El chichilote, una ardilla muy mexicana en riesgo de extinción
Entre las especies endémicas de ardillas en nuestro país, el chichilote es único, así como su hábitat. Desafortunadamente se encuentra en peligro
Las ardillas, como el chichilote, pertenecen al orden de los roedores (Rodentia), los cuales constituyen el 42% de todos los mamíferos en el planeta; y entre los que encontramos también a los ratones, ratas, puercoespines, castores, hámsteres, jerbos, capibaras y conejillos de indias.
De acuerdo con los expertos, el éxito de los roedores se debe probablemente a su pequeño tamaño, periodo de reproducción corto y la habilidad de roer y comer una amplia gama de alimentos.
En cuanto a las ardillas, estas habitan prácticamente en todo el mundo, en zonas templadas, áridas y tropicales. Igualmente, viven en colonias formadas por cientos de individuos y mientras unos vigilan la zona, otros se dedican a diversas actividades.
El chichilote, una especie endémica de nuestro país
Conforme a los investigadores del Instituto de Ecología, Sandra H. Montero-Bagatella y Alberto González-Romero, en México existen 37 especies de ardillas y el chichilote (Xerospermophilus perotensis) es una de ellas. También se le conoce como moto o ardilla de Perote y solo habita en la llamada Cuenca de Oriental, entre dos cadenas montañosas, la del Cofre de Perote, en Veracruz; y la Sierra Norte de Puebla.
De igual forma, el chichilote mide entre 18 y 26 centímetros aproximadamente, y pesa entre 175 y 270 gramos. Es diurno, muy sociable y construye madrigueras para reproducirse, cuidar a sus crías y refugiarse.
En realidad, prefiere habitar áreas con pastizales cortos, pues le permite estar atento a los depredadores; tiene un periodo de actividad de nueve meses, de marzo a octubre; y los meses restantes hiberna. Se sabe que consume granos maduros de avena, cebada y trigo; así como plantas e insectos.
Finalmente, su importancia ecológica radica en que con sus madrigueras promueve la filtración del agua en los suelos, también dispersa semillas y esporas; y es una fuente de proteína para sus depredadores.
Una especie en riesgo de extinción
A pesar de ser una especie única de nuestro país, el chichilote enfrenta tiempos difíciles para su supervivencia debido sobre todo a la actividad humana; ya que los expertos calculan que solo queda un 30% de su hábitat original y el resto ha sido destruido para ser convertido en zonas agrícolas y ganaderas; desarrollar caminos o ha sido afectado por la erosión.
Por último, en 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés) ingresó al chichilote a la lista de las especies amenazadas debido a la reducción en su población.
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