fundaron la primera ciudad importante en este territorio que actualmente ocupa el estado de Hidalgo; así lo dicen las viejas crónicas históricas y los interesantes relatos que un par de ancianos cuentan mientras se disponen a tomar asiento en una banca del parque donde se encuentra el famoso reloj de la ciudad de Pachuca.
Relativamente cercana a la ciudad de México, Pachuca, conocida popularmente como “La Bella Airosa”, debido a que durante gran parte del año es “barrida” por fuertes corrientes ventosas de hasta 75 km por hora, fue fundada en el año de 1598, como resultado del impresionante auge minero que caracterizó a la Nueva España durante el siglo XVI y parte del XVII.
En nuestros días, la moderna capital del estado de Hidalgo ofrece a sus visitantes un ameno recorrido que bien puede comenzar en el antiguo convento de San Francisco, para después, dar paso a una agradable caminata por su centro histórico. Por las tardes, y ya con algo de hambre, el visitante de la “Bella Airosa” puede degustar del platillo típico de la región: los famosos “pastes”, los cuales, calientitos y rellenos de carne, poro y papa, de acuerdo a la receta original, son un verdadero manjar para el paladar más exigente.
Sin embargo, el estado de Hidalgo no sólo ofrece los atractivos de su ciudad capital. Cercana a ella, a escasos 10 km al norte, se encuentra Real del Monte, una vistosa población que fuera importante productora de metales preciosos como la plata y que en la actualidad se ha convertido en una localidad que recibe a sus visitantes con la cálida amabilidad de sus habitantes; recomendamos visitar en este lugar los viejos tiros de las minas, así como el curioso panteón inglés, donde su vigilante, un señor de edad avanzada, narra con singular emoción las misteriosas y a veces asombrosas historias de la personas que ahora descansan en este sitio lleno de magia, misterio y originalidad.
A poca distancia de Real del Monte se encuentra la famosa Hacienda de San Miguel Regla; allí, entre árboles y pinos, se levanta la renovada construcción que antiguamente albergara a la hacienda de beneficio de metales en los dominios de don Pedro Romero de Terreros, conde de Regla. Aquí, las caídas de agua y el profundo verdor del lugar envuelven al visitante en un increíble ambiente de paz y tranquilidad, ideal para tomar unos días de descanso en su apacible hotel, o bien, para conocer algunas de las atracciones cercanas como son los espectaculares Prismas Basálticos de Santa María Regla.
Por su parte, la región septentrional del estado cuenta con un verdadero paraíso para quienes admiran las maravillosas creaciones de la naturaleza, pues justo a los pies de la sierra que lo atraviesa se encuentra la población de Molango, rodeada de innumerables montañas verdes.
Cambiando notablemente de paisaje y de geografía, la parte occidental del estado se ve identificada con la presencia del Valle del Mezquital, donde una serie de poblados no menos interesantes que los de la región minera, ofrecen a sus visitantes, una inmejorable visión del arte nativo que se desarrolló durante la colonia española en México; podemos destacar así las ciudades de Actopan e Ixmiquilpan. En el primero, se levanta una de las máximas obras de la arquitectura del siglo XVI, mientras que, por su parte, en Ixmiquilpan se encuentran las famosas pinturas al fresco que muestran una compleja representación de cómo la mano indígena plasmó en sus colores, el trauma de la conquista espiritual en México.
Pero además, y para fortuna de los visitantes, el recorrido por estos sitios, puede verse coronado con un rico chapuzón en cualquiera de los balnearios de aguas termales que se encuentran en los alrededores; recomendamos principalmente los de Huichapan y el del propio Ixmiquilpan.
Finalmente, y si hablamos de los sitios por descubrir en este estado, no podemos olvidar que en la zona del Valle del Mezquital también se encuentra la mágica ciudad arqueológica de Tula, donde justo en lo alto del llamado Templo de Tlahuizcalpantecuhtli, y a los pies de los enormes “Atlantes”, el visitante puede tomarse la tradicional fotografía del recuerdo junto a las enormes esculturas que, con el paso de los años, se han convertido en la orgullosa identidad de este bello estado cuya gente es la digna heredera de las antiguas glorias del pueblo Tolteca.
¿Quieres escaparte a Hidalgo? Descubre y planea aquí una experiencia inolvidable