Isla Mujeres hasta el fin de Xcacel

Abastecidos en Cancún, una serie de lugares espléndidos nos esperan. Una parada la podemos hacer en Puerto Morelos para acudir al acuario o al cocodriliario situados a orillas de la carretera. Frente al puerto hay arrecifes coralinos donde es posible practicar el buceo.

Otra parada puede ser Playa del Carmen, donde puede subir al transbordador que lleva a Cozumel o proseguir el viaje rumbo a Chetumal. Una tercera opción es visitar la Isla de la Pasión, la cual se encuentra a unos kilómetros de Cozumel, para llegar hay que preguntar en el puerto de esta isla o a los pescadores que estarán dispuestos a llevarlos.

La extensión de la isla, recibe el suave oleaje del mar; donde las blancas arenas contrastan con la exuberante vegetación del paisaje: los mangles que se alzan sobre la costa y que circundan a la llamada Laguna Ciega, situada entre Cozumel y la Pasión. Alejada del bullicio y algarabía turística de Cozumel, esta pequeña isla es un refugio de tranquilidad.

Con lluvias tropicales en verano y fuertes vientos en invierno, la isla cambia con los caprichos de la naturaleza. Según los nativos, pierde 5 metros por año, lo que implica la necesidad de preservar todas las especies que la habitan. En estas condiciones físicas y naturales la isla está completamente desierta y sólo uno que otro pescador pasa por ahí. En el recorrido por la orilla del mar, se encuentran restos tropicales: algas y conchas, fósiles de caracol y otros de colores blanco, naranjas y corales de diferentes tamaños, piedras de muchas texturas y fragmentos coralinos que semejan diminutas ramificaciones de troncos de árboles. Es conveniente evitar el saqueo de estos objetos de belleza natural.

Estando en la playa, se puede disfrutar del silencio y quietud de la isla, o bien hacer un recorrido en barca por la laguna, donde se admira la mediana selva con su verde vegetación tropical, palmas, cocos, matorrales y hojarascas, así como hermosas flores caribeñas como lilas, orquídeas y buganvileas.

Se pueden practicar deportes acuáticos como pesca y buceo, además de largas caminatas a la orilla del mar.

La Pasión es un refugio para las tortugas. Los esteros próximos registran también la presencia de cocodrilos.

Hace algunos años Playa del Carmen era considerada un lugar de paso en el recorrido tradicional del sureste, o bien como punto de unión para llegar a Cozumel, la conocida isla del amor. Actualmente su pintoresco ambiente bohemio de pueblo de mar, con sus pequeñas y curiosas construcciones caribeñas, techos inclinados de teja o de guano, bares, restaurantes, hoteles y algunas cabañas y bungalows rodeados de palmeras y mangos, le ha dado un atractivo turístico. La playa posee un litoral extenso de finas arenas blanquecinas, de aguas tibias y cristalinas con oleajes tímidos.

Preferida por los jóvenes, sobre todo europeos y uno que otro americano, Playa del Carmen resulta ideal para descansar y divertirse; se pueden practicar varios deportes, desde los diferentes juegos de pelota, cabalgatas a la orilla del mar y por supuesto buceo, remo, windsurf y esquí. Por la noche hay ambientes para escoger, desde tranquilos restaurantes hasta discotecas y bares en el pueblo y en la playa.

Hay hospedaje para todos los presupuestos, desde campamentos y cabañas hasta hoteles de lujo con piscina y demás servicios integrados. El pueblo cuenta con diferentes medios de transporte, autobuses nacionales, transbordador a la isla Cozumel, taxis y autobuses locales que lo llevan a las zonas arqueológicas y demás playas aledañas.

En playa, como la llaman los nativos del lugar, encontrará también farmacias, fruterías, mini-supermercados y todo lo que necesite.

Junto a Playa del Carmen se encuentra Xcaret, palabra maya que remonta a lugares mágicos; veredas de tierra blanca, playas doradas, áreas verdes, palmas, cocos y framboyanes, parece un pequeño laberinto de caminos de piedra natural que se abren para dar paso a palapas subterráneas con formas piramidales, marinas, cenotes, lagunas y un río subterráneo; sus ruinas arqueológicas despuntan entre la verde selva tropical y aunado a todo ésto, el sol del sureste, da un color especial al paisaje. Xcaret es un lugar convertido en parque ecoarqueológico con el fin de preservar las especies que lo habitan.

Allí se pueden realizar varias actividades, una de ellas y quizá la más original es el recorrido a nado por el río subterráneo; 350 metros de camino bajo cuevas, bóvedas y túneles naturales, con refrescantes y cristalinas aguas, donde el paseo se convierte en una fascinante aventura que divierte especialmente a los niños.

Xcaret es una pequeña bahía de litoral discreto y aguas muy tranquilas; tiene una caleta donde juegan los delfines. Aquí se puede disfrutar de la riqueza natural con las comodidades que ofrece una organización turística. Restaurantes en forma de palapa piramidal, vestidores y baños que parecen cuevas, chalecos salvavidas para cruzar el río y curiosos y coloridos carritos ambulantes con refrescos y otras bebidas. Y para quien guste de la equitación, en el parque se estableció una caballeriza para poder disfrutar de la selva en un recorrido a caballo.

Otra opción con una plácida extensión de arena, donde podemos descansar sin el bullicio de otros lugares. Adelante de Xcaret, es Playa Paamul.

Para aventuras que requieren mayor equipo, preparación y tiempo, en Akumal podremos practicar el buceo con tanque independiente (Scuba). Un verdadero viaje por el fondo marino con inevitables sorpresas, como la de encontrarse frente a frente con una morena en busca de alimento, o bien podemos encontrarnos de pronto rodeados por cardúmenes de peces curiosos, cuyos colores brillan bajo la luz que se filtra a través del agua. Los arrecifes de coral son aquí tan grandes que forman cuevas donde viven animales tan extraños como poseedores de una belleza insólita.

En Puerto Aventura, unos kilómetros adelante, es posible admirar la majestuosa dársena y el complejo hotelero construido en la costa. Playa Aventura, situada junto al puerto, es uno de los lugares más hermosos de este recorrido. Su extensión verdiblanca de arena y palmeras, junto a un arrecife coralino a sólo unos metros de la orilla, es un lugar único. A través del visor, asomándonos al mundo acuático, es increíble la cantidad de formas de vida que aún perdura en nuestros mares. Junto a esta playa, se encuentra Playa Chemuyil, una opción más de nuestro recorrido.

Las playas de Xcacel y Xcacelito, a menos de 10 kilómetros antes de llegar a Tulum, no deben quedar sin visitar para tener la oportunidad de conocer a las tortugas marinas (en la temporada de abril a septiembre), y apoyar los programas para su conservación. Rodeada de vegetación exuberante, con pedregosas costas que dificultan el acceso, la pequeña bahía de Xcacel es refugio natural para cientos de tortugas marinas que cada año salen a la playa para poner sus huevos dentro del nido que construyen en la arena. Actualmente el grupo ecologista Gema, de Mayab, promueve la protección legal de las playas de Xcacel, por lo que para ir a esta playa es conveniente ponerse en contacto con este grupo, el cual tiene sus oficinas en Cancún y organiza excursiones a Xcacel. En ellas se da información sobre la tortuga marina, tanto su origen y características, como su posible extinción y la manera como puede evitarse. En compañía de técnicos capacitados podemos observar el marcaje y registro que realizan los biólogos para el estudio y control de los ejemplares.

El reto es convertir a Xcacel en un verdadero refugio para las tortugas marinas, y prevenir la construcción de infraestructura que afecte una de las playas más importantes del Caribe para la anidación de las tortuga blanca y caguama.

Contemplar una tortuga saliendo del mar, arrullada por las olas que golpean suavemente su cuerpo; mirarla arrastrarse por la arena lentamente dejando tras de sí una enorme huella como de tractor; verla rascar desesperadamente en la arena como cavando la fosa de la vida; contemplarla al momento de su parto múltiple, cuando sus huevos caen como perlas gigantescas, uno tras otro, adentro de la arena tibia, ¿qué mayor maravilla podemos aún experimentar en este mundo que se destruye a pasos agigantados?

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