María Félix era tartamuda; aquí la historia de cómo venció tal condición - México Desconocido
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María Félix era tartamuda; aquí la historia de cómo venció tal condición

María Félix

Un famoso mexicano puso a María Félix a hacer ejercicios para vencer su tartamudez, en respuesta la diva se enojaba y amenazaba con dejar la película a medias; te contamos la historia.

María Félix. Su belleza, porte y mirada desafiante la convirtieron en un ícono, pero pocos saben que detrás de su imagen de diva se escondía un obstáculo que supo dominar con la misma determinación que marcó su carrera: la tartamudez.

Foto: INEHRM

Poco antes de morir ella confesó en una entrevista: “Era tartamuda de joven, defecto que superé al decir mis parlamentos con énfasis en cada una de las sílabas, al tiempo que hice grave mi voz”. Lo dijo como quien revela un antiguo secreto de guerra, porque para María Félix, la tartamudez no era más que un enemigo al que debía derrotar.

Miguel Zacarías hizo que María Félix domara la tartamudez

Todo comenzó cuando el visionario director de cine Miguel Zacarías, vio en aquella mujer de Sonora un diamante en bruto y le dijo, sin rodeos: “Te voy a hacer estrella de cine”. El entusiasmo inicial de María se enfrió un poco cuando se dio cuenta de lo que aquello implicaba. Sí, era tartamuda, pero ¿y qué? Zacarías no estaba dispuesto a permitir que ese pequeño detalle le robara a su futura diva.

Zacarías tenía un plan: ejercitar la voz de María hasta que se transformara en la herramienta perfecta para el cine. Comenzó con trabalenguas. «Tres tristes tigres» y compañía se convirtieron en el entrenamiento diario de la futura Doña. Después llegaron los ejercicios de respiración, que rayaban en la tortura: “¡Aguanta el aire hasta sudar!”, le ordenaba. María, con el carácter que la hacía única, se iba furiosa tras cada sesión, jurando no volver. Pero al día siguiente, siempre regresaba.

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Miguel Zacarías. Foto: El Sol de México

Memorizar diálogos, otro truco para vencer la tartamudez

El primer gran desafío llegó con la película El Peñón de las Ánimas. Allí, Zacarías puso a prueba todo lo aprendido: memorizar diálogos. Este “truco de oro”, como lo llamó, consistía en recitar las líneas como si fueran mantras. Y funcionó. En el set, María Félix se transformaba. Su tartamudez desaparecía, dejando a todos boquiabiertos.

Foto: María Félix, Todas mis guerras

Sergio Almazán, en su libro Acuérdate, María, revela un dato fascinante: aunque María podía recitar largos diálogos sin problema, su tartamudez reaparecía cuando hablaba espontáneamente. Por eso, la magia de la actuación no solo la consagró como actriz, sino que también le permitió domar sus palabras.

María Félix, un símbolo de la determinación

Cuando finalmente alcanzó la cima, María Félix miró hacia atrás con orgullo. Ya no era la joven tartamuda de Sonora; ahora era “María, la única, la reina de fuego, la diva, la idolatrada, la Doña”, como ella misma se definía. El obstáculo que pudo haberla detenido se convirtió en uno de los peldaños que la llevaron a la inmortalidad.

Foto: Tlatoani Moquíhuix

Así, entre trabalenguas, ejercicios de respiración y memorias de furiosas reconciliaciones, María Félix se consagró como un símbolo de la determinación. Porque, como siempre dijo la Doña: “¡Yo no soy cualquier mujer!”.

Fuentes: Fundación María Félix, Historia del cine en México XIII de Uruz Radio, libro Acuérdate, María.

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