14 datos curiosos de «¡Que viva México!» de Serguéi Eisenstein

México desde la mirada extranjera ha sido una aportación valiosa: desde las letras de Humbolt hasta la cinta «¡Que viva México!» de Eisenstein han aportado visiones que nos regresan un reflejo singular de nuestra identidad como mexicanos. Al parecer, Serguéi estaba obsesionado con México, así lo declaró en el libro publicado por la editorial Siglo XXI en 1988: Yo. Memorias inmorales:

«La impresión se me clavó como una espina.
Como una enfermedad incurable,
el irrefrenable deseo de ver todo eso en la realidad.
Y no solo eso.
Sino todo ese país que puede divertirse de manera semejante.
—¡México!»

Aquí te contamos 14 datos que quizá no sabías del cineasta ruso que filmó «¡Que viva México!», cuya influencia marcó la estética de una época del cine nacional. Aunque la duda es, ¿él fue quien se dejó influenciar por Diego Rivera, José Clemente Orozco, José Guadalupe Posada y los fotógrafos Agustín Jiménez y Manuel Álvarez Bravo? ¿O habrá sido al revés?

14 datos que quizá no sabías de este cineasta ruso

1. El nombre completo de Serguéi Eisenstein es Serguéi Mijáilovich Eizenshtéin.
2. Por su sangre corría sangre burguesa rusa y judía alemana.
3. Su inicio artístico fue en el teatro: cuando estaba en las filas del ejército ruso hacía espectáculos para los soldados. Dirigía, actuaba y realizaba los decorados. Luego, en 1920 entró al Teatro Obrero y tiempo después se volvió el director de la compañía.
4. Se flechó del cine con el rodaje de su primer largometraje «La huelga» (Stachka, 1924).
5. El gran clásico del cine «El acorazado Potemkin» es la película sobre la que más se ha escrito en toda la historia del cine occidental, de su autoría.
6. Viajó a México entre 1930 y 1932. En 1931 filmó «¡Que viva México!», la cinta se compone de cuatro episodios, más un prólogo y un epílogo. Prólogo: presenta imágenes alegóricas a las culturas prehispánicas; Sandunga: muestra los preparativos de una boda en el Istmo de Tehuantepec; Fiesta: captura la tradición española a través de la fiesta brava; Maguey: narra la rebelión de un campesino frente a un terrateniente; Epílogo: ofrece una visión diversa del Día de Muertos.
7. No acabó de grabar ni de editar «¡Que viva México!», hecho que ha suscitado diversas aproximaciones sobre lo que el cineasta ruso habría querido de su obra.
8. Los fondos para el proyecto de «¡Que viva México!», provenían del bolsillo del novelista Upton Sinclair.
9. En su viaje por todo México grabó 60 mil metros de película.
10. Durante 1979 el ruso Grigori Aleksándrov editó «¡Viva México!» a partir de los bocetos originales de Eisenstein.
11. Parte de la película se filmó en Hidalgo, en la Hacienda de Santiago Tetlápayac.
12. Conoció a Diego Rivera en Rusia durante el décimo aniversario del inicio de la Revolución rusa, cuando Rivera aceptó la invitación de Vladimir Maiakovsky, quien había estado en México en junio de 1925.
13.  México lo obsesionó también gracias a los relatos de John Reed sobre la Revolución mexicana reunidos en México insurgente.
14. Eisenstein proponía la película como un sarape mexicano: «Un sarape es la manta listada que lleva todo el indio mexicano, el charro mexicano, todos los mexicanos, en una palabra. Y el sarape podría ser el símbolo de México. Igualmente listadas y de violentos contrastes son las culturas de México, que marchan juntas y, al mismo tiempo, media un abismo de siglos entre ellas».

 

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Angélica Navarro Editora en jefe del sitio México Desconocido. Quiero contagiar mi pasión por México.