Día de muertos con los pames de la Sierra Gorda
La celebración del día de muertos entre los Xi’Oi o pames dura aproximadamente un mes e inicia con el montaje del altar.
La riqueza cultural de nuestro país es inmensa. Hablar de México, es hablar de raíces, memoria y tradición. Con sus más de 60 grupos etnolingûísticos, posee en su diversidad, uno de los atractivos que lo hacen imprescindible en tu lista para ser disfrutado y valorado en cada una de sus expresiones. La fiesta de muertos, considerada como una de las tradiciones más representativas de nuestra cultura, no es la excepción.
Mira algunas de las fiestas de Día de Muertos en México que quizás no conozcas
Acompáñame desde los últimos días del mes de octubre a un viaje hacia una de las culturas indígenas contemporáneas que en sus prácticas y saberes expresa su patrimonio y ancestralidad, ¿te animas?
Los pames o xi’oi (que en su lengua significa los verdaderos hombres o los hombres de la palma), es uno de los grupos etnolingüísticos poco conocido en la República Mexicana. Provenientes del estado de San Luis Potosí, especialmente de la comunidad de Santa María Acapulco, han habitado desde hace mas de tres siglos la Sierra Gorda del estado de Querétaro, especialmente en los municipios de Jalpan de Serra y Arroyo Seco.
Al igual que otros grupos indígenas, la concepción de la vida y la muerte encierra un conjunto de rituales, símbolos y creencias vinculados con una idea integral de la persona. Al morir, continúa la vida, pero ahora en forma de ánima: “Uno cuando se muere, solo cambia de envoltura, los muertos al igual que los vivos siguen viviendo en comunidad”.
Los pames consideran el mes de noviembre como el mes del tamal, ya que éste es el alimento que representa las fiestas de Todos Santos. La celebración del día de muertos entre los Xi’Oi dura aproximadamente un mes e inicia con el montaje del altar, donde los varones del hogar son los encargados de elaborar un arco de carrizo y flores que funge como la entrada al cielo, mientras que las mujeres lo adornan y preparan los alimentos para la ofrenda: tamales, gordas de horno, frutas, café, agua, calabaza cocida, chayotes, plátano, maíz, elote y pan. Las flores de cempasúchil, tan características de la temporada, se siembran durante el mes de julio en las parcelas de la comunidad, para que en noviembre sean las protagonistas de la celebración.
El dormitorio familiar se convierte en altar doméstico, siendo la virgen de Guadalupe el elemento central. La mayoría de los altares tradicionales pames se soportan con troncos y tablas de madera cubiertas con manteles. En ellos descansan imágenes de distintos santos y vírgenes, redentoras e intermediarias entre vivos y muertos. En el piso, bajo la mesa, se coloca el sahumerio con copal que se prende los días de fiesta para purificar el espacio y convocar a los difuntos.
El altar Xi’Oi comprende tres dimensiones: el arco, que funge como la entrada al cielo; la parte central representada con imágenes y ofrendas, que significa el mundo de los vivos; y el piso, dimensión asociada al mundo de los muertos que representa lo desconocido.
La celebración del día de muertos se recrea año con año en todos los rincones de nuestro país para dar la bienvenida a las ánimas que durante la noche de 1 y 2 de noviembre, nos recuerdan que la vida en la tierra es apenas un paso del camino por transitar. ¡Atrévete a vivir la magia y la espectacularidad de esta maravillosa tradición!
Si quieres conocer más acerca de este grupo étnico, no dudes en consultar el atlas etnográfico Xi’Oi, los verdaderos hombres.
Mercedes Krieg