El chinín, el delicioso primo del aguacate que muy pocos conocen
El chinín es un primo casi desconocido del aguacate con forma alargada y con pulpa sumamente suave. ¿Alguna vez lo has probado?
¿Alguna vez has escuchado del chinin (Persea schiedeana)? Se trata de un pariente del aguacate, el cual sigue siendo casi un desconocido en las regiones del norte y centro del país. Posee una gran diversidad de formas y colores, los cuales cambian según el terreno en el que crezcan, así como la altura y clima en el que se encuentre. Sin embargo, el fruto suele tener colores que van del verde al negro y una forma alargada y curva.
A diferencia del aguacate, la pulpa del chinín suele ser mucho más cremosa y pálida casi blanca, aunque en ocasiones se torna café y con sabor poco agradable. Su cremosidad se debe a su riqueza en aceites, sin embargo, su comercialización es difícil debido a su rápido proceso de oxidación. Una vez cortada la fruta, puede sobrevivir en buen estado un máximo de cinco días.
De acuerdo con Francisco Cubas de Nube de Monte, la corta vigencia del chinín ha permitido que, a diferencia del aguacate, el chinín no se convierta en un problema ecológico o que su comercio esté coptado por células del crimen organizado. Esto mismo ha permitido que el chinín permanezca en estado silvestre o casi silvestre, ya que no se ha modificado con la interacción humana.
El chinín se distribuye desde México hasta Colombia, y se piensa que es originario de la región del Golfo de México. De acuerdo con Cubas, en nuestro país recibe los nombres de chinín, pagua, coyocte, chalte, chinena, chinene, kiyo, kiyau, aguacate de monte, aguacate de manteca, aguacate chupado, aguacatón, pera salvaje.
El chinín, una especie amenazada por el monocultivo
El árbol del chinín puede llegar a medir entre 9 y 25 metros, cuyo hábitat en México se encuentra principalmente en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. El chinín crece principalmente en suelos con clima húmedo y cálido, por lo cual en México se encuentra principalmente en bosques o selvas.
Actualmente el chinine se ha visto reducido en su población, ya que su gran tamaño lo ha convertido2 en un estorbo para la construcción de cafetales u otros cultivos. Sin embargo, algunos individuos suelen ser aprovechados por su sombra. Asimismo, se ha reducido su población por la destrucción de los ecosistemas donde crece, sin embargo, se trata de un árbol sumamente resistente a fenómenos climáticos e inundaciones. Aunque el chinín no se encuentra en la lista de especies protegidas por Semarnat, sí es considerada como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
