Ciudad Satélite, el suburbio que hizo soñar a todos con la vida ideal
En la década de 1950 surgió en la mente del presidente Miguel Alemán la creación de un modelo residencial similar al de las zonas urbanas de Estados Unidos e Inglaterra. Así nació Ciudad Satélite.
En la década del 50 un par de marcianos montados sobre un platillo volador sin techo aparecieron en las pantallas blanco y negro de la incipiente televisión mexicana para promover la venta de residencias en un complejo habitacional del municipio mexiquense de Naucalpan al que llamaron Ciudad Satélite.
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Historia
Aquellos comerciales, que a más de 60 años de distancias se ven más hechos por un niño que por un publicista, mostraban casas lujosas provistas de alberca y jardín al frente, calles bien alineadas, parques de largos prados a los que siempre baña el sol, vigilancia, vialidades inteligentes; en fin, era el sueño americano en México para la aún escasa clase media alta mexicana.
La idílica idea habitacional había nacido en la cabeza del presidente Miguel Alemán, quien en 1948 planteó la creación de un modelo residencial similar al de las zonas urbanas de Estados Unidos e Inglaterra.
Alemán, quien fue el que llevó a término la creación de Ciudad Universitaria, tenía en mente que Ciudad Satélite fuera similar, es decir que tuviera calles trazadas en circuitos que nunca se vieran interrumpidos por cruceros, el ideal de que el automóvil fuera el principal medio de la movilidad de aquellos habitantes era evidente.
Para 1957 la idea empezó a concretarse en trazos de grafito y tinta que lo arquitectos Mario Pani y José Luis Cuevas proyectaron en planos de papel bond y albanene, ambos se habrían basado en los modelos urbanísticos del austriaco Hermann Zweigenthal, creador del sistema vial circulatorio.
Pero además del novedoso modelo vial que querían para Ciudad Satélite, también se estableció el modelo de “supermanzanas”, es decir bloques habitacionales mucho más grandes de los que existen en la Ciudad de México, todo hizo que esta localidad se le conociera como “la ciudad del futuro”, pero tal vez ponerle ese mote fue demasiado apresurado, tal vez nadie pronosticaba el caos que vendría después.
La vida en los inicios de Ciudad Satélite
Sin embargo, antes de lo malo estuvo lo bueno, los habitantes de Ciudad Satélite vivieron felices por algo de tiempo rodeados de tiendas, servicios, seguridad, calles iluminadas y vías rápidas. El sueño de que fuera la ciudad ideal, se había cumplido.
La noticia de la existencia de una buena calidad de vida en este suburbio estilo estadounidense en México no tardó mucho en llegar a la creciente Ciudad de México. Muchos empezaron a querer comprar casas o lotes en esta zona residencial, esta presión junto con las laxas reglas de desarrollo urbano derivaron en un desorden habitacional que perdura hasta la actualidad.
En una de las últimas entrevistas, Mario Pani dijo que llegó un momento en que los lotes se abarataron y se edificaron viviendas en zonas no contempladas en el diseño del suburbio. Y como suele suceder: a mayor cantidad de gente menor calidad en los servicios. Hoy Ciudad Satélite sigue a la espera de un renacimiento como el de 1957, o al menos un rescate urbanístico decente.
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