Mariposa Morfo: vuelo azul en el trópico mexicano
La historia comenzó hace 140 millones de años, cuando los dinosaurios aún poblaban la tierra y entre ellos vivían insectos de los cuales descienden las actuales mariposas.
Entre dichos insectos algunos tenían las alas cubiertas de vellos, los que evolucionaron hasta lo que hoy son las mariposas. Estas ancestrales polillas requirieron millones de años para que los cortos vellos que cubrían sus alas se convirtieran en coloridas escamas; aunque eran insectos nocturnos de vuelo frágil, paulatinamente, empezaron a visitar las flores durante el día, así adquirieron una coloración más brillante en las alas.
DE INDISCUTIBLE ORIGEN SUDAMERICANO
Nuestro país constituye un territorio enorme que en su mitad superior favorece el desarrollo de plantas y animales con clara influencia de Estados Unidos, mientras hacia el sur y ambas costas existen especies de predominante origen sudamericano. Es notable la reducción de la fauna del sur en el norte mexicano; un ejemplo son las mariposas del género Morpho, que escasean a medida que disminuyen las selvas siempre verdes. Este género, originario de América, agrupa mariposas diurnas activas durante las mañanas y tardes, muy apreciadas por su gran tamaño, llamativos tonos azules en el dorso de las alas y por su vientre adornado con dibujos circulares y colores crípticos.
Estas atractivas mariposas pueden admirarse principalmente en la primavera y el verano, cuando se posan para alimentarse sobre alguna fruta fermentada, resina, orines de vertebrados, en el néctar floral o durante sus vuelos erráticos en su
corta vida aérea dedicada básicamente a la reproducción. El origen de sus cambiantes azules metálicos son unas diminutas escamas, una coloración producida por la reflexión o refracción de la luz al chocar con ellas; estas escamas no son sólo ornato, pues acomodadas como el tejado de una casa también intervienen en el vuelo, pues se ha comprobado que al carecer de ellas vuelan poco y con dificultad. Su forma corporal redondeada y la coloración son similares en el macho y la hembra, y cuando vuelan lucen colores que varían con el sol, mientras entre la vegetación tropical semejan tímidas joyas vivas de vuelo bajo y precipitado.
Desde tiempos prehispánicos fueron admiradas por los aztecas debido a su belleza, quienes en general las llamaron papalotl, en náhuatl, aunque a las mariposas morfo, de un bello azul, las identificaban con el nombre de matlalpapalotl, que parece significar mariposa preciosa o mariposa turquesa. La especie representativa es la enormeMorpho peleides,de hasta 12 cm, que vuela sólo en hábitats de las selvas húmedas tropicales, desde el estado de Veracruz hasta el sur y sureste mexicanos. Estas espléndidas mariposas Morfo tuvieron su origen ancestral en la extensa cuenca amazónica, que las relaciona con las selvas tropicales, pues son incapaces de superar incluso pequeños brazos de mar, por lo cual están ausentes más al norte e islas del Caribe y las Antillas.
Son insectos frágiles que dependen de factores como adaptación, continuidad y estabilidad del hábitat, y que tuvieron capacidad para conquistar nuevas latitudes hasta alcanzar América Central. Durante milenios y debido a sus ecosistemas, México ha funcionado como refugio para las mariposas del norte y como paso obligado de las de Centro y Sudamérica; igual que otros animales del trópico depende del ambiente con el que ha evolucionado en tamaño, forma y colores únicos. Sus adaptaciones no favorecen que migre por zonas con discontinuidad forestal y escasean si el entorno es perturbado, lo cual además ha causado que incontables especies estén amenazadas de extinción.
EXITOSA REPRODUCCIÓN CONTROLADA
A escasos 70 km de Cancún, Quintana Roo, donde los mayas llamaban Pepem a la mariposa morfo (Morpho peleides), se encuentra Xcaret, con un espectacular mariposario donde se ha implementado un programa de reproducción de ésta y otras especies de la región, todo desarrollado bajo control continuo y condiciones ambientales óptimas para lograr más de 85% de supervivencia hasta llegar a la fase adulta y liberarlas en ese cálido ambiente. El proceso de reproducción controlada se realiza durante alrededor de dos meses, tiempo suficiente para obtener cerca de 200 orugas diariamente.
Todo inicia cuando una mariposa adulta pone de diez a 15 huevos diarios, hasta depositar unos cien durante su ciclo, que varía de ocho a diez días en promedio; después, los huevecillos semitransparentes eclosionan en cinco o siete días, cuando nacen diminutas larvas cubiertas de finos vellos con la forma y coloración de un adulto. Es hasta que dichas orugas tienen casi un centímetro de talla cuando se colocan dentro de una malla verde de plástico de un metro de largo y quedan envueltas por esta bolsa protectora sobre una rama de la planta llamada Pata de Vaca (Bahuinia divaricata). Son entre ocho y diez pequeñas larvas de una a seis semanas de nacidas, las que se alimentan de hojas y brotes tiernos de jóvenes plantas cultivadas.
Para que su alimentación sea perfecta es necesario cambiarlas diariamente de planta durante el proceso larvario, que requiere de hasta seis semanas. En esta fase, la oruga tiene una coloración café oscuro con distintivas manchas amarillas en el dorso y finos vellos atrás y adelante, y sigue creciendo hasta adquirir gran tamaño en la fase final, cuando presenta largas espinosas dorsales, un color café uniforme y mide entre siete y ocho centímetros, etapa en la que está cubierta de pelillos urticantes que funcionan como eficaz método de defensa contra sus peores enemigos. Naturales: moscas, avispas, arañas, hormigas, lagartijas y aves.
Poco después viene la fase de prepupa, de sólo dos días, tiempo en el que se transforma en una discreta pupa color verde pálido con forma de trompo de dos centímetros, que permanece colgada unos 12 días de una rama. Estas dos últimas fases se realizan en el larvario, un área cerrada y condiciones ambientales controladas. La mariposa que emerge es liberada en el mariposario o área de exhibición al público, donde puede vivir uno, dos o hasta tres meses, tiempo similar al que lo hace en condiciones de libertad. Pero aquí todo es fácil, tienen abundantes frutas, resinas vegetales y variadas flores, reciben gran protección y están casi libres de depredadores.
Después de milenios de evolución, .la mariposa morfo es una especie que aún parece abundar en algunos lugares de Veracruz, Quintana Roo y el sur de México, donde es posible admirar sus azules relámpagos iridiscentes, que resplandecen a cada rayo de luz solar. Por este bello insecto y otros animales únicos es vital proteger la permanencia no sólo de las especies que nos deleitan con sus exquisitos colores, sino también a los ríos, plantas y ecosistemas que hacen tan rico y diverso el trópico mexicano.