El gusto popular por el vidrio
El vidrio, frágil material resistente, impermeable, opalino o transparente, ha sido creado por el hombre mediante la fusión de materias que abundan en la naturaleza, básicamente arena sílica mezclada con un álcali: nitro, salitre o sosa.
El vidrio, frágil material resistente, impermeable, opalino o transparente, ha sido creado por el hombre mediante la fusión de materias que abundan en la naturaleza, básicamente arena sílica mezclada con un álcali: nitro, salitre o sosa. El descubrimiento del vidrio se pierde en la Antigüedad. Algunos investigadores ubican su aparición en Egipto, hacia el año 3500 a.C., mientras otros lo sitúan en Mesopotamia aproximadamente 2500 años antes de nuestra era, y algunos más optan por atribuir su descubrimiento a los fenicios. De una manera o de otra, sabemos que ya para el año 400 a.C. se elaboraban cuentas, amuletos y espejos rudimentarios de vidrio.
Las primeras formas de vidrio trabajadas por el hombre fueron de material sólido, pues se necesitaron largos años, siglos quizá, para que se descubriera la técnica de abombarlo y ahuecarlo y producir así vasijas para contener esencias y líquidos. La tecnología para trabajar el vidrio ha evolucionado en alto grado y se ha ampliado la gama de objetos que con él se pueden fabricar. Ahora se utiliza como material indispensable en el desarrollo de la ciencia y la industria. No obstante, en algunas partes del mundo, incluido México, sigue trabajándose a nivel artesanal.
A pesar de que no se ha podido establecer en rigor el origen de la manufactura de objetos de vidrio, el escritor romano Plinio el Viejo, en el primer siglo de nuestraera, ya se ocupaba de este producto, en torno a cuyo descubrimiento tejió una leyenda atribuyéndolo a mercaderes fenicios que se encontraban en playas de Siria. Como sea, se ha establecido que en épocas más modernas, las invasiones islámicas y el desplazamiento de los mercaderes de Oriente llevaron el vidrio y su avanzada tecnología a Europa. Quizá por la referencia de Plinio el Viejo y las fechas de las piezas que existen en varios museos italianos, podemos establecer que su auge mayor lo tuvo en la propia Italia, de forma que al arte del vidrio en el continente europeo se le conoció como “arte romano”. A principios del siglo xi ya se registran piezas procedentes de la región italiana del Venetto, específicamente del centro de desarrollo que fue Venecia y más específicamente de Isla de Murano. En diferentes museos de Italia se exponen objetos maravillosos datados en esas fechas. A España también llegó esta tecnología, indudablemente introducida por los árabes, de donde se trasladó a México a través de maestros y aprendices peninsulares. Recordemos que muchas de las cuentas traídas por los conquistadores para “resgatar” por oro procedían de Venecia, según se ha podido comprobar.
Los inicios de nuestro vidrio
La manufactura del vidrio fue establecida en la Nueva España por los españoles muy tempranamente. En el siglo XVI surgió en Puebla de los Ángeles la primera fábrica de vidrio soplado, hacia el año 1542. En su magnífico libro sobre el vidrio soplado, el escritor e investigador jalisciense José Rogelio Álvarez proporciona datos y fechas sobre el establecimiento de factorías artesanales desde esa fecha hasta nuestros días. A grandes rasgos, podemos decir que la manufactura de piezas de vidrio soplado y prensado se ha realizado en talleres que siguen funcionando en algunos lugares, como en Puebla, Jalapa, laCiudad de México, Guadalajara, Tonalá y Tlaquepaque, Texcoco y Toluca, León, Monterrey, Durango, Tlaxcala y Tijuana.
Valdría la pena insistir en que el vidrio, como cualquier otro material extraído de la naturaleza, contiene en sí elementos de oficio y tradición para elaborar un sinnúmero de objetos de arte popular. Es decir, que los artistas populares han dado, tanto en México como en otros países, un sentido diferente a las formas “refinadas” del vidrio, para crear piezas utilizadas por el pueblo de acuerdo con sus gustos y sus necesidades. Es así, por ejemplo, que en base de un molderío alemán, don Joaquín Rascón adquirió un equipo semindustrial para instalar en Puebla la vidriera “El corazón de Jesús”. Esta vidriera alcanzó gran auge en su producción hacia los años veintes y se dedicó a producir objetos de vidrio prensado para suministrar satisfactores a los requerimientos populares, utilizando como materia prima pedacería de vidrio. Los moldes eran de origen alemán, pero poco a poco los vidrieros poblanos se fueron adaptando para darles formas mucho más mexicanas. Sin embargo, gran parte de su producción imitaba diseños de los objetos de vidrio fino europeos.
Algunos dueños de pulquerías y cantinas sustituyeron el jarro tradicional por recipientes de vidrio; sin embargo, estos respetaban medidas convencionales a las que el pueblo bautizó como “tornillos”, “cacarizas”, “catrinas”, “camiones”, “copiosas”, “chivos”, “virgencitas”, “barrilitos”, entre otros,y posteriormente “tongoleles”. En las fábricas donde se producían, al mismo tiempo se hacían utensilios de uso doméstico como saleros, tazas, dulceros, platos, platones, vasos, copas, ceniceros, aisladores para muebles, botellones que se vendían en los mercados y en sustitución de la loza de barro. Conforme a las normas sociales, las piezas de vidrio establecían un status de buen gusto y elegancia en los hogares populares.
En la factoría de Rascón se hicieron juguetes que reproducían en pequeño los objetos de mayor tamaño de uso doméstico para solaz de los niños y sus casitas de muñecas. Un coleccionista de estas piezas asegura que podría montar una pulquería completa en miniatura con las piezas de supropiedad. Los juguetes de vidrio no se fabricaban solamente en Puebla. Vale la pena recordar que las canicas “cuirias” para los niños se hicieron de vidrio en varios “modelos”, de los cuales las más importantes eranlas llamadas “ágatas”, estriadas de colores, y las “agüitas”, de un solo color transparente, que en el mundo infantil eran signo de status elevado, pues costaban más por lujosas y llamativas que las de barro común, aunque se “cascaban” con más facilidad. Entre los niños y las niñas, jugar a la matatena, al “hoyito” o a la “rueda”, es una costumbre que tiende a desaparecer. Ahora el juego más común es el llamado Damas Chinas.
Primer vidriero mexicano
La imaginación de los vidrieros se ha desbordado en la creación de objetos de vidrio soplado. En 1889, Camilo Ávalos Raso, a quien el citado investigador Rogelio Álvarez califica como el “primer vidriero mexicano”, ya que en general las empresas vidrieras estaban dirigidas por españoles y alemanes, fundó en las calles de Carretones, en la entonces periferia de la Ciudad de México, un taller de vidrio soplado. Su hijo Odilón Ávalos, poblano de nacimiento, llevó en 1903 a Guadalajara su producción, estableciendo la manufactura de vidrio soplado en Jalisco, la que pronto se especializó en fabricar envases para tequila. Al mismo tiempo, Ávalos creó figuras imaginativas como puercos, conejos, aves, caballos y, desde luego, piezas muy sofisticadas como candeleros y objetos para el menaje de casa. La producción de envases y capelos con el tiempo cedería su lugar a objetos de arte, entre los que se incluyen candelabros, jarras, vasos, ojos de boticario (esferas de vidrio transparente de diversos tamaños colocadas una sobre otra, de mayor a menor, conagua de colores). Igualmente, aplicó la producción de vidrio azogado a estos y otros artículos, como las grandes esferas tan utilizadas en la decoración. Francisco Ávalos, hermano de Odilón, se quedó en Carretones, aunque abriendo su producción a este mismo tipo de artículos.
En Texcoco, Estado de México, se estableció una fábrica de vidrio soplado, hacia 1860, dirigida por una familia alemana de apellido Derflingher a la que siguió otra, llamada El Crisol, en la misma localidad.
En Jalisco proliferaron las factorías de vidrio soplado hasta pasar de cien, destacándose la obra de Lomelí, Abundis, La Rosa de Cristal y Camarasa, quien fabrica su propio cristal y aportó una coloración rojo sangre a los objetos de vidrio que produce.
Vale la pena decir que les debemos mucho en cuanto a la manufactura de piezas de vidrio al maestro Odilón Ávalos y a don Antonio Derflingher, quienes dedicaron toda su vida a esta actividad. Tanto en Texcoco como en Jalisco hay muchos herederos de su creatividad y son muchos los talleres que se dedican en la actualidad a producir vidrio para consumo popular, objetos en apariencia toscos, pero bellos en cuanto a sus formas originales y al buen oficio que se despliega para integrarlas acertadamente al acervo delarte popular mexicano.
Técnicas y estilos
Entre nuestros recursos naturales, en México tenemos materiales vítreos, tales como el cristal de roca y la obsidiana (vidrio volcánico). Estos fueron utilizados por los antiguos mexicanos, especialmente en la cultura mexica y la teotihuacana, para hacer puntas de flecha, navajas, cuchillos, objetos ceremoniales, espejos y joyería.
En la actualidad, se sigue elaborando una gran variedad de objetos de este material y se ha logrado recuperar la técnica del ahuecado, fundamentalmente en la zona que circunda Teotihuacan. En el estado de Guerrero se talla directamente el vidrio en botellas y garrafones para producir figuras de animalitos.
Las técnicas artesanales principales de confección de piezas de vidrio pueden clasificarse de la siguiente forma: vidrio soplado, prensado y moldeado; modelado y soplado; plano para emplomados; estirado y tallado, y naturalmente, el producido a nivel industrial. En fechas más o menos recientes, se inició en México la fabricación de cristal, que al igual que el usado en Europa, contiene plomo, lo que da mayor resistencia.
Al principio hablamos de las materias que intervienen en la composición del vidrio, pero en México casi ninguna factoría lo produce directamente, salvo para fabricar cristal, sino que se utiliza la pedacería y desperdicios de vidrio para fundirlo de nueva cuenta y darle color, en su caso.
Otro estilo importante que se introdujo en México fue el llamado vidrio estirado, que no requiere de hornos de fundición, pues consiste en calentar con soplete barras de vidrio industrial, a veces de colores, o bien de vidrio blanco para después colorearlo con pintura al óleo, produciendo objetos como la Diana Cazadora, carrozas estilizadas, fuentes con cupidos y otros más del agrado popular.
Muchas piezas, especialmente las de vidrioprensado y soplado en molde, fueron en otro tiempo decoradas al óleo. Esta decoración todavía se utiliza en jarras y floreros hechos en la ciudad de Puebla, aplicándose también a productos de vidrio soplado y estirado. Asimismo, también es importante el uso del vidrio plano industrial para enmarcar imágenes, decorando con pinturas de anilina un marco que rodea la imagen. O bien utilizando papel de estaño recortado y adherido al vidrio.
En fin, en México es notable la variedad y la originalidad de las piezas de vidrio, de todos tamaños y todos colores, que enriquecen el enorme escaparate de nuestro arte popular.