CU, orgullo estudiantil reconocido por la UNESCO

Ubicada al sur del Distrito Federal, la Ciudad Universitaria se extiende sobre una superficie de mil hectáreas, cubierta en su mayoría por un depósito de lava de seis a ocho metros de grosor, que los capitalinos llamamos el Pedregal, producto de la erupción volcánica del Xitle en el siglo I. La avenida de los Insurgentes, la más larga de la ciudad, atraviesa el Campus Central o conjunto original que abarca aproximadamente 200 hectáreas, donde se ubican las zonas principales como el Estadio Olímpico y sus taludes de piedra volcánica, ornamentados por vistosos relieves a cargo de Diego Rivera; el área de las diversas facultades; los servicios generales; el centro cívico y el área deportiva.

Muchas familias concurren los domingos a sus instalaciones, principalmente, a los vastos espacios abiertos conformados por explanadas, patios y jardines, dispuestos exclusivamente para los peatones.

El reconocimiento de la UNESCO nos permite ahora ver a CU desde otra perspectiva, en la cual destacan por sí mismos varios de sus inmuebles como la Rectoría con su esbelta torre; la Biblioteca Central que presume en sus fachadas los espectaculares murales del maestro Juan O’Gorman; las facultades de Ingeniería y Medicina; el notable pabellón de Rayos Cósmicos cubierto con increíbles techos de concreto de 1.5 cm de espesor; los frontones en forma de talud prehispánico o la gran alberca.

Sus valores universales

Francesco Bandarín, director del Centro de Patrimonio Mundial, visitó cu en 2005. A pregunta expresa de si el conjunto tenía valor universal respondió: “Para mí sí, pero… falta ver qué dice el Comité”. Los expertos de ICOMOS confirmaron lo dicho por la autoridad de UNESCO. Empezaron por reconocerla como una obra maestra del genio creativo del hombre, por ser un ejemplo único del siglo XX donde más de 60 profesionistas trabajaron en equipo para crear este gran conjunto urbano-arquitectónico, convertido en testimonio de valores sociales y culturales de significado universal, que contribuyen al progreso de la humanidad a través de la educación. Por otra parte, convergen en el Campus Central: la arquitectura moderna, las tradiciones nacionalistas y la integración plástica. En este último factor fue determinante la participación de grandes artistas como David Alfaro Siqueiros (1896-1974), José Chávez Morado (1909-2002), Francisco Eppens (1913-1990), entre otros. Finalmente, el Campus de cu es uno de los pocos modelos en el mundo donde los postulados de la Arquitectura y el Urbanismo Modernos fueron totalmente aplicados, sobre todo aquel cuyo propósito fue ofrecer al hombre un notable mejoramiento en su calidad de vida.

Historia

Nuestra Universidad es una de las más antiguas del continente americano. El rey de España, Felipe II, le otorgó el título de Real y Pontificia Universidad de México en 1551. Tiempo después fue cerrada por Maximiliano de Habsburgo y reabierta en 1910 con el nombre de Universidad Nacional de México. En 1929 obtuvo su autonomía para asegurar el desarrollo cultural y la educación científica en el país, llamándose entonces Universidad Nacional Autónoma de México. Por muchos años ocupó diversos e históricos inmuebles del centro de la ciudad, hasta 1943 cuando se decidió ubicar todas sus escuelas en un terreno alejado del centro, por los rumbos del antiguo pueblo de Coyoacán. El proyecto general estuvo a cargo de los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral.

Seamos egresados o no de esta Universidad, tenemos motivos más que suficientes para sentirnos orgullosos de ella.

Sabía que…

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ubica entre las cien mejores instituciones educativas del mundo, y a nivel Latinoamérica encabeza la lista de las más de mil existentes en esa región. Numerosos profesionistas han egresado de sus aulas y contribuido al desarrollo de nuestra ciudad capital y del país entero, incluso, se han destacado varios en el ámbito internacional. Estos logros no son fortuitos, pues a lo largo de su existencia, la UNAM viene cumpliendo fielmente sus objetivos principales: la enseñanza, la investigación, y la difusión del conocimiento.

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