El miedo de volver a la nueva normalidad y cómo enfrentarlo
La humanidad se ha enfrentado a grandes retos y esta vez será a una nueva normalidad. Está bien tener miedo, pero también hacer algo al respecto.
¿El mundo volverá a ser el de antes?
En días recientes, el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, declaró en una entrevista que lo más probable es que nunca podamos regresar a la normalidad que conocíamos antes de la pandemia.
Esto podría interpretarse de manera apocalíptica, por ello, es mejor tratar de verlo de forma objetiva. Y es que, al decir eso, Gatell hablaba del abandono de una normalidad para ingresar a otra en la que deberemos generar un estricto sentido de responsabilidad para cuidarnos y cuidar a los demás.
Y es que, como señaló el Subsecretario, a lo largo de la historia de la humanidad, como especie, hemos podido adaptarnos a desastres en apariencia infranqueables como terremotos, erupciones volcánicas, epidemias, entre otros.
Así que, si bien no sabemos cómo será la nueva normalidad con exactitud, lo que sí podemos intuir es que nuestra manera de relacionarnos y desenvolvernos cambiará. En consecuencia, el sentido de comunidad deberá estar más presente que nunca.
Aunque, también hay que tomar en cuenta que, como consecuencia de la pandemia, existe la posibilidad de sufrir alteraciones emocionales e inclusive de desarrollar fobias.
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La posibilidad de desarrollar distintas fobias
No cabe duda, el estrés, la depresión y ansiedad que pudieran desencadenarse a partir del confinamiento (además de la incertidumbre económica) y del temor que ha generado la posibilidad de contraer COVID-19, podría afectar a las personas a tal grado que terminen desarrollando alguna fobia. Estas pueden ser:
- Demofobia (miedo a las multitudes).
- Afephobia o haptophobia (severo temor al contacto físico y que puede desencadenar sensaciones de incomodidad y repulsión).
- Rupofobia (horror a la suciedad, sobre todo en espacios en los que la limpieza no puede ser controlada por el individuo afectado. Por ejemplo, espacios públicos).
- Tanatofobia. Este temor es respecto a la muerte, ya sea la propia o la de nuestros seres queridos.
Pero, ¿cómo lidiar con eso?
La importancia de la terapia psicológica
Si bien nada volverá a ser como antes, debemos tratar de adaptarnos de la mejor forma posible. Esto no será fácil, por ello podemos recurrir a expertos como los psicólogos, pues, así como la medicina es fundamental para tratar al cuerpo enfermo, la psicología:
«puede ayudarnos a entendernos y entender a los que nos rodean; a encontrar explicaciones a conductas dispares, a conseguir que actuemos desde la lógica y el razonamiento, desde la no exigencia de imposibles, desde la comprensión y la flexibilidad que da el conocimiento mutuo».
Efe Salud
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No obstante, si no cuentas con las posibilidades de acudir a uno, también existen servicios psicológicos gratuitos vía telefónica. Entre ellos está la Línea de Atención Psicológica Call Center de la UNAM. Está disponible de lunes a viernes de las 8:00 a. m. a las 6:00 p. m.
Si quieres usar esta opción, el número es 5025 0855.
Cabe señalar que dicha línea surgió a partir de la emergencia sanitaria del virus AH1N1 durante el 2009. En aquel momento crucial, tanto profesores como alumnos de la Facultad de Psicología de la UNAM se dieron a la tarea de asistir a la gente durante la crisis. Así que, ellos pueden ser los indicados para orientarte.
¿Qué más puedes hacer para enfrentar la nueva normalidad?
Otras opciones para lidiar con las fobias, y otras alteraciones emocionales, son actividades como el yoga, la meditación e incluso el ejercicio. Eso sí, busca la asesoría de especialistas en aquello que escojas. Y recuerda, ¡no estás solo, no estás sola!