Grillos y Saltamontes: Campeones de canto y salto
En el mundo natural algunos animales pueden romper los récords de cantar y saltar, son los grillos y saltamontes. Se trata de insectos comunes, de tamaño mediano y grande, que reúnen a más de 15 mil especies en todo el mundo.
Aunque presentan diferencias entre sí en su estructura externa, los unen varias similitudes como una boca masticadora, dos pares de alas y una metamorfosis sencilla. Al nacer muestran un aspecto parecido al del adulto, con grandes ojos compuestos y un par de antenas, además de que durante su crecimiento experimentan leves cambios como la presencia de alas, aumento de tamaño, desarrollo de órganos sexuales y muchas veces adquieren una coloración más oscura. También abundan las especies que por la forma del cuerpo, coloración, aspecto y textura son semejantes a las plantas del lugar donde viven.
En la reproducción intervienen hormonas, estímulos de temperatura y luz, la influencia de otras especies, así como un factor fundamental, la conducta, que ha evolucionado durante millones de años. En verano, la hembra realiza agujeros en el suelo y deposita algunos huevos, de los cuales después de dos a tres semanas salen crías diminutas con apariencia a escala de los adultos, aunque de color más pálido y sin alas. La capacidad ovípara varía en cada especie y el recién nacido al crecer rompe la piel que le queda ajustada y aumenta su talla con la edad. En zonas templadas muchos producen una generación por año y algunos dos o tres; pero en los trópicos pueden vivir al mismo tiempo varias generaciones y reproducirse de modo continuo.
Los grillos y saltamontes son poco voladores y de adultos apenas salen de su madriguera para comer y cantar; al menor sobresalto se esconden porque sólo emplean las alas para cortos vuelos y trasladarse de una planta a otra o huir de sus enemigos. Por ello, usan las patas para brincar, en tanto los fémures de las patas traseras muestran músculos muy desarrollados, mismos que disparados como un resorte por la contractura de una articulación levantan el cuerpo y lo lanzan hacia adelante. Son considerados expertos en salto, pues por su peso y tamaño destacan entre los saltadores más poderosos en la naturaleza y pueden saltar más de 30 veces su tamaño corporal Por lo general, los sonidos llamados estridulación únicamente los produce el macho, que al no tener voz propia, la mayoría chirría frotando una parte de su cuerpo contra otra como parte de su conducta sexual: se trata de reunir hembras o ahuyentar a machos rivales.
El grillo macho produce este canto frotando entre sí la base de sus alas, adaptadas para esa función; por otro lado están las langostas, que producen su chirrido frotando las proyecciones de sus patas traseras contra las gruesas venas de las alas en acciones como de violinistas consumados, de modo que durante cada verano frotan incansablemente sus élitros hasta 50 millones de veces. En estas especies cantoras varía la intensidad y melodía del canto, pues cada especie tiene su propio ritmo, cadencia y pauta, y cada una interpreta la melodía ancestral heredada durante milenios.
Fuente: México desconocido No. 332 / octubre 2004