UNAM y CDMX inauguran fábrica de mascarillas N95 para frenar COVID-19
Se producirán 40 mil piezas diarias de mascarillas N95 para proteger a personal de salud que esté en contacto con pacientes con coronavirus.
Pronto iniciará el plan gradual hacia la nueva normalidad, por lo que el distanciamiento social disminuirá y ciertos elementos como el alcohol en gel y las mascarillas continuarán siendo necesarios. Por ello, en un trabajo conjunto la UNAM, el Gobierno de la Ciudad de México y ATFIL (una empresa privada incubada en la Facultad de Ingeniería de la UNAM), inauguraron una fábrica de mascarillas N95 en la alcaldía de Xochimilco.
Desde el inicio de la pandemia, las mascarillas N95 han sido las más cotizadas debido a que son las que otorgan mayor protección. De acuerdo con Rosaura Ruiz, secretaria de educación, ciencia, tecnología e innovación de la CDMX, la producción abastecerá a hospitales y personal de salud de la capital, que atiendan a infectados con SARS-CoV-2.
«Es fundamental para proteger a médicas, médicos, enfermeros, enfermeras, que están en contacto con los pacientes que tienen COVID-19».
Puntualizó la titular de la dependencia.
Desde abril pasado, el gobierno encabezado por la doctora Claudia Sheinbaum anunció una serie de proyectos a desarrollar a través de RED ECOs, el cual contará con la participación del sector privado y público, y cuya intención es hacer frente al COVID-19
El nuevo modelo de mascarilla, que recibió el nombre de ATF-95, comenzó su producción con un lote de 40 mil piezas diarias. Se calcula que al finalizar el 2020 se hayan producido más de 6 millones de piezas de la versión mexicana de la N95.
Certificación de la N95 mexicana (ATF-95)
Por su parte, José Bernardo Rosas, director de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la SECTEI, declaró que la inversión fue de 31.5 millones de pesos. Comentó que las mascarillas cuentan con cinco capas de filtros protectores: están hechas con fibras de poliéster, material termoformable y capas de polipropileno.
La producción de la ATF-95 ya cuenta con la certificación de Cofepris, así como el cumplimiento de las normas NOM-116-STPS-2009 y NIOSH 42 CFR 84 N95, de México y Estados Unidos, respectivamente.
Para la aprobación, se realizaron pruebas de control de calidad en laboratorio. En ellas se midió la filtración de partículas de cloruro de sodio con ayuda de un fotómetro. El resultado fue menor a 0.5 micromilímetros de la solución salina.
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